Primera promoción MIR del Vinalopó: "Los chicos han sido unos jabatos por cómo llevaron la pandemia"

Pilar Serrano, jefa de estudios del Hospital Universitario del Vinalopó, nos cuenta lo que ha supuesto para la institución ilicitana haber despedido a su primera promoción de residentes MIR y EIR

Pilar Serrano, jefa de estudios del Hospital Universitario del Vinalopó (FOTOMONTAJE: ConSalud.es)

Este mes de septiembre, el Hospital Universitario del Vinalopó, en Elche, ha vivido un momento histórico: por primera vez, en sus diez años de vida, ha terminado su primera promoción de residentes de Formación Sanitaria Especializada (FSE), tanto de Medicina (MIR) como de Enfermería (EIR). Desde este momento, los once ya especialistas que comenzaron a formarse hace cuatro años -hay ocho más que terminarán en 2025- están plenamente capacitados para incorporarse como especialistas al Sistema Nacional de Salud (SNS).

Los que arrancaron su formación en 2020 han sido, en concreto, residentes de las especialidades de Pediatría, Medicina Familiar y Comunitaria, Obstetricia y Ginecología, Medicina Interna, Oftalmología, Cirugía General y Aparato Digestivo, Medicina Física y Rehabilitación, Medicina Intensiva, Anatomía Patológica, Enfermería Pediátrica, Enfermería Familiar y Comunitaria y Enfermería Obstétrico-Ginecológica.  “Desde aquel primer año, siempre estamos con la curiosidad de ver quien coge nuestras plazas en cada convocatoria y cuando se agotan”, reconoce la doctora Pilar Serrano, jefa de estudios del Hospital Universitario del Vinalopó.

"Estos chicos han sido unos auténticos jabatos, porque aceptaron muy bien todo el tema del COVID y colaboraron fenomenal, con lo difícil que es eso en un primer año de adaptación"

El reto era mayúsculo para la institución ilicitana por dos razones: por un lado, el generoso número de nuevos residentes que se iban a incorporar de una tacada, ya que lo normal es que estos lleguen de poco en poco. En este sentido, apunta Serrano, en el Hospital del Vinalopó ya estaban más que preparados, puesto que llevaban desde el año 2016 solicitando la acreditación de plazas y preparándolo todo para su primera promoción de residentes. Además, la primera tanda, de lo que eligieron una especialidad de cinco años, había llegado en 2019.

Pero, por el otro lado, había algo con lo que sí que no contaban: la llegada de una pandemia mundial justo cuando encaraban la llegada de la mayor parte de sus primeros residentes. “Es algo que comentábamos recientemente, el día de su graduación. Estos chicos han sido unos auténticos jabatos, porque lo aceptaron muy bien y colaboraron fenomenal, con lo difícil que es eso en un primer año de adaptación. Tampoco sabíamos nosotros muy bien qué es lo que teníamos que hacer, íbamos aprendiendo sobre la marcha. Fue muy duro”, recuerda Serrano.

"Todos los de la primera promoción han tenido unas notas de evaluación final muy altas, por encima del nueve y medio"

Los resultados, no obstante, no han podido ser mejores para el Hospital del Vinalopó. “A la vista está que se hizo bien, porque todos los de la primera promoción han tenido unas notas de evaluación final muy altas, por encima del nueve y medio. Han recibido una gran formación en nuestra hospital”, asegura la especialista del hospital ilicitano del Grupo Ribera.

“Lleva mucho trabajo detrás, mucha organización y precisión. Pero ya lo teníamos todo pensado desde hacía tiempo, y el secretario de la Comisión de Docencia, José Luis Duro Torrijos, venía de tener experiencia con residentes en el Hospital Universitario de Torrevieja”, insiste la doctora, recordando además que ya estaban acostumbrados a recibir rotaciones externas procedentes de otros lugares de España. “Siempre ha habido mucha tendencia a recibir a gente de fuera, incluso de hospitales más grandes, como La Fe de Valencia: Cirugía Cardiaca, Anestesiología, Medicina Interna… tenían un sustrato firme”, añade.

LA CERCANÍA, CLAVE

Como se mencionaba anteriormente, en 2020 se produjo la adecuación de nueve servicios hospitalarios, con sus respectivas rotaciones, para acoger a residentes MIR. Cuatro años después, ya son 14, 17 contando las también citadas tres especialidades de Enfermería. “Yo me acuerdo de mi época de residente, y ahora ya los veo como a mis hijos. Han sabido responder, acompañarnos, y son una gente fantástica. No puedo decirte nada negativo”, afirma Serrano.

"Me ven como jefe, pero también ven familiaridad, siempre desde el respeto”

Actualmente, el Hospital del Vinalopó tiene a un total de 75 residentes por curso académico, que se suman a los varios cientos de estudiantes de la carrera de Medicina que también lo eligen para realizar sus prácticas. A pesar de ello, apunta la tutora, la clave de esta buena formación ha sido mantener el espíritu de cercanía con los estudiantes y residentes: “Me ven como jefe, pero también ven familiaridad, siempre desde el respeto”. “Formar a residentes en servicios que son más pequeños supone una carga extra de trabajo, pero también nos aporta un plus de energía, juventud e ilusión”, subraya la especialista, que confía en poder seguir ampliando la acreditación de servicios que pueden recibir a residentes en el futuro.

“Esta primera promoción de residentes es un orgullo para nuestro Departamento de Salud. Han completado con nosotros cuatro años de aprendizaje y crecimiento, destacándose no solo por su dominio clínico, sino también por su compromiso y capacidad de trabajo en equipo. Estamos seguros de que todo lo que han aprendido aquí será fundamental en su futuro, y convencidos de que continuarán brindando una atención médica excepcional”, destacaba Rafael Carrasco, director gerente del Hospital del Vinalopó, en el acto de graduación.

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