Primaria matiza la carta sobre los R4: "El tutor debe estar cerca y no puede ser otro especialista"

Nos ponemos en contacto con SEMERGEN (Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria) para tratar de aclarar algunos de los puntos más confusos de la carta remitida a las comunidades autónomas por parte del Ministerio de Sanidad

María José Gamero, responsable de tutores y residentes de SEMERGEN (FOTOMONTAJE: ConSalud.es)
12 junio 2024 | 17:55 h
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“Es ambigua”, “genera dudas”, “no está claro”… son algunos de los comentarios que se han podido leer recientemente en redes sociales acerca de la carta enviada ayer por Celia Gómez, directora general de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, a las comunidades autónomas. El escrito tenía como objetivo recordar lo que marca la legislación vigente acerca de los MIR de 4º de Medicina Familiar y Comunitaria de cara al periodo veraniego, pero parece que lo que ha hecho es sembrar aún más las dudas entre los profesionales Atención Primaria con una serie de grietas que tratamos de resolver.

“Según el programa formativo, los residentes de cuarto año de Medicina Familiar y Comunitaria tienen que ser capaces de hacerse cargo de forma autónoma y completa de una consulta, sin la presencia de un tutor, aunque con la posibilidad de consultarle al mismo o a otro especialista”, recuerda la carta enviada por Celia Gómez, que trata así de recordar a las consejerías autonómicas qué pueden y qué no pueden hacer con sus residentes de último curso. Pero, claro: ¿consultar al tutor cómo? ¿tiene que estar allí físicamente o sirve otra vía? ¿y cómo es eso de poder consultar a otro especialista?

“Cualquier otro especialista estaría en un sitio físico distinto, así que no lo podrían consultar”

La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) nos responde a estas preguntas, dejando, para empezar, una cosa clara: en los centros de salud, da igual la época del año que sea, los únicos médicos especialistas son los de Medicina Familiar y Comunitaria. “Cualquier otro especialista estaría en un sitio físico distinto, así que no lo podrían consultar”, aclara María José Gamero, responsable de tutores y residentes de la sociedad científica. Primera cuestión finiquitada por su parte.

Pero es que con este matiz, además, casi que responde también a la segunda cuestión: sí, los residentes siempre tienen que tener a su tutor físicamente en su mismo centro de salud, no vale que sean atendidos vía telefónica o de cualquier otra forma mientras el tutor está en otro sitio. Esto complica más las cosas, claro, porque, aunque el residente se encuentre -gracias a las rotaciones externas- en un centro de salud distinto al que suele estar habitualmente, es probable que no haya tutores suficientes disponibles.

Y todo ello a pesar de que, subraya Gamero, el residente está “perfectamente capacitado” para, a estas alturas, atender una consulta solo. De hecho, recuerda, hace un tiempo -concretamente “antes de que apareciese esta crisis de médicos”-, los residentes de Medicina de Familia de cuarto curso tenían por norma pasar un mes enterosolos en la consulta de su tutor. “Pero con él siempre a escasos metros”, apunta.

“Una cosa es que estén capacitados para estar solos en una consulta, y otra bien distinta es que esta sea la solución a las bajas de verano"

“Antes de llegar aquí, en los cursos anteriores han pasado por urgencias y por otros muchos servicios hospitalarios, así que no van a tener ningún problema”, afirma la representante de SEMERGEN, tutora ella misma. “Lo que no se podría dar es que el tutor esté en otro centro de salud, porque si el residente le tiene que consultar algo, debe poder constatarlo in situ. Tiene que estar supervisado, y con proximidad física”, insiste.

Por ejemplo, María José Gamero pone el caso de que un residente tenga dudas sobre la interpretación del electrocardiograma de un paciente: “Solo le puede ayudar si está allí con él”. Además, añade la médico de familia del Centro de Salud de San Fernando (Badajoz) desde el año 1998, “hay cosas que no pueden esperar”: “Estamos hablando de una insuficiencia respiratoria, de una cardiopatía isquémica… todo esto afecta al final al paciente, que es lo más importante. La norma, desde luego, es abstracta y muy confusa”.

UNAS POSIBLES SOLUCIONES QUE YA VAN A LLEGAR MUY TARDE

Hay que retrocederse cuatro años para encontrar el origen del problema. En 2020, la pandemia del Coronavirus obligó a los MIR a comenzar su residencia en el mes de septiembre en lugar de en el de mayo, como suele ser habitual. De esta manera, al constar su formación de cuatro cursos completos, no la pueden terminar hasta septiembre de este año, imposibilitando a las comunidades su contratación, ya una vez obtenido el título de especialistas en Medicina de Familia, como refuerzos de verano.

“Una cosa es que estén capacitados para estar solos en una consulta, y otra bien distinta es que esta sea la solución a las bajas de verano debido a una mala planificación. Nos oponemos rotundamente”, denuncia María José Gamero. “Cualquier acción que se lleve a cabo a partir de ahora va a ser a toro pasado y chapucera. En un mes se pueden tomar pocas soluciones milagrosas, y si empezamos a hacer chanchullos, vamos a liarla”, indicaba hace unos días a este medio José Polo, presidenta de la propia SEMERGEN.

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