Una de las primeras acciones de Mónica García como nueva ministra de Sanidad, menos de un mes después de tomar posesión del cargo, fue pedir un aumento de plazas acreditadas de Medicina Familiar y Comunitaria a las comunidades autónomas que están por debajo de la media nacional. De cumplirse este objetivo marcado por el Ministerio, que será abordado el próximo 9 de febrero en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, se añadirían 224 plazas más a la oferta actual, ya de por sí la más grande de la historia para tratar de paliar la grave situación que atraviesa la Atención Primaria en nuestro país.
Fue su predecesor, José Miñones, quien autorizó la última convocatoria de Formación Sanitaria Especializada (FSE), destinando 2.489 plazas -que finalmente han sido 2.492- a la citada especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria. Son 37 más que el año pasado, cerca de un 1,5%, y 682 más que hace seis: un 38%. Todavía un poco más atrás, en la convocatoria 2015/2016, apenas se ofertaron 1.654.
Pero, a consideración del Ministerio, este aumento todavía es insuficiente. Las plazas ofertadas representan al 99% de las que están acreditadas, “tocándose un techo”, y es por ello necesario incrementar el número de plazas acreditadas. “Tenemos capacidad de mejora, más allá de que todas las comunidades puedan plantear nuevas solicitudes de acreditación y que nosotros revisemos también los requisitos”, apuntaba a mediados del pasado mes de diciembre Celia Gómez, directora general de Ordenación Profesional de Sanidad.
“Solo con que las comunidades autónomas que están por debajo de la media en tasa por 100.000 habitantes llegaran a la media, estaríamos añadiendo 224 plazas más”
Gómez fue una de las voces cantantes de esa reunión de la Comisión Técnica Delegada de la Comisión de Recursos Humanos durante la cual se convocó el citado Consejo Interterritorial. En ella, realizaron un seguimiento de las 14 medidas que incluye el Plan de Acción de Atención Primaria 2022/2023, aprobado en 2021, incluido un debate sobre la planificación de la oferta de plazas de Formación Sanitaria Especializada en las diferentes comunidades autónomas. Enfocado, claro está, en la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, cuyas plazas sufren “una gran variabilidad” dependiendo de las comunidades.
“Solo con que las comunidades autónomas que están por debajo de la media en tasa por 100.000 habitantes llegaran a la media, estaríamos añadiendo 224 plazas más”, aseguró entonces la directora general de Ordenación Profesional de Sanidad, quien subió al cargo en marzo de 2022 con Carolina Darias como ministra. Esa media nacional a la que se refería Celia Gómez es de 5,29 plazas ofertadas por 100.000 habitantes, y hasta siete comunidades están por debajo.
Tal es esta desigualdad que Extremadura, la comunidad con la tasa más alta con 9,25 plazas por cada 100.000 personas, triplica a Madrid, con 3,76. País Vasco, Cataluña, Castilla-La Mancha, Comunitat Valenciana y Canarias son las seis restantes que están por debajo de la media de España. "Este ministerio se compromete a duplicar la acreditación y oferta de plazas de Psicólogos Internos Residentes (PIR) y a incrementar en un 15% las de Medicina de Familia en esta legislatura”, anunció Mónica García, hace apenas unos días, en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados.
MINISTERIO Y COMUNIDADES: UNA MISMA PREOCUPACIÓN
Al igual que el Ministerio, muchas comunidades autónomas también han manifestado la necesidad de aumentar sus plazas de Medicina Familiar y Comunitaria. De hecho, fue el propio País Vasco el que, junto a Galicia, impulsó un “manifiesto nacional” a favor de mejoras en el ámbito de la Atención Primaria, que incluye, por supuesto, medidas para paliar el déficit de plazas MIR de esta especialidad. Después, se fueron sumando a él Cataluña, Castilla y León, Aragón, La Rioja, Murcia, Madrid, Extremadura, Baleares y, más recientemente, Canarias.
Así, entre las principales medidas propuestas por las comunidades para frenar esa “carencia” de residentes de Medicina Familiar y Comunitaria en nuestro país -algunas de las cuales ya contempla el citado Plan de Acción de Atención Primaria 2022/2023- se encuentran el ampliar “urgentemente” el número de vacantes; que se lleve a cabo una convocatoria extraordinaria de plazas MIR; desarrollar instrumentos “que permitan que el Sistema Nacional de Salud planifique en el futuro con más rigor su oferta formativa”; y fomentar e implementar medidas que faciliten el “desarrollo competencial” de estos especialistas.
"Lo contrario al sistema de elección de plaza en tiempo real supone una falta total de transparencia"
También, que el sistema de elección de plazas no deje vacantes sin cubrir, una de las grandes reivindicaciones de las asociaciones de residentes y de estudiantes de Medicina desde que a raíz de la pandemia se instaurase de manera definitiva la adjudicación de plaza de manera telemática. Este nuevo sistema ha fomentado que muchas plazas sean abandonadas por los residentes una vez asignadas -Canarias es la única comunidad autónoma en la que se han cubierto finalmente todas-, ya que no tienen la posibilidad de rechazarla en el momento y cambiarla por otra.
“La elección en tiempo real del MIR es un aspecto crucial que se ha perdido con los años. Lo contrario supone una falta total de transparencia, menor calidad para los recién evaluados y un mayor abandono posterior de las plazas”, señalaba Gonzalo Baquero, presidente del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), después de reunirse recientemente con Mónica García. El Ministerio, sin embargo, todavía no se ha pronunciado sobre si tiene pensado cambiar o no el sistema de cara a futuras convocatorias.