Miranda de Ebro ha sido una de las localidades más señaladas en la convocatoria MIR (Médico Interno Residente) de 2024. Tanto, que no ha sido capaz de adjudicar ni una sola de las 11 plazas que ofertaba de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, algo que solo ha ocurrido en dos municipios más de España -Coria (Cáceres) y Barbastro (Huesca)- , y que deja a esta área de Castilla y León con un profundo agujero asistencial cuyas consecuencias se conocerán en las próximos meses.
En el Colegio de Médicos de Burgos (COMBU) han recibido la noticia con cierta sorpresa. Sí que es cierto que no es algo que les venga de nuevas, puesto que su provincia ya fue, en la pasada convocatoria, la que más plazas dejó vacantes entre las no elegidas y las renuncias antes de comenzar siquiera el periodo de formación. Pero es que, en la de este año, Burgos ha presentado todavía peores resultados, dejando sin adjudicar -sin contar las renuncias posteriores que se hayan podido producir, como las dos que se conocieron la semana pasada en Aranda de Duero- un total de 21 plazas de Medicina de Familia.
“En los sitios pequeños, la formación es igual de buena que en las grandes ciudades, y es algo que los aspirantes muchas veces no tienen en cuenta”
Han sido, en concreto, 4 en Burgos capital, 6 en Aranda de Duero -más las dos citadas renuncias que se han conocido recientemente- y las 11 de Miranda de Ebro. “En los sitios pequeños, la formación es igual de buena que en las grandes ciudades, y es algo que los aspirantes muchas veces no tienen en cuenta”, apunta a ConSalud.es Luis Casaval, vocal de Médicos Residentes del Colegio de Médicos de Burgos, para quien la base del problema es el “desconocimiento” con el que parten los MIR a la hora de elegir su centro de formación.
Y es que, insiste Casaval, Miranda es un “sitio ideal” para realizar la residencia de Medicina de Familia. “Es un sitio pequeño, pero que tiene un hospital de referencia en la misma ciudad, en el que además no hay residentes en la mayoría de especialidades hospitalarias. Esto permite que durante las rotaciones te involucres en el día a día del resto de servicios”, explica el representante del COMBU haciendo referencia al Hospital Santiago Apostol. Inaugurado en 1988, tiene 127 camas, y en él se encuentra la UDM AFYC Burgos Área Miranda de Ebro; es decir, la unidad docente de la única especialidad que se oferta en la localidad.
"Si rotas en el servicio de Cirugía del Hospital de Miranda, vas a poder bajar al quirófano y ser el residente principal"
“Si por ejemplo rotas en el servicio de Cirugía, vas a poder bajar al quirófano y ser el residente principal, y lo mismo en los servicios médicos. No digo que en los hospitales grandes la formación no sea igual de buena, pero no creo que te permitan aprovecharla tanto”, continúa Casaval sobre una residencia que, no obstante, no se limita a Miranda de Ebro, localidad que, dentro de lo que cabe, supera los 35.000 habitantes. Los futuros especialistas de Medicina de Familia que hubiesen elegido esta región de España también tendrían que pasar por centros de salud y consultorios locales de otros municipios de la provincia de Burgos.
ROTACIONES POR PUEBLOS DE LA PROVINCIA
Y es que Castilla y León es, con diferencia, la comunidad autónoma con mayor número de consultorios locales, muestra de la gran cantidad de pueblos que hay repartidos por todas sus provincias. “Tienen que hacer rotaciones como las harían en Burgos ciudad, de Medicina de Familia tanto rural como urbana. Miranda tiene una población y un hospital como el de algunas capitales de provincia, y además está solo a veinte minutos en coche de Vitoria y a cincuenta de Burgos. Los residentes también podrían vivir en estas otras ciudades”, remarca Casaval, graduado en Medicina por la Universidad del País Vasco.
“El Colegio de Médicos de Burgos está ahora mismo en proceso de reflexión. Es una realidad que está ahí, y que hay que analizar e intentar ver si desde nuestra parte se puede hacer algo”, afirma el también miembro de la Asociación de Cirujanos de Castilla y León (ACIRCAL). “Pero consideramos que la calidad de la formación que se imparte en Miranda es realmente alta”, añade. Una de las soluciones, apunta Casaval, podría partir por asegurar la estabilidad al terminar la residencia, algo que ya están tratando de fomentar muchas comunidades autónomas que, como Castilla y León, han dejado numerosas plazas MIR sin cubrir.
"El hecho de poner Medicina en Burgos no significa que la gente de Burgos vaya a estudiar en Burgos"
“Estamos pendientes de que la Junta anuncie si va a realizar algún plan de estabilización, como ha ocurrido en los últimos años”, comenta el vocal de Médicos Residentes del Colegio de Médicos de Burgos, quien, no obstante, insiste: el “volumen aceptable” del Hospital de Miranda de Ebro, sumado al hecho de que no tiene residentes de otras especialidades, debería ser un “aliciente suficiente” como para plantearse hacer allí la residencia de Medicina de Familia. Y recuerda: los residentes, al fin y al cabo, están en periodo de formación, y no deberían ser “personal imprescindible” a la hora de valorar el servicio de un hospital o centro de salud.
¿Y podría ayudar a paliar esta situación la creación de una facultad de Medicina en la Universidad de Burgos, como lleva tiempo intentando implementar su actual equipo rectoral? Luis Casaval no lo tiene tan claro: “El hecho de poner Medicina en Burgos no significa que la gente de Burgos vaya a estudiar en Burgos. Eso significa que más gente va a estudiar Medicina”. “En Valladolid y Salamanca hay mucha gente de Extremadura, Andalucía, Canarias… que, cuando terminan la carrera, vuelven a sus lugares de origen para hacer el MIR. Una facultad de Medicina siempre es positiva, porque trae facilidades para la investigación, pero no creo que esa sea la solución inmediata, o que signifique que se van a cubrir las plazas de Medicina de Familia”, sentencia.