Las guardias siempre han sido uno de los principales motivos de queja por parte de los médicos internos residentes (MIR), y no solo por las maratonianas jornadas que les llevan a pasar, en no pocas ocasiones, varios días de una misma semana sin dormir. Otra de sus grandes denuncias es que muchas de esas guardias las realizan sin la supervisión de un médico adjunto, algo que por ley debería estar prohibido. Se trata de una problemática que siempre había sido vox pópuli, pero que ahora, con el último informe publicado por la Asociación MIR España, se confirma: no son muchas, son la mayoría, y en casi todos los hospitales de España.
Tanto, que solo hay tres comunidades autónomas en las que más de la mitad de sus residentes encuestados afirman estar supervisados durante el periodo de guardias en urgencias: La Rioja, con un 62,5% (solo tienen un hospital que oferta plazas MIR, el Universitario San Pedro de Logroño); Galicia, con un 61,5%; y la Comunidad Valenciana, con un 50,3%. Todas las demás, a excepción de Asturias, que marca un 50/50, suspenden, con el caso extremo de Cantabria, donde solo el 6,8% de los especialistas en formación dicen gozar de supervisión durante sus guardias, y de Ceuta y Melilla, donde ninguno de sus médicos residentes encuestados lo está.
Extremadura (11,4%), Navarra (14,3%), Cataluña (15%) y Aragón (18,9%) son las siguientes con peores resultados en un estudio que ha recibido un total de 5.268 respuestas de 207 hospitales diferentes. De ellos, solo un 1% de los encuestados refirió no hacer guardias de urgencias -son muy pocas las especialidades que gozan de ese “privilegio”-, por lo que los resultados del análisis del estudio partieron finalmente de 5.229 respuestas.
Galicia, La Rioja, Comunidad Valenciana y Asturias son las únicas que aprueban
Al final, para colocar en un lado o en otro del listado a cada hospital -se pueden consultar en este mapa interactivo- los autores del estudio analizaron los resultados y los dividieron entre no supervisión (más del 70% de respuestas negativas) y supervisión (más del 70% de respuestas positivas). También aparecen en dicho mapa, en color amarillo, aquellos hospitales “indeterminados” en los que no se pudo contrastar la información, y en gris, de los que obtuvieron una baja tasa de respuestas y no pudieron contactar con ningún residente.
En el conjunto nacional, el 71,4% de los encuestados considera que no existe una correcta supervisión en sus guardias de urgencias -pese a que, recuerda Asociación MIR España, y como se mencionaba al comienzo del artículo, el Real Decreto 183/2008, de 8 de febrero, subraya en su artículo 15 que los residentes deben estar “siempre supervisados” por profesionales cualificados, “especialmente en actividades de guardia”-, frente al 28,6% de los que sí que se sienten correctamente supervisados por sus superiores de los hospitales.
“El marco normativo asegura que la supervisión no solo sea una práctica recomendada, sino una obligación regulada que vela por el correcto aprendizaje y la seguridad en la atención sanitaria”, insisten desde la organización que representa a los médicos residentes, quienes denuncian que, en ocasiones, se ven obligados a cubrir carencias estructurales y organizativas del sistema sanitario, “relegando su formación a un segundo plano”. “Este contexto genera un impacto negativo en la adquisición de competencias esenciales, comprometiendo el objetivo principal de las guardias: el aprendizaje supervisado”, aseguran.
“El marco normativo asegura que la supervisión no solo sea una práctica recomendada, sino una obligación regulada"
Por eso, más allá de hacer una radiografía de la situación que tenemos actualmente en España, la relevancia de su análisis es que tiene potencial para impulsar “mejoras” en la formación médica especializada y garantizar que los residentes cuentan con el apoyo necesario para desarrollarse como profesionales altamente capacitados, “al tiempo que se asegura la calidad asistencial para los pacientes”. También, plantea la duda de si la realización de guardias de 24 horas por parte de los MIR es algo necesario a nivel formativo o si son “mano de obra barata”.
AUDITORÍAS CUANTO ANTES
Las conclusiones a las que llega Asociación MIR son muy claras, y van en sintonía con eso que era vox pupuli: los derechos laborales de los residentes se ven vulnerados en infinidad de casos. Primero, porque los resultados evidencian una supervisión insuficiente en la mayoría de los hospitales españoles; segundo, porque, como ya abordamos en un artículo anterior, el número de guardias mensual muchas veces excede el máximo permitido; tercero, porque existen “abusos de poder” por parte de adjuntos que los residentes no se atreven a denunciar por miedo a represalias o porque no saben a quién acudir; cuarto, porque hay unidades docentes cuyos propios residentes consideran que no son aptas para la docencia; y quinto, porque la calidad de la docencia durante las guardias no es la óptima.
“Se deben realizar auditorías periódicas de control de la calidad docente en los distintos servicios sanitarios de España, priorizando aquellos servicios donde se refleje un mayor índice de supervisión deficitaria para optimizar el aprendizaje de los residentes”, exigen desde la organización, un aspecto sobre el cual el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, ya anunció que estaban trabajando para traerlo de vuelta. Por último, otro aspecto curioso que refleja el informe son las respuestas a la pregunta: ¿volverías a elegir tu especialidad? La inmensa mayoría afirman que sí, y solo los residentes de Ceuta y Melilla (50%), Murcia (61,5%), Canarias (66,7%) y Aragón (69,8%) parecen tener más dudas.