A la convocatoria de Formación Sanitaria Especializada (FSE) de 2025 se han presentado este año 33.240 personas, de las cuales han sido finalmente admitidas 32.074. Con tal volumen de gente, y teniendo en cuenta que cada cuadernillo de examen -hay cinco versiones distintas para evitar que se copien- consta de 200 preguntas, con sus correspondientes hojas de respuesta -más los cuadernillos de imágenes y las actas de las mesas en las que se realiza la prueba-, no es de extrañar que su puesta en marcha tenga un coste muy elevado para el Ministerio de Sanidad -que, como el de cualquier otra oposición, es de dominio público-.
Según recoge José María Romeo Ladrero, autor del blog MIREntrelazados, la logística del examen de especialización sanitaria para las titulaciones de Medicina (MIR), Enfermería (EIR), Psicología (PIR), Farmacia (FIR), Biología (BIR), Química (QIR) y Física (RFIR) -entre todas componen la citada convocatoria anual de Formación Sanitaria Especializada- le ha costado este año 468.485 euros a las arcas públicas; más el 21% de IVA, 566.866,85 euros en total. Son, eso sí, casi 50.000 euros menos que en 2024, cuando Sanidad desembolsó 517.570.
Para ello, el organismo adjudica tres contratos a tres empresas distintas. El primero de ellos, ratificado al comienzo de la convocatoria, tiene por objeto el servicio de gestión de solicitudes por parte de los aspirantes, y, ya después de la prueba, la contabilización y captura mecanizada de los datos de las hojas de respuesta y el proceso de corrección de las mismas, para generar posteriormente los listados de resultados provisionales y definitivos. La empresa adjudicataria ha vuelto a ser, un año más, ODEC Centro de Cálculo y Aplicaciones Informáticas, a razón de 225.500 euros; en 2024, fueron 237.765.
"El nivel de exigencia de todos los organismos públicos es muy alto, no te la puedes jugar a que venga la Agencia Española de Protección de Datos y te ponga una multa de medio millón de euros"
El segundo contrato es el destinado al servicio de producción de los cuestionarios de examen y hojas de respuesta. En 2024, fue Meydis SL la empresa adjudicataria a cambio de 64.957,64 euros, y, en una entrevista concedida a ConSalud.es, su director general adjunto, Enrique Mallo, explicó cómo funcionaba el proceso. En total, asegura, imprimieron más de dos millones de hojas entre cuadernillos de preguntas y de imágenes y hojas de respuesta, y, para recibir las preguntas, trabajaron con una base de datos encirptada y "totalmente inaccesible".
“El Ministerio de Sanidad establece un seguimiento de todas nuestras actividades, y efectuamos el trabajo en una zona de acceso restringido y bajo vigilancia por medio de cámaras, circuito cerrado de televisión, un vigilante 24 horas al día… el nivel de exigencia de todos los organismos públicos es muy alto, no te la puedes jugar a que venga la Agencia Española de Protección de Datos y te ponga una multa de medio millón de euros. También tenemos que firmar un acuerdo de confidencialidad por la información de la que disponemos”, señalaba Mallo, añadiendo que, si bien nunca habían recibido ningún ataque informático, sí que, en el periodo de tiempo que pasa entre que reciben los datos de las preguntas y generan los cuestionarios, varias personas solían acudir a sus instalaciones en busca de pistas.
Por eso, destacaba entonces el director general de la compañía, no hay muchas empresas españolas de su sector que dispongan de un aparato logístico de tal magnitud, y en los últimos 16 años, habían ganado el concurso de adjudicación del contrato "en 13 o 14 ocasiones". En 2025, sin embargo, no ha sido así: Impaor SA ha sido la empresa ganadora, y su contrato fue formalizado por 55.985 euros, es decir, 9.000 euros más barato que el de Meydis SL del año pasado.
OTRO CAMBIO DE CONTRATO EN 2025
El último contrato externo es el que se encargará de “recoger, transportar, custodiar, entregar y destruir” los cuestionarios de examen, las hojas de respuesta y el resto del material utilizado por los aspirantes durante la prueba. Dicho contrato se lo ha llevado Proesgur, después de rebajar en casi 31.000 euros los 217.800 que pagó Sanidad el año pasado a Loomis, otra de las empresas más potentes en el sector. Así, este año pagarán 187.000 euros por este servicio.
“Es curioso que producir y crear los cuadernillos cueste cuatro veces menos que recogerlos, almacenarlos y luego destruirlos"
Ya se debería haber formalizado el último contrato (el año pasado lo hizo el 1 de enero), lo que significa que, si los cuadernillos y el resto de la documentación ya están impresos y clasificados en cajas precintadas, podrían ser transportados en cualquier momento a las ciudades sedes de examen, donde serán custodiados por Prosegur. Después, el mismo día del examen, los trasladarán hasta cada mesa. “Es costumbre que el traslado de las cajas precintadas a las ciudades sedes se haga con días de antelación al día de examen, por si pudiera darse la circunstancia de cualquier problema meteorológico, huelgas, o de otro tipo que impidiera su celebración en cualquier sede”, apuntaba el citado José María Romeo Ladrero, autor del blog MIREntrelazados.
Después de entregar al Ministerio de Sanidad las cajas precintadas que contienen las hojas de respuesta para que ODEC Centro de Cálculo y Aplicaciones Informáticas las corrija, Prosegur se encargará de su destrucción. “Es curioso que producir y crear los cuadernillos cueste cuatro veces menos que recogerlos, almacenarlos y luego destruirlos. ¿Alguien se plantea que los usuarios puedan llevarse en alguna convocatoria los cuadernillos y dejen solo la plantilla de examen? Abarataría el coste, sería más transparente y seguro que nadie tendría reparo en llevarse el examen a casa para comenzar a corregir”, planteaba un usuario anónimo en el blog. “Hace años se permitía al opositor llevarse tanto el cuaderno de imágenes como el de preguntas, pero ahora te los quitan ambos, no entiendo el motivo…”, le respondía otro.