Particularidades de hacer el MIR en Escocia: “A partir de las cinco no tenía a ningún adjunto”

Esta es la historia de Josu, un joven español que decidió salirse de la senda habitual y emigrar a Escocia para hacer el MIR británico

Josu Carte, MIR escocés (FOTOMONTAJE: ConSalud.es)
Josu Carte, MIR escocés (FOTOMONTAJE: ConSalud.es)
Manuel Gamarra
5 octubre 2024 | 11:00 h

Lo más normal cuando un médico termina la carrera es que se ponga inmediatamente después a preparar el MIR, para así obtener cuanto antes la especialidad requerida para poder ejercer en España. Sin embargo, también existen excepciones, de quienes deciden tomarse un año sabático como descanso de seis años de carrera, enfocar su carrera profesional hacia un ámbito distinto al asistencial (docente, investigador) o, cada vez más, emigrar al extranjero en busca de mejores condiciones de trabajo como médico.

Este último fue precisamente el caso de Josu Carte, quien, al terminar Medicina, decidió trasladarse a Escocia para probar suerte en las islas británicas y conocer un modelo de especialización muy distinto al español. En su “aventura”, eso sí, también entró en juego el factor personal: concretamente, el de tener una pareja canadiense y decidir buscar ambos una oportunidad de trabajo en el mundo anglosajón, algo que siempre tuvo claro ya desde los últimos años de carrera. Al final, reconoce el joven médico navarro en una entrevista concedida a ConSalud.es, la jugada les ha salido muy bien.

"El objetivo es tener una formación troncal, y que cualquier médico entienda de casi cualquier cosa"

“Las condiciones aquí son más ventajosas. Por ejemplo, todo está ecualizado para que al final te salga una media de cuarenta horas semanales, aunque algún día tengas que trabajar de más. Te devuelven esas horas”, afirma Josu. Él actualmente está realizando la formación generalista que todo médico debe hacer antes de iniciar su especialidad propiamente dicha, y que representa el principal cambio con respecto al sistema MIR español, en el cual los residentes empiezan ya la especialidad desde el primer momento.

Dificulta un poco el asentarte en un sitio, pero para casos como el mío, que quiero ser médico de familia, o para un internista, está muy bien. El objetivo es tener una formación troncal, y que cualquier médico entienda de casi cualquier cosa. Por ejemplo, yo ahora estoy haciendo un bloque de seis meses de psiquiatría. En cambio, para un cardiólogo que se quiere dedicar a las cardiopatías congénitas o para un cirujano torácico no sé si es tan útil”, reconoce Josu, quien, eso sí, alerta de un aspecto muy importante a tener en cuenta antes de iniciar allí la especialización: las equivalencias con España son distintas.

"Podría quedarme aquí perfectamente, no tengo ninguna duda"

En Reino Unido, la carrera de Medicina dura cinco años y no seis, como en España, y es por eso que consideran que nuestro último año de Medicina equivale a su primero de ‘foundation training’ (la primera etapa antes de entrar en la especialidad), que dura dos… cuando realmente no es así. “Al llegar, entré directamente al segundo año de ‘foundation training’ (FY2), y el grado de responsabilidad era muy grande. Depende del sitio, y en muchos no pasa nada porque hay suficiente apoyo, pero yo estaba en un hospital rural en el que a partir de las cinco de la tarde no había presencialidad de ningún adjunto. En España eso no se concibe con un residente, ni siquiera en un hospital de una ciudad pequeño”, comenta el médico.

Por eso, insiste, es muy importante asegurarse de entrar por la primera vía (FY1), o al menos por un hospital con calidad de supervisión, porque allí no te lo van a avisar: “Yo al final mantuve una reunión con el hospital y me dijeron que, antes de meterme en el siguiente paso, me tomase un año de descanso para consolidar un poco las cosas. Más de la mitad de la gente con la que yo entré hizo eso, se fueron a otro sitio a coger experiencia de lo que habían aprendido antes de empezar la especialidad”.  Es lo que se conoce como ‘locum posts’, un contrato temporal para residentes y “opción muy recomendada” para quienes no quieran aventurarse en FY2 sin el FY1 previo.

FUTURO INCIERTO

Josu trabaja ahora mismo en un hospital de Inverness, al norte de Escocia, y su siguiente pasó será comenzar la última etapa de su formación para convertirse oficialmente en médico de familia británico. Y es que, como se puede comprobar, el MIR británico es un proceso muy largo hasta llegar a convertirse en ‘consultant’: tanto que, tras el ‘foundation training’, el periodo de especialidad varía entre los tres y los ocho años de duración.

Pero es muy flexible, permite un mayor equilibrio entre vida laboral y personal, fomenta la investigación durante la residencia y no exige realizar une examen de acceso. Además, destaca Josu, tocar tantos palos durante la especialización abre muchas vías de empleabilidad. “Podría quedarme aquí perfectamente, no tengo ninguna duda. Pero una de las cosas por las que vine aquí fue por conocer otras perspectivas, así que no tengo claro qué haré cuando termine mi formación”, asegura.

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