Desde este martes 7 de mayo, las 8.552 personas adjudicatarias de una plaza MIR en 2024 ya pueden decir que son oficialmente residentes de Medicina. Tanto este, como el lunes 6, fueron los días estipulados por el Ministerio de Sanidad para el comienzo de su formación en la convocatoria de este año. Y no solo para los médicos: también para los enfermeros (EIR), farmacéuticos (FIR), psicólogos (PIR), biólogos (BIR), químicos (QIR) y radiofísicos (RFIR). En total, 11.382 graduados sanitarios -a los que hay que restar las incomparecencias en el momento de tomar plaza- que esperan, dentro de unos años, poder decir que ya son especialistas de pleno derecho.
El periodo de residencia, dependiendo de la especialidad escogida, va de los dos años -es, por ejemplo, el caso del EIR- a los cinco en el caso de algunas MIR, como Cirugía Plástica, Cardiología, Angiología o Psiquiatría. Así, pasado el reconocimiento médico y firmado el contrato, todos estos residentes comenzarán a partir de ahora a trabajar en el hospital o centro sanitario asignado. La inmensa mayoría, además, deberán hacer rotaciones en otros servicios, lo que les llevará a conocer el modo de trabajar en distintos hospitales de nuestro país.
No obstante, como se mencionaba al comienzo del artículo, todavía no se conoce el número de personas que, aun habiendo conseguido plaza de Formación Sanitaria Especializada, finalmente deciden rechazarla por la razón que sea. La forma más sencilla es simplemente no acudiendo al primer día de residencia, algo de lo que se quejan convocatoria sí y convocatoria también la mayoría de los residentes. “Al resi de Forense que ha dejado la plaza antes de empezar: podrías haber pensando antes de elegir una cosa con solo 12 plazas. Tu servicio estaba feliz y con ganas de acogerte. Qué lástima”, se lamenta un usuario de X.
“Al resi de Forense que ha dejado la plaza antes de empezar: podrías haber pensando antes de elegir una cosa con solo 12 plazas"
Y es que esas plazas a las que se renuncia, en la inmensa mayoría de los casos, acaban quedando desiertas. Conocer los datos a nivel nacional resulta imposible, ya que dependen de los cientos y cientos de unidades docentes que hay repartidas por España, pero, como indicó el año pasado el Jefe de Estudios de la Unidad Docente de Atención Familiar y Comunitaria de Cuenca, Jorge Lerma, solo un mes después del comienzo del periodo de residencia de 2023 ya se habían producido 187 renuncias de la especialidad de Medicina de Familia. En total, entre no elegidas en la convocatoria MIR y renuncias, fueron 290, el 11,81% de las plazas de la especialidad.
No obstante, hoy es día de ver la parte positiva, la de la felicidad -después de los nervios previos al comienzo de cualquier nuevo trabajo- que desprenden todos estos sanitarios que en unos años se convertirán en especialistas. Lo han manifestado a través de sus publicaciones en redes sociales, y no solo ellos: también los médicos adjuntos, jefes de servicio y residentes de otros años, que les han querido dar una calurosa bienvenida y ánimos para los próximos años.”Qué detalle de nuestros R1. Bienvenidos y enhorabuena por uniros a esta familia”, escribía recientemente en X el anestesista Manuel Bartomeu después de recibir un regalo por parte de sus residentes.