Dentro de una especialidad MIR tan castigada en los últimos años como es Medicina Familiar y Comunitario, siempre hay un pequeño grupo de personas que se “atreve” a cursarla aun habiendo obtenido un número de orden en la convocatoria lo suficientemente alto como para escoger otra. Es el caso de Jimena Riesco, número 17 de este año y la futura residente con el número más alto en decantarse por la especialidad considerada como la puerta de entrada al Sistema Nacional de Salud, quien no ha dudado en elegir la Comunidad de Madrid para formarse.
“He rotado en tercero y sexto en prácticas de Familia y en Pediatría de Atención Primaria y no tuve ningún problema. Me gustaron mucho mis tutoras. He estado en un centro de salud y teníamos tiempo para cada paciente”, explica Jimena, graduada en Medicina por la Universidad Complutense, quien destaca también las oportunidades laborales de las que dispone la Comunidad de Madrid una vez terminada la residencia: “Esto es un voto a favor”. “Me han hablado de que hay muchos cursos interesantes y espero una buena formación durante la residencia", añade.
"He estado en un centro de salud y teníamos tiempo para cada paciente”
En concreto, Jimena realizará su residencia de cuatro años en la Unidad Docente de la Dirección Asistencial Centro de Atención Primaria, que comprende varios centros de salud de Madrid capital. Además, al ser la mejor MIR de Familia, tendrá el privilegio de elegir la primera en qué centro de Primaria quiere desarrollar esta labor. Lo hará el próximo 7 de mayo, fecha marcada por Sanidad como inicio de la residencia, durante un encuentro informativo en el que los futuros facultativos elegirán su centro de salud y el tutor que les acompañará.
Así, comenzará su itinerario formativo en el Hospital Clínico San Carlos, y a finales de año se incorporará a la rotación en centros de salud de Madrid capital. “Me han hablado de que hay muchos cursos interesantes y espero una buena formación durante la residencia", destaca la joven, natural de Piedralaves, quien afirma que no se ha dejado “llevar por el número”: “Pensé en lo que quería y dónde me gustaría verme trabajando dentro de unos años”. “Para el MIR estudié lo necesario, lo que nos pautaba la academia. Buena base, buena preparación y buen día el 20 de enero”, recuerda.
“Siempre me ha gustado la atención integral y continuada del paciente y conocer, a la vez, distintas especialidades”, explica Jimena. Como ella misma comentaba, ya tenía experiencia previa en centros de salud de la capital, concretamente en los de Caramuel y Los Cármenes. “Medicina de Familia te permite saber un poco de todas las especialidades y eso me llama la atención”, insiste.