Medicina Preventiva y Salud Pública fue, en la pasada convocatoria de Formación Sanitaria Especializada, la penúltima especialidad en agotarse, sólo por delante de Medicina Familiar y Comunitaria. Su última plaza, la 117 –serán 122 en 2024-, fue escogida por el número de orden 10.679, lo que la convierte en una de las especialidades más peculiares y a la vez mas defendidas por parte de sus miles de profesionales.
Tanto, que los propios residentes de Medicina Preventiva y Salud Pública crearon hace años una asociación (ARES) que representa a todos estos especialistas en formación, y que cuenta con un programa, denominado Orienta R0, que resuelve dudas y pone en contacto a posibles interesados con residentes de aquellas Unidades Docentes que les interesan. “Las preguntas se centran en generalidades de la especialidad y en cómo es el día a día, en la empleabilidad y, sobre todo, en el Máster de Salud Pública”, señala a ConSalud.es su coordinador, Antonio Pujol.
"Si bien todas las especialidades reflejan conocimientos sobre investigación en sus guías docentes, ninguna hace tanto hincapié como la nuestra”
Y es que la suya es una especialidad que, además de no tener contacto directo con el paciente, exige realizar un máster -“Curso Superior en Salud Pública”- durante el primer año de residencia. Su objetivo, explica Pujol, es garantizar que el residente adquiera “la formación metodológica básica” para poder afrontar los años posteriores de la mejor manera posible, obligando de igual manera a este a iniciar la preparación de un proyecto de investigación que deberá presentar antes del tercer año de formación.
“Es una ventaja, porque si bien todas las especialidades reflejan conocimientos sobre investigación en sus guías docentes, ninguna hace tanto hincapié como la nuestra”, afirma el presidente de ARES, quien subraya también que, al estar ubicadas muchas de sus unidades docentes en hospitales, esto les permite desarrollar competencias investigadoras, como los doctorados. “E incluso docentes, dando clases a estudiantes de Medicina o de otras carreras”, añade.
Sin embargo, dicho Máster, de 900 horas, sólo se imparte en seis comunidades autónomas, por lo que muchos de los médicos que quieren especializarse en Medicina Preventiva y Salud Pública deben desplazarse y residir durante un año lejos de casa (a casi todas las unidades docentes de España les corresponde el Máster del Instituto de Salud Carlos III, en Madrid). Y, aunque Pujol considera correcta esta distribución actual -“hay que primar la calidad frente a la cantidad”-, sí que reivindica mayores ayudas económicas para evitar que el desplazamiento se convierta en un impedimento.
"El resto de residentes realizan guardias de urgencias en sus hospitales, lo que les supone casi la mitad del sueldo, mientras que nosotros no"
“Durante el primer año de residencia es cuando nuestro sueldo es más bajo, y, por ejemplo, una persona del País Vasco se tiene que desplazar sí o sí a Madrid a hacer el Máster”, recuerda el experto. Y es que, al final, esta serie de peculiaridades de Medicina Preventiva y Salud Pública acaba resultando en un agravio comparativo con respecto a otras especialidades, y no solo durante el primer año.
“Como todos los residentes, nosotros cobramos un salario base durante todo el MIR… pero la diferencia es que el resto realizan guardias de urgencias en sus hospitales, lo que les supone casi la mitad del sueldo, mientras que nosotros no. Lo paliamos en cierto modo con la posibilidad de hacer módulos de atención continuada, pero son por las tardes, y en primero, con el Máster, resulta imposible”, denuncia Pujol, quien pide por todo ello que se abran otras “ventanas de oportunidades”, como la posibilidad de poder realizar dichos módulos de atención continuada de manera telemática. “Es posible, en algunos centros se hace y el grado de satisfacción es muy alto”, afirma.
ELECCIÓN TELEMÁTICA Y MÁS COMPLICACIONES AÑADIDAS
Sin embargo, estos avances telemáticos también han perjudicado a Medicina Preventiva y Salud Pública en otra vertiente: La de la elección de plaza MIR durante las convocatorias de Formación Sanitaria Especializada. “No solo por la elección tardía, sino porque luego hay mucha gente que se incorpora a la plaza y que la deja al cabo de unos días porque descubren que no es lo que querían. Tú antes ibas al Ministerio y, si querías ser cirujano, pero tenías un número muy alto y sólo te quedaba Medicina Preventiva, no la elegías. Ahora, en cambio, al hacer esos listados kilométricos con muchas opciones, se te designa automáticamente”, critica Pujol.
“Mucha gente no quiere irse lejos a hacer su residencia, así que se apuntan a varias especialidades dentro de su comunidad autónoma de origen. Al final les toca una especialidad que no quieren, y, cuando se dan cuenta, la plaza ya ha quedado bloqueada y no permite que otras personas accedan a ella. Es un problema grave que habría que solucionar, así como el de darle mayor visibilidad a la disciplina durante la carrera”, amplía.
"Para algunas oposiciones, ser especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública ni siquiera se valora como mérito”
Junto a todo esto, y ya referido al ámbito profesional una vez terminada la formación, el presidente de la Asociación de Residentes de Medicina Preventiva y Salud Pública denuncia que para sus puestos se contrata a mucha gente de otras especialidades, “algo que en Cardiología, por ejemplo, sería impensable”. “Y no es sólo que no sea un requisito ser especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Es que para algunas oposiciones ni siquiera se valora como mérito”, asegura Pujol, quien añade que otra de las acciones que realizan desde ARES es precisamente denunciar todas las ofertas públicas de empleo que no lo incluyen como mérito o requisito.
“Los Servicios de Medicina Preventiva hospitalarios tienen como objetivo principal tratar de conseguir la excelencia de la atención sanitaria que se ofrece al ciudadano, lo que guarda una íntima relación con las tareas de calidad y seguridad del paciente. También se presta una importante contribución a la Salud Pública para la declaración de enfermedades”, apunta el Médico Interno Residente del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. “En ARES realizamos una labor incansable reuniendo los contactos de residentes de todas las Unidades Docentes que ofertan plazas de Medicina Preventiva y Salud Pública, y orientamos a los opositores sobre aquellas Unidades Docentes que más les pueden interesar a su área de conocimiento de interés y preferencias territoriales”, sentencia.