Medicina de Familia, salvo sorpresa -positiva- de última hora, va a volver a dar mucho que hablar cuando termine el periodo de adjudicación de plazas MIR el próximo 19 de abril. Ya van dos convocatorias seguidas en las que la especialidad más numerosa de toda la Formación Sanitaria Especializada deja vacantes sin cubrir, a pesar de los intentos de Sanidad por completar todas las plazas que quedaron libres. El año pasado, una vez terminado el turno extraordinario que se vio obligado a abrir el Ministerio, fueron finalmente 131, la mayoría de ellas situadas en pequeñas ciudades o capitales de provincia.
Inicialmente, no obstante, las plazas que los MIR de 2023 dejaron sin cubrir fueron 202, todas ellas de Medicina Familiar y Comunitaria. Por eso, visto lo que había sucedido el año anterior, cuando quedaron 217 libres -la mayoría, 200, fueron de Medicina de Familia, aunque también quedaron vacantes plazas de Medicina del Trabajo, Medicina Preventiva y Salud Pública y Microbiología y Parasitología-, el Ministerio fue previsor y dejó la puerta abierta a una posible convocatoria extraordinaria solo tres días después. Y esta llegó, pero el resultado no fue el esperado.
Los MIR extracomunitarios ocuparon 41 de las 71 plazas de Medicina de Familia que se cubrieron en el turno extraordinario de 2023
Así, a pesar de que el cupo de extracomunitarios se amplió de 513 a 850, finalmente “solo” se cubrieron 71 plazas de las 202 que habían quedado libres, y eso sin contar las incomparecencias que se produjeron después. De hecho, fueron los extracomunitarios los que aliviaron en gran parte ese problema, cubriendo más de la mitad, hasta un total de 41. No fue suficiente, y, como se mencionaba al comienzo del artículo, finalmente se quedaron sin cubrir la nada desdeñable cifra de 131 plazas de Medicina Familiar y Comunitaria en la convocatoria de Formación Sanitaria Especializada de 2023.
Peruana, boliviana, colombiana, ecuatoriana, cubana… o incluso angoleña son algunas de las nacionalidades entre las que se repartieron las plazas en aquel segundo llamamiento, además, claro está, de las 30 restantes que escogieron aspirantes españoles. La UDM AFYC Catalunya Central ICS, en Sant Fruitós del Bagés, fue la que cubrió más plazas en la convocatoria extraordinaria, con 9; a pesar de ello, recuerda José María Ladrero, autor del blog MIRentrelazados, quien ha recopilado todos estos datos, esta unidad docente dejó otras seis vacantes. La siguiente que más cubrió, y que además logró agotar todas las que ofertaba, fue la UDM AFYC Metropolitana Nord, en Sabadell.
UN PROBLEMA QUE AFECTA, SOBRE TODO, A LA ESPAÑA RURAL
La última plaza de Medicina Familiar y Comunitaria, y por tanto la última plaza adjudicada en el MIR de 2023, fue a parar a un médico cubano, que se decidió por la UDM AFYC Área de Salud de Don Benito-Villanueva de la Serena, en Badajoz. Y es que, como se mencionaba al comienzo del artículo, la peor parte se la llevó la España rural, con dos comunidades autónomas en concreto que aglutinaron a cerca de dos tercios de las plazas que no se pudieron cubrir tras esta segunda convocatoria.
Castilla y León y Galicia fueron, con 55 y 33 vacantes, respectivamente, las comunidades que más plazas dejaron sin adjudicar en la pasada convocatoria
Se trata, por un lado, de Castilla y León, con 55 vacantes libres: 9 en Miranda de Ebro, 9 en Soria, 7 en Ponferrada, 6 en Palencia, 5 en León, 4 en Aranda de Duero y una en Medina del Campo. Y, por otro, de Galicia, con 22: 19 en Lugo, 13 en Ourense y una en Ferrol. El resto de localidades con plazas de Medicina Familiar y Comunitaria sin cubrir en 2023 fueron Alcañiz (7), Cáceres (7), Calatayud (5), Coria (1), la mencionada Don Benito (1), Girona (1), Barbastro (3), Laredo (4), Oviedo (1), Palamós (1), Pamplona (12), Plasencia (7) y Tudela (2).
No obstante, si se suman también las renuncias de plaza posteriores en el momento de incorporarse a la misma, es Cataluña la que sale peor parada: dejó sin cubrir 56 de las 365 plazas de Medicina Familiar y Comunitaria que ofertó en 2023, el 15,01%: 37 en la provincia de Barcelona, 11 en Girona, 7 en Tarragona y una en Lleida. Sin embargo, es imposible saber cuántas plazas de la especialidad hay actualmente "vacías" en España, ya que no existen datos de todos los centros que permitan hacer una radiografía nacional.
"Las comunidades autónomas tienen que tramitar la acreditación de plazas, garantizando la calidad de la formación para así evitar que queden plazas vacantes o que se produzcan renuncias y abandonos de los residentes"
A pesar de ello, el Ministerio de Sanidad ha manifestado en varias ocasiones su voluntad de seguir incrementando el número de plazas de la especialidad. La última, hace alrededor de un mes, cuando la cartera de Mónica García, en respuesta a Catalina García, consejera de Salud y Consumo de Andalucía, afirmó que lo tiene como una de sus prioridades. “Pero parte de la necesidad de que las comunidades autónomas tramiten la acreditación de plazas, garantizando la calidad de la formación para así evitar que queden plazas vacantes o que se produzcan renuncias y abandonos de los residentes", matizaron desde Sanidad.
Y es que, recuerdan, el crecimiento en la oferta de plazas de Medicina de Familiar y Comunitaria ha sido del 38% desde el año 2017. De hecho, una de las primeras acciones de Mónica García como nueva ministra de Sanidad, menos de un mes después de tomar posesión del cargo, fue pedir un aumento de plazas acreditadas de Medicina Familiar y Comunitaria a las comunidades autónomas que están por debajo de la media nacional. De cumplirse este objetivo marcado por el Ministerio, se añadirían 224 plazas más a la oferta actual, ya de por sí la más grande de la historia.