Hace casi diez años que la especialidad de Medicina del Deporte no aparece en la oferta de plazas MIR. Después de dejar 56 vacantes sin cubrir en la convocatoria de 2015, el Tribunal Supremo anuló en 2016 el Real Decreto de troncalidad y eliminó tanto esta como las especialidades de Hidrología Médica, que había dejado libres 5 plazas, y de Medicina Legal y Forense, que volvería años después. Sin embargo, sus profesionales no se rinden, y llevan desde entonces luchando por el regreso de una especialidad que, “al contrario de lo que podría pensarse”, no se limita al deporte de competición.
De hecho, recuerda Luis Franco Bonafonte, secretario general de la Sociedad Española de Medicina del Deporte (SEMED), abarca a más del 50% de la población de entre 15 y 75 años que vive actualmente en España, y que, según la última encuesta de hábitos deportivos, practica alguna actividad deportiva al menos dos veces por semana. Sin embargo, desde el año 2018, cuando terminaron su periodo formación los pocos especialistas que comenzaron en la citada convocatoria MIR de 2015, ya no hay nuevos especialistas de Medicina del Deporte en España.
“El aumento de la expectativa de vida de la sociedad, junto con el enorme incremento de enfermedades crónicas, requiere la incorporación de la prescripción de ejercicio como elemento fundamental para su manejo"
“El aumento de la expectativa de vida de la sociedad, junto con el enorme incremento de enfermedades crónicas, como la obesidad, dislipidemia, diabetes, hipertensión, cardiopatía isquémica, insuficiencia cardiaca crónica, artrosis, osteoporosis… requiere la incorporación de la prescripción de ejercicio como elemento fundamental para su manejo”, explica Franco Bonafonte, quien destaca que esa prescripción es un acto médico “perfectamente establecido como una actuación compleja”: “Requiere valoración funcional, individualización y seguimiento del paciente, proceso que requiere la aportación indiscutible del especialista en Medicina del Deporte”.
Es lo que hacen, por ejemplo, en la Unidad de Medicina de l’Esport del Hospital Sant Joan de Reus, que el doctor Luis Franco Bonafonte lleva dirigiendo desde su apertura en el año 1989. “España es una potencia mundial en deporte. Para mantener esta situación, resulta imprescindible la aportación de la Medicina del Deporte”, insiste el médico catalán. Y es que, sin la existencia ya de una formación reglada en esta especialidad desde el 2016, sumado a la acelerada jubilación de profesionales sanitarios que se va a producir en los próximos años, Medicina del Deporte está en riesgo de desaparecer.
“Los deportistas profesionales y de alto nivel contarían posiblemente con médicos con una formación específica, pero la población general se vería privada de esta asistencia"
“Los deportistas profesionales y de alto nivel contarían posiblemente con médicos con una formación específica, pero la población general, jóvenes, adultos y ancianos, se verían privados de esta asistencia”, afirma Franco Bonafonte, quien alerta también que esta desaparición de la Medicina del Deporte dejaría a los deportistas desprotegidos frente a diversos aspectos del dopaje, otro de los ámbitos de actuación de sus especialistas. “Ante la necesidad de tratamiento por cualquier proceso patológico, el deportista sería tratado por su médico generalista o especialista, quien le prescribiría medicación sin tomar en consideración las limitaciones que supone el dopaje respecto a las sustancias prohibidas”, advierte.
MÁS DE DIEZ AÑOS DE REUNIONES Y LUCHA
Medicina del Deporte siguió existiendo como tal hasta la publicación del Real Decreto 589/2022, de Especialidades en Ciencias de la Salud, pero sin la posibilidad de formación. A partir de entonces, ya sí que desapareció de manera definitiva, puesto que, reconoce el secretario de SEMED, la especialidad tiene una serie de condicionantes que hacen muy difícil cumplir con todos los requisitos que exige el citado Real Decreto: “Es minoritaria, con pocos profesionales trabajando en ella, de ámbito privado en su mayoría, y con una distribución geográfica desigual, con escasa presencia fuera de Madrid, Cataluña y Andalucía”.
"El devenir de la especialidad siempre ha estado sujeto a los avatares políticos y a las pretensiones interesadas de algunos"
A pesar de ello, apunta Franco Bonafonte, la confluencia europea determinó en el año 2005 que la especialización en Medicina del Deporte debía hacerse mediante formación hospitalaria, y no en las escuelas profesionales de Medicina del Deporte, que es como se ha hecho hasta el 2018. El camino que siguió a partir de entonces, en cambio, fue a la inversa. “Siempre se había contado con el convencimiento de la necesidad de la especialidad por parte de los diversos directores generales de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, con los que hemos tratado a lo largo de todos estos años”, asegura el experto.
Y lamenta: “A pesar de esta comprensión, el devenir de la especialidad siempre ha estado sujeto a los avatares políticos y a las pretensiones interesadas de algunos”. Y es que, además, critica Franco Bonafonte, ya no cuentan con los apoyos de los responsables actuales del Ministerio. “Al contrario que los anteriores, se han mostrado poco favorables a la restauración de la formación de nuestra especialidad. No han continuado con el Real Decreto específico para este fin, sino que nos remitió al nuevo Real Decreto Ley de Especialidades (R.D. 589/2022) y al cumplimiento estricto de todos los requisitos del mismo”, insiste.
"Al contrario que los anteriores directores de Ordenación Profesional, los actuales se han mostrado poco favorables a la restauración de la formación de nuestra especialidad"
Y no será porque no lo han intentado: “En una reunión mantenida en 2023 en la sede del Ministerio de Sanidad, indicamos tanto a la directora como a la subdirectora general de Ordenación Profesional que era de muy difícil consecución el requisito de que sean siete las comunidades autónomas que se comprometan a pagar la formación de las especialistas. Entendemos este requisito para las especialidades médicas convencionales, pero les pedimos que tuvieran en cuenta la singularidad de la Medicina del Deporte”. Pero la respuesta del Ministerio fue clara: el Real Decreto tiene que cumplirse en todos los aspectos, lo que deja el regreso de la especialidad, a día de hoy, en prácticamente un imposible.
“El resto de los requisitos que solicita el Real Decreto pensamos que se pueden cumplir”, asegura Franco Bonafonte, que sigue trabajando desde dentro de SEMED para su restauración “con reuniones y contactos tanto con representantes de las comunidades como de los grupos y comisiones parlamentarias”. “Es necesario implantar la prescripción de ejercicio para la auténtica pandemia de enfermedad crónica que vivimos actualmente. En manejo de las patologías es incuestionable y solo puede asumirse con médicos especialistas”, sentencia.