Entre los años 2020 y 2024, las comunidades autónomas de Madrid, Andalucía, Cataluña y la Comunidad Valenciana han concentrado el 59,5% de las 40.643 plazas MIR adjudicadas en el conjunto del Estado. Así se desprende del informe elaborado por Vicente Matas Aguilera, médico jubilado y miembro del Centro de Estudios del SIMEG “Vicente Matas”, que analiza la evolución de la oferta y elección de plazas MIR durante este quinquenio.
El análisis determina las cuatro comunidades que han sido las principales receptoras de residentes: “Madrid con 7.206 plazas es la CCAA que ha adjudicado más plazas en estos cinco años, seguida de Andalucía con 6.698, Cataluña con 6.282 y la Comunidad Valenciana con 4.001”, señala Matas en el informe.
El estudio destaca un aumento global del 11,9% en las plazas MIR adjudicadas desde 2020 hasta 2024, lo que se traduce en 907 plazas más. En términos absolutos, Madrid encabeza también este crecimiento con 202 nuevas plazas, seguida por Cataluña (193) y Andalucía (154). En cuanto al crecimiento porcentual, lideran Galicia (20,3%), Cataluña (16,8%) y Murcia (15,5%). “Los incrementos han llegado muy tarde, pues terminarán su formación en 2028 o 2029 los que comenzaron el año pasado”, advierte Matas, en referencia al desfase temporal entre el aumento de plazas y la incorporación de nuevos especialistas al mercado laboral.
Madrid, comunidad favorita de los MIR, adjudicó el 21% de sus plazas entre los 1.000 primeros y hasta el 51% entre los 3.000 primeros MIR
En contraste, tres comunidades han visto reducir su número de plazas MIR en el periodo analizado. Extremadura ha adjudicado 15 plazas menos (-7,9%), Navarra 10 menos (-6,7%) y Baleares 5 menos (-2,9%). Otras regiones como INGESA (Ceuta y Melilla) y La Rioja han mantenido una oferta estable, mientras que el crecimiento en Aragón (0,8%) y Asturias (1,7%) ha sido mínimo.
Uno de los indicadores clave del informe es la preferencia de los aspirantes MIR con mejor número de orden. Entre los 1.000 primeros puestos, Madrid lidera con 1.571 plazas adjudicadas (21,8%), seguida del País Vasco con 293 (15,4%) y la Comunidad Valenciana con 557 (13,9%). En números absolutos, Cataluña (735 plazas) y Andalucía (692) siguen a Madrid, aunque con porcentajes más bajos.
“Dentro de los 3.000 primeros, Madrid adjudicó 3.715 plazas (el 51,6%), el País Vasco 839 (44,1%) y la Comunidad Valenciana 1.660 (41,5%)”, detalla el informe. Por el contrario, INGESA no logró adjudicar ninguna plaza dentro de los primeros 3.000 números, mientras que La Rioja y Extremadura lo hicieron con porcentajes del 13,7% y 14%, respectivamente.

IMPLICACIONES EN LA PLANIFICACIÓN SANITARIA
Esta distribución tiene implicaciones importantes en la planificación sanitaria. Como recuerda Matas, “formar a un médico especialista supone, como mínimo, once o doce años”, por lo que cualquier cambio en la oferta tarda en trasladarse al sistema asistencial.
El informe también pone el foco en la evolución de los egresados en las facultades de Medicina. Se ha pasado de 3.882 titulados en 2009 a 6.587 en 2023, y los nuevos ingresos superan ya los 9.000 por curso. Esta expansión universitaria, no acompañada de un crecimiento planificado y suficiente en las plazas MIR, ha generado un cuello de botella en el acceso a la formación especializada.
“Existe una bolsa de más de mil médicos de nuestras facultades que no han podido acceder a una plaza MIR en los últimos años”
“De no haberse realizado el drástico recorte de plazas MIR entre los años 2010 a 2019 se podrían haber formado 4.813 nuevos especialistas, que ahora los echamos en falta”, denuncia Matas, quien alerta además de la existencia de “una bolsa de más de mil médicos de nuestras facultades que no han podido acceder a una plaza MIR en los últimos años”.
Aunque en 2025 se han convocado 9.007 plazas MIR, la estimación es que solo unos 7.750 residentes completarán su formación, de los cuales unos 500 se marcharán al extranjero. Estas cifras siguen siendo insuficientes para cubrir las jubilaciones y las necesidades de ampliación de plantilla en algunas especialidades.
Matas recalca que es necesaria “de forma urgente una planificación responsable a medio y largo plazo, con datos actualizados por especialidad y edad, plazas vacantes y necesidades de incremento de plantilla”, subraya Matas. De lo contrario, avisa, el sistema sanitario podría volver a situaciones del pasado en las que miles de médicos especialistas quedaban infrautilizados o se veían obligados a emigrar.