Un año más, la Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria de Lugo -la encargada de formar a médicos y enfermeros de Atención Primaria en la provincia del noreste de Galicia- ha sido la que más plazas MIR ha dejado desiertas en España: 16. Se trata de una cifra que, expresada en números absolutos, podría preocupar, y mucho, más aún en una comunidad autónoma que ha vuelto a ser una de las que ha cubierto menos plazas en todo el territorio nacional. No obstante, la cosa cambia radicalmente si se tienen en cuenta otros elementos, como, por ejemplo, apunta la jefa de estudios de esta unidad docente, que la oferta de Lugo es extremadamente grande en relación a la que debería ser por su población.
“Ofertamos una plaza cada 10.000 habitantes, mientras que Madrid lo hace cada 25.000. Si más ofertamos, más quedan libres”, resuelve Pilar Rodríguez Ledo, médico de familia en Lugo desde el año 1988 y jefa de estudios de su UDM AFyC desde el 2010. “Es algo que muchas veces se olvida en los análisis que se hacen de la situación del MIR, y que nos hace mucho daño. No puedes esperar que los ingresos económicos de una familia de diez personas sean los mismos que los de una de tres”, añade.
"No puedes esperar que los ingresos económicos de una familia de diez personas sean los mismos que los de una de tres”
Y es que, denuncia Rodríguez Ledo, en algunas comunidades autónomas, “más allá de lo que consideramos desde las unidades docente, y fruto de esa necesidad que hay de recursos humanos, nos instan a sacar a la convocatoria todas las plazas que tenemos. Y nosotros tenemos muchas más plazas de las que nos corresponden por población”. En concreto, en Lugo se han ofertado este año 30 plazas MIR de Medicina Familiar y Comunitaria, que abarcan centros de salud de Lugo capital, Monforte de Lemos y la zona de costa de la provincia gallega.
“Desde que llegué a la unidad docente, hemos ido aumentando paulatinamente el número de plazas, y nuestra situación dentro de Galicia es muy particular. Aunque tenemos costa, somos una provincia de interior, y estamos muy alejados. No tenemos aeropuerto ni ave, como sí tiene por ejemplo Orense, que es la provincia más equivalente a Lugo en relación a envejecimiento poblacional. Además, Orense tiene mucha más población que Lugo, pero su oferta es menor”, apunta Rodríguez Ledo. Efectivamente, en Orense han quedado sin cubrir este año 12 plazas… pero eran 21 las que se ofertaban
"Hay gente que a lo mejor viene llorando por la plaza que les ha tocado y después se quedan toda su vida"
“Es una cuestión en la que juegan muchos aspectos”, insiste la médico de familia, quien reconoce, no obstante, que en esta problemática también entra en juego el cada vez menor interés que despiertan las zonas rurales entre los residentes. “Al final, los futuros residentes eligen su especialidad por una serie de razones que son bilaterales, y que son los de esta generación. No son ni mejores ni mejores ni peores, son respetables, como todas. Pero está claro que por mucho que aumentemos el número de plazas, como están haciendo últimamente, no se van a cubrir más. Es de cajón, y los números lo demuestran”, afirma.
LUGO NO QUIERE MÁS PLAZAS DE FAMILIA
Desde la Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria de Lugo han pedido no ofertar todas las plazas que tienen acreditadas, a pesar del esfuerzo que hicieron en su momento por tener tutores suficientes para todos los residentes “y un buen número de personal que puede dar apoyo a la docencia”. “Tenemos una estructura amplia para poder recibir a los 30 residentes, eso no se debe poner en duda, pero la gente joven prefiere ir a otros lugares”, insiste Rodríguez Ledo, a quien 14 plazas sí que le parecería “un número muy razonable para una población de 100.000 habitantes”. “De momento no nos han dicho nada. Seguimos igual, esperando a ver cuáles son las directrices”, informa.
La jefa de estudios también pide cambiar el sistema de elección de plaza y volver a la presencialidad. El telemático, critica, facilita que los aspirantes no se atrevan a elegir por falta de información en el momento, o que después renuncien si no les ha tocado la plaza en el sitio que querían: “Eso antes no pasaba tanto”. De hecho, comenta, muchos residentes de su unidad docente son de fuera de Lugo e incluso de Galicia, aunque reconoce que cada vez son menos. “Ahora tenemos a cuatro o cinco de Lugo, pero antes ni eso. Hay gente de muchísimos sitios, hasta de Canarias. También de Iberoamérica: Colombia, Cuba… la multiculturalidad enriquece a todos”, destaca Pilar Rodríguez Ledo.
"Los residentes son casi el eje de un hospital comarcal, y los adjuntos se sienten muy orgullosos de ellos"
“Es verdad que nos quedan plazas libres, y que cuando piensan en ir a Lugo a muchos les parece el problema de su vida; pero también es verdad que tenemos una tasa de renuncias muy bajita. Hay gente que a lo mejor viene llorando y después se quedan toda su vida, y eso también es gracias al equipo que tenemos, con muchos tutores que ofrecen lo mejor de sí y dan una amplia cobertura docente”, asegura la doctora, quien destaca también las ventajas de formarse en un hospital pequeño por delante de uno grande: “Sobre todo en una especialidad de Medicina de Familia, que no requiere de tanta tecnología puntera como otras”.
“No tienes competencia de otros residentes, todo es más accesible y cercano. Tú eres residente y estás rotando en Cardiología, pero resulta que en Ginecología tienen algo que aporta valor a tu formación y tú te enteras y lo aprovechas. Además, los residentes son casi el eje de un hospital comarcal, y los adjuntos se sienten muy orgullosos de ellos. Quieren que se empapen como una esponja”, concluye la jefa de estudios de la Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria de Lugo.