Inmunología fue, en la convocatoria MIR de 2023, la cuarta especialidad que más tardo en comenzar a escogerse, solo por delante de Bioquímica Clínica, Medicina del Trabajo y Medicina Nuclear. En concreto, su primera plaza fue elegida por el número de orden 3.206, quien decidió realizar su residencia en el Hospital Clínico Universitario de La Paz de Madrid. Se trata así de unas de las denominadas especialidades “desconocidas”, pero que, no obstante, cada vez tiene una mayor importancia en el ámbito de la salud pública.
Y es que, en los últimos años, se han ido relacionando cada vez más patologías humanas con alteraciones del sistema inmunitario. Incluso enfermedades como el cáncer o la obesidad ya forman parte del campo de actuación de los inmunólogos. “El sistema inmunitario es un sistema líquido que circula por todo el organismo, y todas las partes que conocemos del cuerpo pueden verse afectadas por un mal funcionamiento de este”, afirma a ConSalud.es la doctora Yvelise Barrios, vocal de la Sociedad Española de Inmunología, quien cita precisamente a esta como la principal razón por la que su especialidad es la “gran desconocida”.
“Cada especialidad asume su cuota de Inmunología, y los que somos especialistas dejamos de tener ese papel más preponderante"
“Cada especialidad asume su cuota de Inmunología, y los que somos especialistas dejamos de tener ese papel más preponderante. Por ejemplo, en las enfermedades inmunomediadas del aparato digestivo, quien se acaba encargando de resolverlas es el propio digestivo. Lo mismo ocurre con las inmunomediadas del riñón y el nefrólogo”, señala. “Al final, para ejercer la Inmunología Clínica no siempre es necesario ser inmunólogo, y eso nos perjudica mucho. Puedes dedicarte a otra especialidad y saber que eso lo vas a tener ahí siempre”, añade la experta sobre una especialidad a la que, además, pueden acceder tanto médicos como biólogos y farmacéuticos.
De hecho, estos dos últimos grupos de profesionales son actualmente mayoría en los servicios de los hospitales, y, de las 34 plazas ofertadas este año, solo 14 son para médicos. “Esto también hace que los médicos la vean como una especialidad que no es tan médica. Sí que es verdad que en los últimos años se ha orientado mucho hacia la parte clínica, que solo podemos hacer los médicos, y muchos hospitales ya tienen consultas propias de Inmunología, donde llegan pacientes con inmunodeficiencias primarias y secundarias; pero el punto fuerte de la especialidad sigue estando en el laboratorio. Y esto solo lo pueden hacer los biólogos farmacéuticos”, explica Barrios.
"Tenemos bastantes problemas con médicos que cogen la plaza y se van a mitad de la formación, y esto hace un agujero muy importante en los servicios”
La inmunóloga recuerda cómo, ya cuando ella participó en la convocatoria MIR de 1994, eligió esta especialidad con un número de orden “malo”, muestra de que sigue estancada en esa falta de visibilidad a pesar de los mencionados avances de los últimos años. Lo hizo, indica, con un número cercano al 900, cuando la oferta por aquel entonces apenas era de 4.300 plazas. “También ocurre que muchas facultades de Medicina no tienen profesores de Inmunología que sean médicos especialistas, y los alumnos no la encuentran atractiva”, comenta la doctora.
A nivel general, Inmunología es, después de la mayoría de las quirúrgicas y de Farmacología Clínica, Medicina Legal y Forense y Psicología Infantil y de la Adolescencia, la especialidad MIR que menos plazas oferta. Las mencionadas 34, una más que el año pasado. “Además de esto, tenemos bastantes problemas con médicos que cogen la plaza y se van a mitad de la formación, y esto hace un agujero muy importante en los servicios”, insiste Yvelise Barrios, quien también apunta como otra problemática el hecho de que los residentes no siempre pueden hacer guardias específicas de Inmunología: “Algunos hospitales tienen programas de trasplantes, y ahí no hay problema porque somos nosotros los que hacemos las guardias de histocompatibilidad. Pero hay otros en los que esos programas están más centralizados, y por eso conviene informarse bien antes”.
UNA ESPECIALIDAD QUE COMBINA INVESTIGACIÓN Y ATENCIÓN AL PACIENTE
Pero no todo van a ser cosas negativas. Los inmunólogos, explica la experta, tienen una importante formación de base para tratar todas estas enfermedades, y son los más indicados para profundizar en ellas. “Ahora hay una enorme cantidad de fármacos biológicos o monoclonales que funcionan como herramienta terapéutica del sistema inmunitario y que hemos fabricado nosotros en los laboratorios. Somos los que estamos más preparados para conocer los impactos que pueden tener esas terapias biológicas en el organismo. De hecho, muchas farmacéuticas cuentas con nosotros a la hora de la formación”, presume.
"Somos los que estamos tirando de las terapias CAR-T de trasplantes junto con los hematólogos"
“La inmunología intervencionista (trasplante, inmunoterapia…) cada vez tiene un mayor impacto y aplicación”, señalaba también hace unos meses a este medio el presidente de la Sociedad Española de Inmunología, Marcos López Hoyos, quien da la razón a su compañera en lo que respecta a la “infravaloración” de la especialidad en los grados de Ciencias de la Salud, “y de forma especialmente relevante, en Medicina”. “La Inmunología es un campo del saber transversal e interdisciplinar, y debe tener un peso semejante a otras disciplinas básicas”, reivindica.
“Necesitamos recuperar ese espacio que teníamos antes, y erradicar la mala fama que tenemos de que solo hacemos laboratorio. Hay que poner en valor que llevamos ya muchos años en la parte clínica de los hospitales. Sin ir más lejos, somos los que estamos tirando de las terapias CAR-T de trasplantes junto con los hematólogos. Desde cáncer a enfermedades autoinmunes, es una especialidad que da mucho”, concluye.