En España, según un reciente estudio del Sindicato Médico de Granada, más de la mitad de los pediatras que trabajan actualmente en Atención Primaria tienen más de 50 años, y uno de cada cuatro está en edad de jubilación o muy próxima a ella, es decir, tiene más de 60. En los hospitales, en cambio, la cosa cambia radicalmente: casi el 70% tiene menos de 50 años, muestra de una tendencia que, denuncian desde la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), viene motivada por la creación de plazas hospitalarias “que no se ajustan a la situación actual”.
“Estamos en una situación en la que los hospitales cada vez ingresan a menos niños. En el País Vasco, donde yo trabajo, el número de ingresos bajó de 10.000 a 6.000 entre el 2002 y el 2016, porque la capacidad de resolución de la Atención Primaria cada vez es mayor”, asegura a ConSalud.es el doctor Pedro Gorrotxategi, presidente de la AEPap. Y aporta más cifras: en el año 2010, había 3.700 plazas de pediatría hospitalaria, que ahora han subido a 5.000, mientras que las de pediatría de Atención Primaria, que entonces eran 6.500, han disminuido. “El recambio generacional en el hospital se ha hecho, y en Primaria no se ha hecho”, denuncia.
“No es normal que las consultas externas de los hospitales aumenten cuando los pediatras de Atención Primaria estamos mejor preparados que nunca"
El problema, apunta Gorrotxategi, parte de la base; es decir, de los residentes que terminan la especialidad de Pediatría -que tiene rotaciones tanto en Atención Primaria como en hospital- y para los que se están creando “consultas externas no necesarias para la población” para “retenerlos” en los hospitales. Mientras, insiste, los ingresos hospitalarios siguen descendiendo: “No es normal que las consultas externas de los hospitales aumenten cuando los pediatras de Atención Primaria estamos mejor preparados que nunca, con más medios auxiliares que nunca y resolviendo casi la totalidad de los problemas”.
Analíticas, radiografías, pruebas funcionales para determinadas patologías… son algunas de las técnicas que desde hace años ya se pueden hacer desde Atención Primaria. “El especialista del hospital tiene que hacer algo más para racionalizar la atención, pero no se está haciendo. Solo crean plazas y plazas, y ponen hospitales en las puertas de las casas”, critica el pediatra.
LA FÓRMULA: CONTRATOS INESTABLES
Según los datos aportados por el Sindicato Médico de Granada, y que proceden a su vez del informe ‘Oferta-Necesidad de Especialistas Médicos 2023-2035’ del propio Ministerio de Sanidad, parece que los pediatras que terminan la especialidad cada vez tienden más hacia los hospitales, algo que, justificaba en una en una entrevista concedida a este periódico la doctora María del Mar Rodríguez Vázquez del Rey, vicepresidenta de Atención Hospitalaria de la Asociación Española de Pediatría, tiene que ver con las malas condiciones de Atención Primaria.
Pedro Gorrotxategi, si bien reconoce estas malas condiciones, añade: “A ti te gusta más la atención hospitalaria si te dan trabajo”. “Todos los ingenieros aeroespaciales quieren ir a la luna, pero al final no van más que uno o dos, porque no hay sitio para todos. Pues lo mismo pasa con la Pediatría hospitalaria, que no hay plazas suficientes por mucho que las hayan aumentado en los últimos años”, asegura el presidente de la AEPap.
"Igual es que los pediatras de Primaria no tenemos la suficiente fuerza y necesitamos montar una buena para que nos hagan caso"
Todo este aumento de ofertas de trabajo en los hospitales, continúa el experto, lleva asociado otro problema: los contratos que se ofrecen son muy precarios. De hecho, aunque sin especificar si en Atención Primaria u hospitalaria, otro reciente informe del Ministerio de Sanidad indica que solo el 30% de los MIR de Pediatría que terminan tienen un contrato fijo, interino o de al menos dos años de duración, y algunas comunidades autónomas, como Andalucía o La Rioja, registran directamente un 0%. Andalucía también es, casualmente, una de las que tiene mayor porcentaje de pediatras de Atención Primaria con más de 60 años (29,9%), solo superada por Castilla-La Mancha (31,3%), Murcia (31,5% y Ceuta y Melilla (50%).
“Cada vez se abren más hospitales, que necesitan a mucho personal para las guardias”, confirma Gorrotxategi. “En Primaria, en cambio, el número de profesionales no aumenta en la misma proporción, porque va en función de los niños, mientras que en los hospitales depende de lo que quiere el jefe de servicio o el dirigente de la comunidad autónoma en la que se encuentra, que buscan tener a la gente contenta. En eso estamos en desventaja total con los hospitales”, lamenta.
En la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria cada vez están más hartos de esta situación. De momento, después de pasar durante el comienzo de su carrera profesional por el hospital, la mayoría de los pediatras se siguen yendo a Atención Primaria. No obstante, si se siguen ofreciendo estos “contratos innecesarios” en los hospitales, la dinámica podría cambiar, y, entonces sí, producirse un problema grave de relevo generacional en la especialidad. “Los hospitales acaparan a los residentes que terminan, y las comunidades autónomas no están haciendo nada para evitarlo. Igual es que los pediatras de Primaria no tenemos la suficiente fuerza y necesitamos montar una buena para que nos hagan caso…”, sentencia su presidente.