Este año, han terminado su formación MIR (médico interno residente) de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria un total de once personas en la provincia de Soria, y ocho de ellos ya han anunciado que se quedarán allí trabajando como adjuntos. Puede parecer una cifra sin mucha mayor relevancia, e incluso en cierto modo lógica, pero la perspectiva cambia al descubrir que apenas dos de estos ya especialistas son naturales de la localidad castellanoleonesa, muestra del arraigo que ha generado en el resto y de que la política de retención de talento que promueve la Junta de Castilla y León está funcionando en una provincia que, recordemos, ha dejado sin cubrir en la convocatoria MIR de 2024 más de la mitad de las plazas que ofertaba de Medicina de Familia…
María es uno de esos seis médicos de familia que, pese a no ser de Soria, y, en su caso, tampoco tener ningún tipo de vinculación previa con la provincia, decidió realizar allí su residencia y ahora ejercer la especialidad en uno de sus centros de salud. Ella nació en Cuenca, pero cuatro años después de su llegada en plena época de pandemia ya se considera una soriana más. “Yo estudié Medicina en la Universidad Autónoma de Madrid, después de haber estado en Cuenca durante toda mi infancia y adolescencia. Y, al hacer las prácticas de la carrera en el Hospital de La Paz, me di cuenta de que la calidad de la formación de un médico de familia debe estar, sobre todo, en un sitio en el que prácticamente no haya residentes de otras especialidades”, recuerda la joven manchega.
"La calidad de la formación de un médico de familia debe estar, sobre todo, en un sitio en el que prácticamente no haya residentes de otras especialidades”
La Paz, al fin y al cabo, no deja de ser uno de los hospitales más grandes de Madrid y de España, y por ende de los que más plazas MIR ofertan. “Recuerdo estar rotando en Neurología y estar allí residentes de Neuro, de Interna, de Intensivo, de Anestesiología… todos en la misma sala. Por eso, comencé a informarme y Soria me llamó mucho la atención desde el primer momento”, afirma María. “Es un hospital de capital de provincia lo suficientemente grande como para que estén diferenciados todos los servicios por los que tiene que rotar un MIR de Familia: Cardiología, Neumología, Digestivo… Y, a su vez, también lo suficientemente pequeño como para que haya residentes de otras especialidades, solo que en mucha menor cantidad. Las rotaciones prácticamente no las compartes con ningún otro, son mucho más personalizadas”, añade.
En Soria puede que no haya cirujanos vasculares o torácicos, pero eso a un residente de Medicina de Familia, a fin de cuentas, tampoco le importa demasiado. Sí que le importa, como a cualquier otra persona, tener oferta de ocio y de cosas que hacer al acabar el turno, y en ese sentido María rompe una lanza a su favor y en contra de la visión que se tiene de la provincia desde otros lugares de España. “A veces la gente habla de que es una ciudad pequeña, a la que le falta oferta. Pero a mi siempre me ha parecido que, para el tamaño que tiene, hay mucho ambiente. Siempre hay cosas que hacer”, destaca.
"A mi siempre me ha parecido que en Soria, para el tamaño que tiene, hay mucho ambiente"
“Y luego está la calidad de vida que hay aquí, que es otro nivel. Poder ir caminando a trabajar, estar cerca de tus compañeros, de tus amigos… y que los horarios no sean tan duros como los que hay en otros hospitales más grandes. Soria es una ciudad que te acoge súper bien”, insiste la joven, que, aunque reconoce que contaba con la “ventaja” de saber lo que es estar en una ciudad pequeña, también se había acostumbrado ya a vivir en Madrid, donde había pasado toda su vida adulta: “Fue un gran cambio, sin duda”.
TODO A FAVOR PARA QUEDARSE
En el mes de junio, cuando se supo que Soria había dejado vacantes 11 de las 21 plazas de Medicina Familiar y Comunitaria que ofertaba en 2024, desde el Colegio Oficial de Médicos de Soria (COMSOR) reconocían la “preocupación” que esto les generaba, pero también el desconocimiento que se tiene tanto de la especialidad como, sobre todo, de la provincia. “Existe un gran desconocimiento por parte de los MIR acerca de la provincia y sus oportunidades, pero la realidad es que la formación en Atención Primaria en Soria es excelente”, afirmaban desde el COMSOR, recordando, no obstante, que la calificación de las rotaciones por la Atención Primaria rural es, según las valoraciones de los propios residentes recogidas por la Organización Médica Colegial (OMC), de 9,7 sobre 10.
María lo corrobora, y añade que, en su promoción, dos compañeras han decidido quedarse como adjuntas en pueblos de la provincia; ella ha optado por Soria capital, donde estará, como mínimo, tres años, gracias al citado programa de retención de talento que la Junta de Castilla y León tiene instaurado desde hace años. “Los tutores que hemos tenido tanto en zona urbana como rural consiguen que te acabe gustando todo”, subraya la joven médica de familia, quien, eso sí, afirma que no tenía conocimiento de esos contratos de fidelización antes de elegir Soria como lugar para hacer el MIR.
“Los tutores que hemos tenido tanto en zona urbana como rural consiguen que te acabe gustando todo”
“A la hora de elegir el sitio no tienes tan en cuenta el contrato de después, te centras más en los cuatro años de especialidad. Pero nada más entrar ya vi que muchos compañeros que terminaban lo estaban cogiendo, así que nos pasamos prácticamente el resto de la residencia hablando de estos contratos”, indica María: “Es una cosa que, sin duda, facilita mucho las cosas. Sobre todo porque luego, en las rotaciones, conoces a compañeros de otras especialidades que no lo tienen tan fácil, y que andan buscando bajas de maternidad o sustituciones de quince días, mientras que tú vas a tener contrato durante tres años”.
María, además, como se ha mencionado anteriormente, pertenece a los MIR de la ‘generación COVID’, es decir, aquellos que no pudieron comenzar su formación hasta septiembre por la incertidumbre que había en ese momento, cuando lo normal es hacerlo antes del verano. En ese sentido, Soria también fue la opción ideal. “Saber que tienes zonas donde puedes salir a hacer excursiones, ir a por hongos, que aquí es el hobby estrella…”, recuerda entre risas. “De hecho, muchos de los del 2020 nos conocimos haciendo rutas por el campo, porque era el único ocio que se podía hacer. La mayoría estábamos lejos de casa, y fuimos nuestro mayor apoyo dentro y fuera del hospital”, sentencia.