Entre los años 2014 y 2023 abandonaron su plaza de médico interno residente (MIR) un total de 4.648 personas, el 6,79% de los que la habían empezado. De ellos, casi la mitad, 1.949, pertenecían a la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria (o al menos eso pensaban en un principio), convirtiendo así a la suya en una de las especialidades con más abandonos en la última década, y no solo en números absolutos: los 1.949 médicos que la dejaron a medio camino representan, a su vez, al 10,91% de todos los que la comenzaron cuatro años antes.
Estas cifras, apunta Vicente Matas, del Sindicato Médico de Granada, son las que, sumadas a los recortes en la convocatoria de plazas derivados de la crisis económica que empezó en el año 2008, explican los problemas que tiene actualmente la Atención Primaria para reponer las jubilaciones que se están produciendo en el Sistema Nacional de Salud (SNS). El propio facultativo andaluz, ya jubilado, es quien ha dado a conocer los datos en un nuevo informe.
La situación, no obstante, ha variado ostensiblemente con el paso de los años. En 2014 podrían haber terminado su residencia 1.904 nuevos médicos de familia que habían comenzado a formarse en 2010, y finalmente “solo” lo hicieron 1.485, es decir, 419 personas menos, el 22,01%. En 2015, dicho porcentaje se redujo hasta el 18,60%, en 2016 hasta el 16,22%, en 2017 hasta el 13,80% y en 2018 hasta el 12.96%. Así hasta llegar a la convocatoria MIR del año 2019, cuando se produjo el salto más notorio: apenas 94 personas, el 5,68%, abandonaron la especialidad en algún punto de su periodo formativo, sin especificar por qué lo hicieron.
"La elección telemática va a provocar que en los próximos años vuelvan a aumentar los abandonos en las primeras semanas y las renuncias a tomar posesión de la plaza"
Tras un ligero repunte en 2020 y 2021, en 2022 volvió a bajar hasta el 3,54%, y finalmente, en 2023, se registró el porcentaje más bajo: solo 62 médicos de los 1.913 que iniciaron su formación en Medicina Familiar y Comunitaria en el año 2019 (el 3,2%) no la terminaron, y los que se convirtieron en nuevos especialistas fueron al final 1.851. No obstante, alerta Matas, la decisión tomada por Sanidad de suprimir la elección de plazas en tiempo real y sustituirla por el formato telemático a raíz de la pandemia de 2020 va a provocar que en los próximos años vuelvan a aumentar los abandonos en las primeras semanas y las renuncias a tomar posesión de la plaza.
Y es que el hecho de no poder elegir plaza en tiempo real provoca que a muchos aspirantes les sea adjudicada una vacante que realmente no querían, y que incluyeron en su listado de preferencias pensando que nunca les llegaría porque conseguirían otra antes. Tanto que, según el ABC, solo dos meses después de la adjudicación de 2024, a las 246 vacantes que quedaron sin elegir tras la convocatoria extraordinaria se le sumaron 259 no incorporaciones y 22 renuncias de los residentes de primer año. Habrá que esperar al próximo informe ‘Recursos Humanos, ordenación profesional y formación continuada en el Sistema Nacional de Salud’, del Ministerio de Sanidad -de él saca Matas muchos de sus datos-, para conocer realmente el alcance de esta medida cuyas primeras “víctimas” fueron los MIR que han terminado este año.
LAS ESPECIALIDADES SE HAN IDO ABANDONANDO MENOS
En cifras absolutas, al ser la especialidad que más plazas oferta cada año con una amplia diferencia sobre el resto, Medicina Familiar y Comunitaria también es, lógicamente, la que mayor número de abandonos sufre. Sin embargo, en el cómputo de los últimos diez años, hay muchas más que presentan peores datos, entre ellas casi todas las conocidas como ‘especialidades de laboratorio’, a las que se puede acceder desde más titulaciones además de la de Medicina, como Farmacia (FIR), Biología (BIR) o Química (QIR): Análisis Clínicos (12% de plazas abandonadas), Inmunología (12,2%) o Microbiología y Parasitología (13,6%).
De hecho, son muchas las voces dentro de estas especialidades, y así lo han reconocido a ConSalud.es, que promulgan la reducción de plazas destinadas a los médicos en favor de otras titulaciones, precisamente por la alta tasa de abandono que padecen al estar su ámbito de trabajo tan alejado de la práctica clínica. Posiblemente esta sea otra de las razones por las que, aun sin ser multidisciplinar, Farmacología Clínica sea la especialidad MIR con mayor tasa de abandono en la última década: 54 de las 171 personas que podrían haber terminado su formación en este periodo (el 31,6%) no lo hicieron al abandonar su plaza de residente.
Medicina del Trabajo es la especialidad con mayor tasa de abandono en la última década
Le siguen, antes de llegar a Medicina Familiar y Comunitaria, Medicina del Trabajo (28,6%), Medicina Preventiva y Salud Pública (23%), Anatomía Patológica (13,9%), Neurofisiología Clínica (13,5%) y Alergología (13,2%). Todas ellas, eso sí, y al igual que le ha ocurrido a Medicina de Familia con el paso de los años, han bajado considerablemente esta ratio entre los residentes que finalizaron en 2023, como mostramos en otro artículo reciente.
En 2014, por ejemplo, solo se convirtieron en especialistas la mitad de las personas que habían comenzado su residencia en Medicina del Trabajo cuatro años antes; en 2023, en cambio, abandonaron el 20%, porcentaje que no obstante sigue siendo el peor de ese año. Otras, como Cirugía Torácica o Cirugía General y del Aparato Digestivo, han empeorado en este tiempo, mientras que las tasas de abandono más bajas de los últimos diez años las tienen Dermatología (1,1%), Pediatría (1,6%), Cirugía Plástica (1,7%) y Oncología Médica (1,7%).