Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia, una de las últimas especialidades en incorporarse al Sistema Nacional de Salud (SNS) con formación vía MIR, cumplirá su tercer año de vida el próximo 2025. Por eso, no es de extrañar que sea la especialidad que más ha crecido porcentualmente con respecto a la oferta de plazas de 2024, pasando de 30 a 48, esto es, un 37,5%. Y, aunque la gran mayoría de las nuevas vacantes pertenecen a unidades docentes que nunca antes habían tenido residentes de esta especialidad, también hay casos, como el del Hospital Universitario Son Espases (Mallorca) y el del Universitario de Badajoz, que regresan a la convocatoria de Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia tras un año “en blanco”.
En el primero de ellos, recuerda su jefa de estudios, la razón es simple: no les llegó a tiempo, por parte del Ministerio de Sanidad, la acreditación definitiva para poder tener residentes. “Cuando aprobaron la especialidad, fueron preguntando a los distintos hospitales de España y rápidamente crearon las acreditaciones provisionales. Los primeros residentes de Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia que hubo en España, que se incorporaron en 2023, lo hicieron con acreditaciones provisionales. Al resto de unidades docentes les fue llegando, pero a nosotros no, así que no pudimos ofertar la plaza en 2024”, lamenta Mariluz Pradana.
"Al resto de unidades docentes les fue llegando la acreditación definitiva, pero a nosotros no"
Así, asegura la psicóloga y jefa de estudios de la Unidad Docente Multiprofesional del hospital balear, por su parte hubiesen estado “encantados” de recibir a su segunda residente este año: “Es verdad que cuando empieza una especialidad todavía hay muchas cosas por montar, y a veces con el primer residente tienes que ir innovando, improvisando, viendo cuáles son las mejores opciones. Pero, a la vez, es como un niño mimado. Además, al ser la primera que va rotando por los sitios, nos puede dar feedback de cómo van las cosas o cuál la parece mejor”.
Además, al ser la única residente de esta especialidad -la o el siguiente no se incorporará hasta la primavera del año que viene-, también es la única representante de su comisión de docencia. Por eso, comenta Mariluz Pradana, en el servicio de Psiquiatría del Hospital de Son Espases, el más grande la comunidad autónoma, cuentan los días hasta que se produzca la adjudicación de plazas, algo que sucederá ya bien entrado el mes de abril o incluso en mayo. “Da mucha curiosidad, es muy divertido y nos motiva bastante a todos”, afirma.
“Da mucha curiosidad, es muy divertido y nos motiva bastante a todos”
“El ser una unidad docente que tiene acreditados varios centros, permite mayor flexibilidad y movilidad a los residentes sin necesidad de tramitar nada. Por ejemplo, en Baleares tenemos un programa de atención a niños cuyos progenitores tienen problemas de salud mental, y cualquier residente podría pasar por él aunque esté en Ibiza y pertenezca a otro hospital. Y esto no solo para la nuestra, también para otras muchas especialidades más”, explica Pradana.
EXTREMADURA, MUCHO CAMINO TODAVÍA POR DELANTE
En el Hospital Universitario de Badajoz también arden en deseos por conocer quién será el “hermano pequeño” de su actual único residente de Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia, que acaba de iniciar el segundo de sus cinco cursos de duración. Habla Moisés Bolívar, homólogo de Mariluz Pradana en la institución extremeña desde el año 2019: “Yo no tanto, pero los compañeros siempre están muy pendientes durante el periodo de elección. Intentamos que su experiencia sea lo más agradable posible y motivarlos para que hagan cosas nuevas, porque en Extremadura hay muchas cosas por hacer todavía”.
Y es que su caso, al contrario que el de Baleares, no ha venido tanto por el hecho de no haber recibido la acreditación a tiempo, sino porque no contaban con el visto bueno por parte del Ministerio de Sanidad debido a esa falta de recursos en la especialidad. De hecho, apunta Bolívar, su servicio apenas contaba hasta entonces con un especialista en Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia, más el residente que se incorporó en 2023. “Cuando salió la especialidad, decidimos pedir la plaza, y todo fue prácticamente de un día para otro. Entramos en la convocatoria con una acreditación provisional pendiente de reevaluación”, recuerda.
"En septiembre se abre un nuevo periodo de acreditaciones y la idea es seguir haciendo convenios para garantizar esa plaza fija anual, porque ahora mismo no la tenemos"
Pero el problema llegó con la reevaluación. “Cumplíamos los requisitos mínimos mínimos, y eso maquillando un poco todo, con lo cual solo nos dieron otra vez una acreditación provisional de un año sí y otro no. De hecho, el año pasado nos la quisieron quitar definitivamente y tuvimos que hacer una serie de convenios docentes con el área de Mérida y con el de Don Benito, que tienen psiquiatras infantiles, e incluirlos en la unidad docente de Badajoz”, reconoce el jefe de estudios, quien, no obstante, se llevó una “grata sorpresa” cuando vio que para 2023 el suyo sería uno de los veinte hospitales de España con plaza MIR de la recién creada especialidad de Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia.
“El programa y el itinerario formativo se ha ido conformando con respecto a los dispositivos y a los recursos que tenemos aquí en Extremadura. Algunos todavía no están listos, y José Luis, que es nuestro residente, lo tendrá que compensar con rotaciones externas”, indica Bolívar. “La idea es seguir haciendo convenios para garantizar esa plaza fija anual, porque ahora mismo no la tenemos. En septiembre se abre un nuevo periodo de acreditaciones, y es una de las cosas que vamos a presentar a Sanidad, porque la demanda de nuestros servicios cada vez es mayor en la comunidad autónoma”, sentencia el facultativo extremeño.