Tras varias convocatorias de Formación Sanitaria Especializada (FSE) sin apenas cambios en el proceso de adjudicación de plaza ni en la estructura del examen de acceso, la de 2025 será una especie de pequeña “vuelta a los orígenes” en la forma de abordar la prueba. Por un lado, la ministra de Sanidad, Mónica García, anunció el regreso del modelo de elección de plaza presencial, después de que a raíz de la pandemia, y a pesar de las continuas quejas de los aspirantes, hubiese quedado instaurado el telemático. Por otro, se elimina la nota de corte.
La nota de corte del examen, fijada por primera vez en el año 2013, y que se había mantenido de manera ininterrumpida en todas las convocatorias hasta la de ahora, hizo que, por ejemplo, en 2024 se quedasen sin poder elegir plaza de FSE un total de 2.067 personas de las 25.504 que hicieron el examen de acceso para alguna de las titulaciones. Solo en la de Medicina (MIR) fueron 966, el 7,6% de todos los presentados a la prueba, las personas que no alcanzaron dicha nota mínima, la cual varía dependiendo de los resultados de los aspirantes.
"El sistema sanitario necesita que se cubran esas plazas, y el Ministerio no tiene muchas más herramientas”
Así, como ya analizamos en su momento en este periódico, se espera que el número de aspirantes con número de orden sea considerablemente más alto en la convocatoria de 2025 que en las anteriores. Si en la de 2024 ya se hubiese implementado esta medida, de 11.755 personas que pudieron participar en el proceso de elección de plaza MIR hubiésemos pasado a 12.721; en el total de la Formación Sanitaria Especializada, de 23.437 pasaríamos a 25.504, que fueron todos los que se presentaron al examen de acceso.
A fin de cuentas, se trata de algo que, aunque sea de manera inconsciente, también puede afectar a la forma en la que los aspirantes se preparan la prueba: ya sea por relajación, porque sea cual sea su nota a partir de ahora (siempre que sea superior a cero) van a poder participar en el proceso de elección de plaza, como por temor, porque aumenta la competitividad al ser más gente la que entra. José Curbelo, coordinador académico de la Academia MIR Asturias, lo tiene claro: es una muy buena noticia, ya que, al final, el MIR no es más que una forma de “ordenar” a los médicos del primero al último para que estos elijan su plaza de especialistas.
"Puedes no llegar a la nota de corte por una cuestión de no entender bien el examen por parte de alguien extranjero, porque en su país de origen estudian de otra manera y no hacen tantas preguntas de esas"
“Hay mucha gente que se ha sacado una carrera de seis años de Medicina y que, por los motivos que sean, no llega a la nota de corte. Puede ser una cuestión de no entender bien el examen por parte de alguien extranjero, porque en su país de origen estudian de otra manera y no hacen tantas preguntas de esas. Es decir, abre la oportunidad a que cierta gente coja plaza y no se queden desiertas, como ha estado ocurriendo estos años. Y, a su vez, esa gente extra que coge plaza no se tiene que presentar otra vez al año siguiente”, opina el experto.
De esta manera, apunta Curbelo, las 966 personas que fueron eliminadas en la convocatoria del año pasado podrían haber ocupado alguna de las 246 vacantes de la especialidad de Medicina de Familia que, a pesar de la extraordinaria, quedaron vacantes: “Habrá que verlo, pero el Ministerio ha hecho lo único que, a priori, estaba en su mano. También pueden mejorar la situación laboral, pero eso es más complicado”. “Sé que la medida de eliminar la nota de corte tiene algo de mala fama por si reduce la calidad, pero el sistema sanitario necesita que se cubran esas plazas, y el Ministerio no tiene muchas más herramientas”, insiste.
MÁS PLAZAS PARA EXTRANJEROS
Precisamente, la mayor parte de las plazas de Medicina de Familia que quedaron libres en 2024 fueron cubiertas por médicos extracomunitarios en la convocatoria extraordinaria, a los que se les abrió el cupo. Así, sabedores de la alta demanda que hay entre ellos por especializarse en España, Sanidad también tomó otra medida con el objetivo de cubrir cuantas más plazas posibles en 2025: abrir el cupo de extranjeros desde el primer momento, hasta el máximo permitido del 10% del total de la oferta. Así, de 526 vacantes que pudieron ser ocupadas en un primer momento por extranjeros sin autorización para residir en España en 2024, pasamos en la próxima convocatoria a 901 solo para la titulación de Medicina.
“El extranjero que antes estaba haciendo simulacros y veía que no le daba la nota para entrar en el cupo, igual ahora se relaja y mejora su rendimiento"
“El extranjero que antes estaba haciendo simulacros y veía que no le daba la nota para entrar en el cupo, igual ahora se relaja y mejora su rendimiento. Todo esto facilita que llegue más gente y que tengan un mejor rendimiento”, afirma Curbelo. En 2024, de hecho, el MIR registró su cifra más alta de extranjeros en diez años, y agotó el cupo de extracomunitarios 2.000 números antes. Además, de los 1.562 que hicieron el examen y superaron la nota de corte, solo el 33% pudieron acceder al cupo de la convocatoria ordinaria, quedándose fuera 1.036.
Más allá del aspecto emocional, comenta Curbelo, las rutinas y forma de estudiar el examen se mantienen igual a pesar de estos cambios. “El BOE no ha dado ninguna pista sobre que vaya a cambiar nada. Luego siempre llega el examen y te encuentras con alguna sorpresa, como pasó hace años cuando comenzaron a aparecer preguntas de Alergología, lo que te obliga a cambiar la composición de la preparación para incluir esa asignatura. Recuerdo cuando aparecieron por primera vez las imágenes en el examen, y el Ministerio lo anunció un mes antes. Pues en ese mes tuvimos que hacer muchísimos test relativos a imágenes. Pero llevamos unos años más o menos tranquilos, así no esperamos grandes cambios más allá de pequeños matices”, señala.