La falta de facultativos se ha convertido en uno de los más importantes desafíos a los que se enfrenta el Sistema Nacional de Salud (SNS). Ante una población cada vez más envejecida y aquejada de dolencias crónicas, muchos puntos de nuestra geografía encuentran dificultades para dar respuesta a la demanda asistencial de los ciudadanos, especialmente en Atención Primaria. En consecuencia, los responsables políticos tratan de impulsar medidas como aumentar el número de plazas en las facultades de Medicina o en la oferta MIR, conscientes de que la jubilación de efectivos rema en su contra.
Una serie de medidas de emergencia que hasta la fecha se han mostrado insuficientes para cambiar las tornas. En este contexto, la secretaria técnica de Médicos Jóvenes y MIR de CESM, Dra. Sheila Justo, defiende en ConSalud.es una estrategia sencilla sobre el papel pero que podría resultar de gran utilidad para combatir las numerosas plazas desiertas que deja cada año el examen de formación sanitaria especializada (este año 246) y que permitiría, además, que todo médico que desee ejercer en el SNS y se presente a la convocatoria MIR pueda hacerlo: “eliminar la nota de corte”.
“La nota es lo que hace que se estén desaprovechando un número importante de plazas que servirían en el futuro para la presencia de más especialistas y la planificación de las plantillas en el país”
Poner una barrera en la calificación de los médicos que aspiran a ejercer en la sanidad pública supone que cada año muchos facultativos se queden "fuera del sistema". Algo difícilmente concebible si después se encuentran muchos puestos sin cubrir o rechazados en el último momento por los recién licenciados tras una elección inicial. “La nota es lo que hace que se estén desaprovechando un número importante de plazas que servirían en el futuro para la presencia de más especialistas y la planificación de las plantillas en el país”, defiende.
La nota de corte surgió a partir del 2012-2013 y sirve para establecer unos mínimos en la calificación de todos aquellos que se presentan al examen. Sin embargo, la acuciante falta de profesionales médicos que se vive en toda nuestra geografía supone para la secretaría en CESM un argumento suficiente para aparcar “de manera excepcional” esta limitación. “Al final es una prueba y ese día concreto puede darse muy mal. La nota de corte tiene su valor, pero que un examen pueda definir que haya un número de profesionales que se quedan fuera automáticamente es, en este momento, un error”, insiste.
“Sin nota de corte, a lo mejor el resto de los profesionales que se han quedado fuera del reparto hubieran elegido estas plazas desiertas que resultan tan esenciales para asegurar la cobertura asistencial de los ciudadanos”
La propuesta que lanza la Dra. Justo pasaría por utilizar la calificación del examen como el baremo a seguir a la hora de establecer la prioridad para elegir las plazas, pero “sin ningún corte”. Es decir, las plazas MIR se irían repartiendo conforme a la nota obtenida hasta la ocupación total de las mismas. “Si no hubiera habido una nota de corte, a lo mejor el resto de los profesionales que se han quedado fuera del reparto hubieran elegido estas plazas desiertas que resultan tan esenciales para asegurar la cobertura asistencial de los ciudadanos”, señala.
El hecho de desdeñar a todos estos aspirantes no sólo implica dejarles fuera de la sanidad pública española, sino que “ni siquiera les estamos formando”. Por tanto, desde la organización sindical perciben que en un escenario en el que las CC.AA. están contratando a “médicos sin especialidad” para sus servicios de salud y tratando de “fragmentar los procesos de homologación de títulos extranjeros” para así acelerarlo, no parece tan descabellado otorgar a los aspirantes MIR con peor suerte en el examen la oportunidad de formarse –cuatro o cinco años- como residentes y que puedan engrosar el necesitado SNS.
“Hicimos una reunión sobre la formación MIR y se le planteó esta medida transitoria al secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, porque es médico como nosotros y porque estamos en una situación excepcional"
La posibilidad de posponer temporalmente la nota de corte es una realidad que CESM ha puesto ya sobre la mesa del Ministerio de Sanidad hace apenas mes y medio. “Hicimos una reunión sobre la formación MIR y se le planteó esta medida transitoria al secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, porque es médico como nosotros y porque estamos en una situación excepcional para la planificación de recursos a largo plazo”, pero la respuesta del responsable nacional resultó contraria al tratarse de “una nota baja y de un proceso selectivo”, aclara.
NECESIDADES EN PRIMARIA
Se estima que para el 2050 el 35% de la población española tendrá más de 65 años. Este envejecimiento vendrá asociado a una mayor incidencia de las enfermedades crónicas que resultará prioritario atender desde el primer nivel asistencial para que la situación del paciente no se agudice y termine saturando los recursos hospitalarios. “Sin una Atención Primaria potente no se va a poder sostener toda la sobrecarga que nos llegaría”, admite la doctora, quien considera que la única solución pasa porque “el Ministerio de Sanidad forme a los médicos y las CC.AA. ofrezcan mejores condiciones de trabajo”.
De esta manera, CESM continuará defendiendo que eliminar la nota de corte sería una medida temporal, rápida y fácil de aplicar para incorporar a más médicos. Sin embargo, habría que acompañarla de otras iniciativas que sirvieran para atraer a más facultativos. “Lo más inmediato es mejorar las condiciones laborales de los médicos del país para que no se vayan fuera, así como intentar retener su talento”, concluye la secretaria técnica de Médicos Jóvenes y MIR de CESM, Sheila Justo.