Hace dos semanas, el Ministerio de Sanidad cumplió con lo prometido en su día por Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad, y sometió a audiencia pública el proyecto de modificación del Real Decreto que regula la formación transversal de las especialidades en Ciencias de la Salud, y que pretende volver al sistema de elección de plazas de formación sanitaria especializada (FSE) en formato presencial -o al menos mixto-, algo que había quedado eliminado a raíz de la pandemia. No obstante, para sorpresa de muchos, el texto también incluía otra novedad con la que no contaban: la posibilidad de “readjudicar” las plazas que, en el supuesto caso de que ocurra, queden vacantes tras la próxima convocatoria de 2025.
El objetivo de Sanidad con esta medida parece claro: evitar que queden plazas de médico interno residente (MIR) -concretamente de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria- sin cubrir por tercer año consecutivo. No han ofrecido, sin embargo, más detalles sobre la manera en la que pretenden implementarla, algo que está generando mucha incertidumbre y que en los últimos días ha llevado a múltiples publicaciones en redes sociales por parte de los futuros residentes. “Que hagan una segunda vuelta a nosotros nos parece bien, pero se tiene que garantizar que todo el mundo tiene las mismas oportunidades”, señala a ConSalud.es Alejandra García, vicepresidente de la Asociación MIR España.
Y es que si no se controla bien esto, alerta la residente de último año de la especialidad de Medicina Preventiva y Salud Pública, podría darse una situación injusta entre los aspirantes. Para explicarlo, pone un ejemplo: “Imagina que yo saco número de orden 4.800, y, como no me llega para la plaza que quiero, elijo la siguiente opción, que es Medicina de Familia. Pero días más tarde, cuando empiezan las renuncias, resulta que el número 4.200, que es quien había elegido la plaza que yo quería de Psiquiatría, renuncia a ella y sale a repesca. Yo no puedo optar a entrar en esa repesca porque ya he elegido, pero una persona con número 7.000, y que no había escogido en la primera vuelta, sí, y se podría quedar con la plaza”.
“Es un tema un poco complejo, que se tiene que hacer de una manera justa para no penalizar”
La solución a priori más sencilla sería abrir de nuevo el proceso para todos aquellos que ya tienen plaza, pero, claro está, esto generaría una “cascada interminable de movimientos” que difícilmente sería posible gestionar por parte de Sanidad. “Es un tema un poco complejo, que tienen que desarrollar un poco más para que podamos opinar totalmente al respecto, pero que se tiene que hacer de una manera justa para no penalizar”, comenta la joven residente.
Con la misma incertidumbre se muestra Cristian Herrera, responsable MIR, Médico Joven y en Formación de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM). “Va a depender de cómo se plantee todo. Es lo que tienen los Reales Decretos, que no especifican nada más, así que habrá que esperar a lo que nos termina diciendo el Ministerio, que nunca deja de sorprendernos”, indica Herrera, quien, como la presidenta de Asociación MIR, también lo ve como una fórmula “muy positiva” si no perjudica a los aspirantes y sirve para que todos escojan la plaza que realmente desean, y no la que les es adjudicada por el sistema.
VUELTA A LA PRESENCIALIDAD
Además, añade el representante de CEMS, aunque a simple vista no lo parezcan, las dos medidas que incluye este Real Decreto son, en cierto modo, complementarias: una de las principales razones por la que los médicos aspirantes deciden no presentarse a su puesto, o renunciar a él a los pocos días, tiene que ver con la imposibilidad de elegir plaza de manera presencial, sin saber cómo está yendo el proceso, que deja de ser de “elección” y pasa a ser de “adjudicación”. Así, muchos obtienen finalmente una plaza que habían puesto por descarte, y que realmente no querían…
“Hay veces en las que la gente ni siquiera conoce la plaza que le ha tocado, porque no tienen tiempo de ir a visitar sus cuarenta opciones para ver cómo funciona cada unidad docente”
Sobre esto, unanimidad entre ambas asociaciones. “Hay veces en las que la gente ni siquiera conoce la plaza que le ha tocado, porque no tienen tiempo de ir a visitar sus cuarenta opciones para ver cómo funciona cada unidad docente”, recuerda Herrera: “Por supuesto, desde CEMS estamos muy contentos de que por fin se haya vuelto a la presencialidad, y que las personas interesadas puedan ir a Madrid para quitarse las dudas acerca de qué es lo que pasa detrás de ese programa informático”. “A nosotros también nos alegra. Son muchísimos años de estudio del MIR como para no tener la capacidad de elegir físicamente la plaza que quieres y que se te adjudique de una lista, sin saber si te vas a poder ir con tu pareja o familia”, le apoya García.
Por todo ello, esperan que la vuelta a la presencialidad reduzca las renuncias y los problemas que estas puedan acarrear en la repesca planteada por Sanidad. “Además, ya antes de la pandemia la elección era mixta, había gente que escogía de forma telemática y no pasaba nada. No es la solución a todos los problemas que tiene la formación sanitaria especializada, pero sí un paso para facilitarnos un poquito más la vida a los opositores”, opina la presidenta de Asociación MIR. “Nos pidieron que aportásemos nuestra visión sobre el Real Decreto, y estamos pendientes de mandar la nuestra. Todas estas inquietudes las dejaremos escritas, esperando a que nos den una respuesta”, informa Herrera.