Cirugía Plástica, Estética y Reparadora fue, en la convocatoria MIR (Médico Interno Residente) del año pasado, la segunda especialidad más demandada por los aspirantes con mejor número de orden. Fue, concretamente, el número 827 de la convocatoria quien agotó la última de sus 55 plazas disponibles en el Hospital Universitario Doctor Negrín de Las Palmas de Gran Canaria, después de ser elegida en primer lugar por el número 41 en el Hospital Universitari de Bellvitge. Por delante de ella, solo Dermatología Médico-Quirúrgica comenzó a adjudicar sus vacantes antes (la eligió la aspirante con mejor número de orden) y tardó menos en agotarse (número 646), si bien ofertaba más del doble de plazas, 123.
Pero esto no es algo nuevo. Tanto Cirugía Plástica como Dermatología llevan ya muchos años siendo las “reinas” entre los médicos que terminan la carrera y se presentan al examen para convertirse en especialistas sanitarios, e incluso han vivido momentos mejores. Los de Dermatología ya los analizamos en otro artículo anterior, mientras que Cirugía Plástica tuvo, en la convocatoria MIR de 2023, uno de sus mejores registros históricos, cuando el primero en elegirla fue el número de orden 8 y se terminó en el 687.
El mejor, no obstante, lo vivió en 2011: entonces, arrancó su adjudicación en el número 7, y se terminó antes que nunca, en el 346 en el Hospital Universitario La Paz, aunque en aquel año ofertó “solo” 35 plazas. Tres años antes, en 2008, fue elegida en primer lugar antes que nunca, cuando el número de orden 3 eligió para formarse el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, y se terminó en el 956. Este fue, de hecho, su punto de inflexión en el MIR.
Entre 2002 y 2009, Cirugía Plástica se agotó por debajo del número de orden 1.000 solo en 2008 , mientras que entre 2009 y 2024 ha superado esa cifra en apenas cuatro ocasiones
Y es que, hasta entonces, cosechaba unos números de elección mucho más bajos que los de ahora. Por comparar: entre 2002 y 2009, solo en 2008 se terminó por debajo del 1.000, y eso que disponía de casi la mitad de las vacantes que tiene ahora; a saber: 30 plazas en 2002 (las agotó el número de orden 1.892); 29 en 2003 (número 1.942); 28 en 2004 (número 1.624); 28 en 2005 (número 2.012); 29 en 2006 (número 1.665); 29 en 2007 (número 1.174); 33 en 2008 (número 956); y 36 en 2009 (agotadas en el número 1.043).
También le costaba mucho más arrancar la elección, hasta llegar al punto de estrenarse en el número 335 y en el 95 en 2002 y 2003, respectivamente. A partir de 2009, en cambio, y salvo en 2024, nunca tardó en comenzar a elegirse más tarde del número 30, y entre ese año y el pasado solo en tres ocasiones superó el 1.000 a la hora de agotar todas sus plazas: en 2012 (1.064), 2015 (1.047), 2016 (1.154) y 2022 (1.039). Además, pasó a ofertar muchas más plazas, que han alcanzado su máximo histórico en este 2024 y 2025, con 55 en cada convocatoria.

Lo que también parece que se ha asentado con el paso de los años es la preferencia de ciudad y hospital de los futuros para cirujanos plásticos para formarse como especialistas. Entre 2022 y 2024, según los datos que ha recogido el estadista José María Ladrero en su blog MIREntrelazados, el Hospital Universitario La Paz de Madrid ha sido elegido en ocho ocasiones por el primer aspirante que escogió la especialidad de Cirugía Plástica. Le siguen, con cinco, el citado Hospital Universitari de Bellvitge, mientras que de los restantes ninguno ha repetido.
UNA ESPECIALIDAD QUE HA GANADO EN RECONOCIMIENTO
Cirugía Plástica es, también, una de las únicas tres especialidades con 0% de abandono en el MIR, junto con Cirugía Cardiovascular y Otorrinolaringología. Según los últimos datos del Sindicato Médico de Granada, los 37 residentes que iniciaron su formación en 2018 la terminaron cinco años después, en 2023. Entre las 43 especialidades restantes, abandonaron su residencia en algún momento entre estos dos años un total de 305 personas, el 4,2%.
“Ha habido un cambio en los últimos años, porque ahora los alumnos estudian la especialidad en las facultades de Medicina"
“Ha habido un cambio en los últimos años, porque ahora los alumnos estudian la especialidad en las facultades de Medicina. Los estudiantes ven lo que es la Cirugía Plástica y Reparadora y tienen ganas de hacerla, porque es una especialidad quirúrgica bastante ambiciosa y puntera que requiere unas habilidades técnicas que hacen que sea un reto para los médicos”, explicaba en 2022 a ConSalud.es el doctor Francisco Leyva Rodríguez, jefe del Servicio de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, quien también reconocía el “componente privado” de su especialidad a la hora de registrar tan buenos resultados.
El doctor Joan Fontdevila, vicepresidente de Cirugía Reconstructiva y Salud de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), destacaba por su parte el "importante crecimiento" que ha vivido su especialidad a nivel público en los últimos años: "Se han ido constituyendo servicios de Cirugía Plástica en los hospitales con capacidad para la docencia y para generar nuevos especialistas". Además, reivindicaba la necesidad de encauzar más a los futuros residentes hacia el ámbito público, cuyo modelo, afirma, muchos ven como una "montaña rusa", frente a los "mejores ingresos, mayor flexibilidad horaria y más recursos tecnológicos” que ofrece la privada.
