Raro es encontrarse en el MIR de 2025 con una especialidad que oferte menos plazas que en 2024 (solo hay cuatro: Farmacología Clínica, Oncología Radioterápica, Bioquímica Clínica y Medicina del Trabajo), pero más raro todavía es toparse con alguna que haya descendido con respecto a sus vacantes de hace cinco años, máxime cuando el Ministerio de Sanidad viene siguiendo una tendencia de aumento constante desde entonces. Eso es precisamente lo que le va a ocurrir en la próxima convocatoria a la especialidad de Cirugía Cardiovascular, que pasa de 25 a 23 plazas, una cifra que, sin embargo, sigue siendo demasiado alta para sus profesionales.
“La pregunta más bien sería: ¿por qué hay que aumentar el número de plazas de cirujanos cardiovasculares en formación?”, se cuestiona Juan José Legarra Calderón, presidente de una Sociedad Española de Cirugía Cardiovascular y Endovascular (SECCE) que, de hecho, lleva ya varios años pidiéndole “reiteradamente” al Ministerio reducir este número: “Consideramos que hay un exceso de médicos que se forman para las necesidades reales a nivel nacional”.
Legarra Calderón, recuerda el doctor, hizo el MIR a mediados de los años noventa, cuando no se ofertaban más que ocho plazas en todo el territorio nacional. A partir de entonces, se fueron incrementando hasta llegar a la situación de “exceso” actual. Y no lo dice solo la SECCE: El propio Ministerio de Sanidad, en su informe ‘Oferta-Necesidad de Especialistas Médicos 2021-2035’, señala que Cirugía Cardiovascular es la segunda especialidad que registra un mayor superávit de recursos actuales (27,8%), solo por detrás de la unión de Análisis Clínicos y Bioquímica Clínica (28,8%).
"Ahora mismo hay varios cirujanos cardiacos españoles en Portugal"
Junto a ellas, también tienen superávit Medicina Interna (27,1%), Cirugía Torácica (18,9%) y Obstetricia y Ginecología (18%). Y es que la tónica habitual, como critican siempre desde la inmensa mayoría de las sociedades científicas de nuestro país, es la de falta de recursos, sobre todo humanos. Pero en Cirugía Cardiovascular, insiste Legarra Calderón, esto no ocurre, sino más bien todo lo contrario. “Otra cosa sería que los cirujanos que formamos en España salgan a Europa o a otros países del resto del mundo, pero aquí no existe tanto esa cultura. Es difícil decirlo, pero tal y como estamos funcionando ahora mismo, no serían necesarias más de quince plazas MIR”, apunta.
“Siempre existen ciertas discrepancias entre lo que piensa el Ministerio y las sociedades científicas, y no todas las especialidades son iguales. Puedes necesitar muchos más médicos de Atención Primaria, muchos más traumatólogos, pero no puedes montar un quirófano de Cirugía Cardiovascular en cualquier hospital. Los cirujanos cardiovasculares no son tan necesarios”, afirma Legarra Calderón, experto de una especialidad que se concentra, sobre todo, en las grandes capitales. “De hecho, Madrid tiene a día de hoy más servicios de Cirugía Cardiovascular de los que realmente necesita, prácticamente uno por cada hospital”, añade.
Y todo ello a pesar de que, señala el presidente de la SECCE, la especialidad está mucho más repartida en España de lo que lo está en otros países de Europa, donde los servicios de Cirugía Cardiovascular se encuentran mucho más concentrados en las grandes ciudades: “En Francia o Alemania tienen muchos menos servicios, pero el volumen por hospital es mucho más grande”. “A todo el mundo le gusta tener un servicio en su ciudad, y a los políticos se les llena la boca con eso. Pero de cara a la calidad del servicio, cuanto más concentres los centros en los que se hacen estos procedimientos tan exigentes, mejores resultados”, reivindica.
"De cara a la calidad del servicio, cuanto más concentres los centros en los que se hacen estos procedimientos tan exigentes, mejores resultados”
Y es que los cirujanos cardiovasculares, dada la complejidad de sus tareas, no se pueden permitir el lujo de estar mucho tiempo parados. “Existen unas recomendaciones a nivel europeo sobre cuánto volumen tiene que hacer cada servicio de Cirugía Cardiovascular para ser de calidad, para que el cirujano mantenga la destreza”, incide Legarra Calderón. De ahí la complejidad de su especialidad, y que esta dure cinco años en lugar de cinco. “Pero luego te encuentras con profesionales que, al terminar la especialidad, no tienen hueco para trabajar, y tienen que emigrar al extranjero o incluso hacer otra especialidad”, denuncia el doctor.
Además, recuerda el presidente de la SECCE, la media de España es de 500 cirugías cardiovasculares por cada millón de habitantes, mientras que en Europa están alrededor de 600 o 700”. En Alemania incluso llegan a las 1.200. “Ahora mismo hay varios cirujanos cardiacos españoles en Portugal, y también están yendo mucho a distintas zonas de África u a otros países en vías de desarrollo, que necesitan a gente formada”, explica Legarra Calderón.
EL NUEVO PROGRAMA FORMATIVO, A DEBATE
Y si hablábamos de la complejidad de la especialidad, otro de los principales problemas que afronta actualmente la Sociedad Española de Cirugía Cardiovascular y Endovascular es la desactualización de su programa formativo, que desde el año 1996 se mantiene prácticamente igual. Ya existe gente dentro de la SECCE trabajando en su elaboración y en contacto con el Ministerio de Sanidad para ello, aunque, recuerda su presidente, se trata de un proceso largo y que tiene muchos puntos de vista. De hecho, dentro de la propia sociedad existe un “debate” sobre este tema, y varios miembros consideran imprescindible promover una formación troncal inicial con la especialidad de Cardiología. “Ya sabes que estas cosas van muy lentas”, sentencia.