El periodo de adjudicación de plazas MIR de 2024 sigue su curso, y la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria cada vez presenta peores datos si se compara su situación con la del año pasado. Llegados al número de orden 9.900, lleva repartidas 1.516 de 2.492 vacantes, el 61%, y todavía le quedan 1.082; en 2023, en cambio, llevaba 1.916, el 78% del total de su oferta de 2.455 plazas. Pero es que la situación se agrava todavía más al analizar cómo le están yendo a las otras especialidades con las que compite por intentar no ocupar los últimos puestos de cada convocatoria…
Es el caso de Bioquímica Clínica, que se ha agotado recientemente. En concreto, lo ha hecho en el primer turno del undécimo día de adjudicación, es decir, a las 9:30h. de este jueves 18 de abril, cuando el número de orden 9.287 ha decidido escoger la última plaza que quedaba libre de la especialidad en el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza. Es decir, que mientras Medicina de Familia apenas había alcanzado el 55% de su cupo a dos días del final, Bioquímica Clínica podía presumir de colgar el cartel de ‘no hay billetes’ mucho antes que en la convocatoria pasada, cuando fue además la última especialidad en adjudicar su primera vacante.
Medicina de Familia todavía va por el 61%, cuando el año pasado, a estas alturas, llevaba ya el 78%
Con todo ello, y salvo que se produzca un fuerte arreón final, Medicina Familiar y Comunitaria va camino de volver a ser la última especialidad en agotar plazas y la única que no consigue cubrir toda su oferta. No es novedad, puesto que ya van dos años seguidos en los que esto ocurre, pero, desde luego, este podría suponer un récord negativo histórico para la especialidad puerta de entrada al Sistema Nacional de Salud. Aún así, la oferta de este año sigue siendo la mayor de la historia, y tanto el Ministerio de Sanidad como las autonomías insisten en ampliarla para el futuro con el objetivo de paliar el déficit de profesionales de Atención Primaria.
Por ejemplo, la Comunidad de Madrid ha anunciado recientemente que ofrecerá a los nuevos médicos de familia y pediatras contratos estables de larga duración y sueldos desde 56.000 euros para que desarrollen su actividad en Atención Primaria. De esta medida se podrán favorecer los 223 MIR de Familia y los 91 de Pediatría que finalizan este año su formación. “El objetivo es fidelizarlos en el primer nivel asistencial”, afirmó Fátima Matute, consejera de Sanidad de una comunidad autónoma que, además, ha sido elegida por la MIR con mejor número de orden de este año.
BIOQUÍMICA CLÍNICA, UNA ESPECIALIDAD A PUNTO DE RECONVERTIRSE
Por su parte, Bioquímica Clínica, una de las conocidas como especialidades de laboratorio, cubrió su último hueco de 2023 en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, que fue la elección del número 9.908. En aquella convocatoria, la primera plaza la eligió el número 7.610, algo que nuevamente ha conseguido superar en 2024, al hacerlo el 5.425 en el Gregorio Marañón. Las otras dos plazas restantes han ido a parar al Hospital Universitario Central de Asturias (número 7.031), en Oviedo, y al Hospital Regional Universitario de Málaga (8.523).
Bioquímica Clínica ha pasado de ofertar 23 plazas MIR en 2005 a 4 en 2024
Pero, a pesar de haber mejorado considerablemente sus números, Bioquímica Clínica es una de las especialidades que tienen menos tirón en cada convocatoria MIR. De hecho, de las 227 plazas que ha adjudicado desde el año 2004, solo dos han sido elegidas por aspirantes con número de orden por debajo del 1.000. Ambas, además, se produjeron en la convocatoria de 2005, cuando la oferta de la especialidad era de 23 vacantes, la más alta de los últimos veinte años. Desde entonces, estas se han ido reduciendo hasta llegar al punto actual: de las 10 de 2023, hemos pasado a solo 4 en 2024.
Bioquímica Clínica es, así, la especialidad MIR que menos plazas oferta en esta convocatoria. Claro que existe una razón: junto a Inmunología y a Microbiología y Parasitología, a ella se puede acceder a través de otras titulaciones, y no solo de Medicina. De hecho, la especialidad oferta este año 54 plazas en total: 20 de Biología (BIR), 16 de Farmacia (FIR), 14 de Química (QIR) y solo 4 de Medicina (MIR). La razón, explicaba recientemente a ConSalud.es el presidente de la Sociedad Española de Laboratorio (SEQC), Antonio Buño, es que la tasa de abandono de la especialidad siempre ha sido mayor si se accede desde Medicina que desde las otras titulaciones.
“Es cierto que ha habido malas experiencias pasadas, pero esto no debería condicionar el futuro”
Esto, continúa, lleva a que los jefes de servicio de los hospitales, por temor al abandono de los residentes, prioricen la incorporación de los QIR, FIR y BIR por delante de los MIR. Además, denuncia, muchos jefes de servicio eligen a los residentes en base a su propia licenciatura, dejando de lado lo que para él debería ser un reparto igualitario de plazas. Es lo que hace su servicio de Análisis Clínicos del Hospital Universitario La Paz, que oferta este año cuatro plazas: una MIR, otra FIR, otra BIR y otra QIR. “Es cierto que ha habido malas experiencias pasadas, pero esto no debería condicionar el futuro”, reivindica Buño.
Otra medida que busca tratar de mejorar la situación futura de la especialidad es su inminente fusión con la de Análisis Clínicos, que también suele ser de las últimas tanto en comenzar a elegirse como en agotar todas sus plazas. De esta manera, ambas confluirán en la especialidad única de Laboratorio Clínico, que Buño confía que esté ya lista para la convocatoria MIR de 2025 después de más de diez años de lucha: “Hay áreas comunes de laboratorio que todos compartimos. Más allá de la parte tecnológica, hay diversas patologías que son muy difíciles de entender si los especialistas de laboratorio no trabajan juntos”, apuntaba a este medio en el pasado mes de febrero.