La grave crisis que atraviesa la Atención Primaria en nuestro país está de plena actualidad después de haber sido el único punto del último Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS). A su finalización, Mónica García aseguró haber alcanzado un compromiso para trabajar “codo con codo” por mejorar la que es la “piedra angular” del Sistema Nacional de Salud, y anunció tres grandes acuerdos. De todos ellos, uno de los más importantes, si no el que más, es el que tiene que ver con la revisión de los criterios de acreditación de plazas de Formación Sanitaria Especializada, para permitir a las comunidades ofertar más vacantes de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria.
Sin embargo, el problema tiene una raíz mucho más profunda, razón por la cual la ministra de Sanidad también se ha comprometido a mejorar las condiciones laborales de los sanitarios; lo que incluye, por supuesto, a los residentes en formación. Y es que, según un reciente informe de Vicente Matas, del Sindicato Médico de Granada, a finales del año 2022 deberían haber estado formándose en Medicina Familiar y Comunitaria un total de 8.718 médicos. Sin embargo, “solo” lo hicieron 8.477.
Esto supone que 241 personas (el 2,76%) habían abandonado para entonces, en el curso 2022/2023, su residencia de esta especialidad. A todos ellos se sumarían poco más tarde las 131 plazas de Medicina Familiar y Comunitaria que quedaron sin adjudicar en la pasada convocatoria, así como las abandonadas en los meses siguientes del presente curso 2023/2024. Así, recuerda el citado informe, entre 2017 y 2022 renunciaron a su plaza de futuros médicos de Atención Primaria 225 personas.
”Nos enfrentamos a las jubilaciones de médicos de las grandes promociones de los años ochenta"
De hecho, según cifras del Ministerio de Sanidad, entre los años 2018 y 2022 recircularon un total de 2.244 residentes de Medicina, que fueron aumentando año a año. Es decir, ocuparon una plaza cuando ya en anteriores convocatorias habían ocupado otra. De ellos, 1.139 ya habían finalizado una especialidad anterior, mientras que los 1.105 restantes eran residentes que habían renunciado a la plaza que ocupaban. Aunque no hay datos concretos sobre especialidades, la lógica hace pensar que la mayoría de ellos procedían de Medicina Familiar y Comunitaria.
En números absolutos, la segunda especialidad que registró más abandonos a finales de 2022 fue Medicina Interna, con 47 (2,6%); seguida de Medicina del Trabajo, con 41 (11,08%); Medicina Preventiva y Salud Pública, con 35 (8,95%); Anatomía Patológica, con 32 (6,81%); y Medicina Intensiva, con 31 (3,52%). A nivel general de toda la Formación Sanitaria Especializada, que incluye a Medicina (MIR), Enfermería (EIR), Psicología (PIR), Farmacia (FIR), Biología (BIR), Química (QIR) y Física (RFIR), abandonaron su plaza 717 personas, el 2,09% del total de 34.236 que supuestamente estaban formándose entonces de alguna especialidad.
En 2021, en cambio, el porcentaje fue del 1,49%; en 2020, del 1,95%; en 2019, del 1,75%; y, desde años atrás ha vivido un descenso considerable, ya que en 2014 llegó a ser del 4,69%. Los datos, no obstante, varían mucho según la especialidad. Tanto que, en números porcentuales, las que más afectadas se han visto por los abandonos han sido, además de las mencionadas Medicina del Trabajo y Medicina Preventiva y Salud Pública, Cirugía Cardiovascular (10,43%), Medicina Nuclear (7,10%), Anatomía Patológica (6,81%), Micriobiología y Parasitología (6,77%) y Cirugía Torácica (6,6%).
UN INCREMENTO QUE CADA AÑO VA A MÁS
Aunque no existen datos recientes sobre las dos últimas convocatorias, el estudio del Sindicato Médico de Granada apunta a que el número máximo de facultativos residentes en España podría ser, a día 1 de febrero de 2024, de 36.054, distribuidos entre las siete especialidades. 9.079 serían de primer curso (R1), 8.718 de segundo (R2), 8.562 de tercero (R3), 8.139 de cuarto (R4) y 1.556 de quinto (R5). En años anteriores, fueron en total 34.326 en 2023, 32.476 en 2022, 30.630 en 2021, 28.948 en 2020, 27.993 en 2019, 27.349 en 2018, 27.402 en 2017, 28.114 en 2016, 29.042 en 2015 y 30.051 en 2014.
"De nada vale formarlos si luego no les ofrecemos estabilidad y buenas condiciones laborales y retributivas"
De ocuparse todas las plazas en la actual convocatoria, y debido a que se han ofertado 436 más, se produciría un nuevo y significativo incremento. No obstante, alerta Vicente Matas, desde el año 2015 nuestro país acumula un déficit de plazas que ha impedido que puedan realizar su periodo de formación especializada todos los egresados de las facultades de Medicina españolas, las cuales también han ido aumentando con el paso de los años. “No podemos olvidarnos que este periodo de formación, para los facultativos, es obligatorio para poder ejercer en los Servicios Públicos de Salud de España y el resto de la Unión Europea”, recuerda el médico ya jubilado, quien, aunque considera que con los incrementos de plazas convocadas de estos últimos años “estamos en el buen camino” para solucionar el problema, todavía que hay que avanzar más.
”Nos enfrentamos a las jubilaciones de médicos de las grandes promociones de los años ochenta y vamos a necesitar a más médicos de algunas especialidades. Por eso, se necesita una planificación a medio y largo plazo, para garantizar la formación de los egresados de las facultades -que van a aumentar mucho- y la reposición de las plantillas. Pero de nada vale formarlos si luego no les ofrecemos estabilidad y buenas condiciones laborales y retributivas. Muchos, demasiados, marchan de España por las mejores ofertas que reciben de los países de nuestro entorno”, sentencia.