De Argentina a colarse en el TOP 10 del MIR 2025: “Todo lo he encaminado a ser urólogo en Barcelona”

Entrevistamos a Gustavo Juniors Minuzzi, el argentino que ha sacado la novena mejor nota en el examen MIR de 2025 después de esperar más de tres años a que le homologasen el título de Medicina en España

Gustavo Junior Minuzzi, el médico de Argentina con la novena mejor nota en el MIR de 2025 (FOTOMONTAJE: ConSalud.es)
Gustavo Junior Minuzzi, el médico de Argentina con la novena mejor nota en el MIR de 2025 (FOTOMONTAJE: ConSalud.es)

Gustavo tenía claro lo que quería hacer cuando terminase la carrera de Medicina: hacer las maletas, despedirse de su familia y viajar a Barcelona, “la Meca de la Urología”, como se la habían definido sus profesores, para preparar el MIR. Hoy, exactamente cinco años después de aquello, y no sin muchas trabas intermedias, por fin puede decir que es ese va a ser futuro: este argentino de 32 años, que llegó a nuestro país en febrero de 2020 con el objetivo de cumplir su sueño de convertirse en urólogo en la Ciudad Condal, acaba de saber que su nota en el examen es la novena mejor de entre las 13.711 personas que se presentaron a la prueba, lo que le va a permitir elegir la especialidad que quiera y el hospital en el que cursarla.

“Todas las decisiones que he tomado han ido encaminadas a eso, y poquito a poquito lo he podido hacer realidad. Incluso me mudé al Eixample para estar más cerca del Hospital Clínico, de todo ese polo sanitario que hay en Barcelona. Han sido muchos años, y por momentos sentía que no avanzaba hacia ningún lado, que tenía que volverme a Argentina con el resto de mis compañeros y hacer allí la especialidad, pero al final ha merecido la pena todo el esfuerzo”, asegura Gustavo, de apellido Minuzzi, en una entrevista concedida a ConSalud.es.

El Hospital Clínico de Barcelona siempre ha sido su primera opción, aunque no se cierra puertas; incluso, cuando descubrió su resultado en el examen, reconoce que la presión popular por hacer una especialidad con mejores condiciones económicas, como Dermatología o Cirugía Plástica, hizo que su decisión se “tambalease” un poco, pero finalmente ha decidido seguir con el plan inicial. “Me dije: ‘No, mira. Tú has hecho todo esto para estudiar Urología en Barcelona, y eso es lo que vas a hacer. No vas a dejar que ahora cambie lo que tenías planeado’”, señala.

"Lo más duro era todo el tiempo y la dedicación que había puesto para acabar trabajando en un restaurante o en cualquier otra cosa alejada de la Medicina solo por un tema burocrático"

Sí que tenía claro que se quería quedar en Barcelona, donde ya tiene formada su vida, y, más allá de plantearse otra especialidad, lo que más le hubiese entristecido sería precisamente el hecho de tener que mudarse a otra ciudad de España para ser urólogo. Y es que Gustavo, como comentábamos al principio del artículo, no ha vivido precisamente un camino de rosas para llegar hasta aquí. Tardaron más de tres años en homologarle el título de Medicina, y no le dio tiempo a prepararse en condiciones para su primer MIR, en 2024. Ha sido en el segundo intento cuando, ya con muchos más meses de preparación a bordo de la academia CTO, ha conseguido su objetivo. Entre medias, ha hecho prácticamente de todo para poder mantenerse económicamente en España: camarero, comercial en una inmobiliaria…

“Eso era lo más duro, todo el tiempo y la dedicación que había puesto para acabar trabajando en un restaurante o en cualquier otra cosa alejada de la Medicina solo por un tema burocrático. Tengo amigos que todavía están con esto, y es una lástima, porque se sabe que en España buscan médicos, y podrían aprovechar también el talento de los extranjeros. Hoy, lamentablemente, no creo que tengamos las mismas oportunidades, pero yo creo que eso se puede cambiar, y me haría sentir muy orgulloso. Este es un lugar que me ha acogido muy bien”, subraya Gustavo, que, al menos, cuando le homologaron el título de Medicina, ya pudo compaginar el estudio del MIR con un trabajo haciendo guardias en un hospital.

Allí volverá a trabajar dentro de poco, mientras espera a comenzar su residencia en el mes de mayo. Ahora, eso sí, disfruta de unas merecidas vacaciones en La Rioja, su ciudad natal, acompañado de familia y amigos: “Estoy muy emocionado por empezar, es algo que vengo esperando desde hace muchísimo tiempo”. Lo que todavía no tiene claro es qué va a hacer al terminar la especialidad, si se quedará ejerciéndola en España o si volverá a Argentina. “Dejé de plantearme cosas a largo plazo a raíz de la pandemia, que me pilló al mes de llegar a Barcelona. De aquí a cinco años las cosas pueden cambiar muchísimo, y la especialidad misma es una oportunidad constante de conocer gente y encontrar oportunidades. Voy a dejar que me sorprenderá, y ya decidiré más adelante según lo que me convenza más”, afirma.

¿CLAVES DEL ÉXITO?

Gustavo Juniors Minuzzi no se esperaba para nada entrar en el TOP 10 del MIR. Sí que sintió que el examen le había salido relativamente bien, pero no como para ser, a buen seguro, la primera persona que va a elegir la especialidad de Urología en el MIR de 2025: el año pasado, el primero fue el aspirante con número de orden 171. “Cuando yo pasé mi plantilla de resultados me daban un resultado bueno, pero no tanto. Creo que el tema de las impugnaciones también me ha ayudado mucho a ascender hasta el noveno puesto”, explica.

"Los últimos días me los tomé para descansar, y para darle al examen el volumen que yo creía que debía tener"

El examen, como al resto de presentados, le pareció bastante difícil, “particularmente el modo en el que estaban redactadas las preguntas”. “No porque los temas se alejaran tanto de lo que suelen preguntar cada año, pero sí porque utilizaron muchas trampillas. Había respuestas que solo tenían un carácter de diferencia entre una y otra”, matiza el joven argentino. Él no dejó ni una sola pregunta en blanco, algo que no suele ser nada habitual, ya que las falladas restan un punto, por los tres que suman las acertadas. Fue, apunta, el sistema que sentía que mejor le había ido durante la preparación (simulacros), aunque también probó otros diferentes.

“Todo el mundo quiere saber ahora cuál es la fórmula, pero yo creo que no hay ningún secreto. La principal diferencia fue que no estuve muy nervioso durante el examen, porque, aunque trabajé mucho para llegar con todo el conocimiento posible, también quise llegar entero. Los últimos días me los tomé para descansar, y para darle al examen el volumen que yo creía que debía tener. Aunque uno piense en ese momento que está luchando contra un león, tal vez eso sea más bien un estado”, sentencia este “enamorado” del sistema urinario.

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