El Ministerio de Sanidad se ha propuesto “desatascar” a las especialidades cuyos programas formativos están más anticuados, muchos de los cuales llevan ya varios años en barbecho a la espera de recibir el visto bueno para su implementación entre las próximas generaciones de residentes. Así, una vez actualizados los que datan de 1998 (Cirugía Torácica, Anestesiología, Cirugía Cardiovascular, Medicina Nuclear y Medicina Intensiva), les tocará el turno a los de 2005 y 2006: Medicina del Trabajo, Medicina Preventiva y Salud Pública, Oncología Radioterápica, Endocrinología y Nutrición, Cirugía Pediátrica, Hematología y Alergología.
Este último, explica a ConSalud.es la doctora Teresa Carrillo Díaz, presidenta de la Comisión Nacional de la especialidad de Alergología y de la Comisión de tutores de residentes de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), lleva más de tres años de retraso desde que presentaron su última propuesta. Concretamente desde el año 2021, cuando la pandemia dio al traste con toda una serie de reuniones para poner varios programas de especialidades en marcha y que se han retomado a lo largo de este año y del pasado.
“Es posible que antes de fin de año nos lo remitan a las actuales comisiones, y que para el 2025 se aborden los programas del 2006”
“Es posible que antes de fin de año nos lo remitan a las actuales comisiones, y que para el 2025 se aborden los programas del 2006”, confía Carrillo Díaz. “Esa es la esperanza que yo tengo, pero de momento ninguna confirmación. Aunque sí que estoy viendo voluntad por parte del Ministerio, que está terminando de ultimar la renovación de las comisiones nacionales de las especialidades, porque casi todas las plazas estaban ocupadas por gente que ya tendría que haber sido sustituida o que directamente tendría que estar jubilada”, matiza.
Solo son percepciones, aunque, apunta la doctora canaria, lo que sí que le han transmitido es que, cuando analicen su caso concreto, les avisarán “con tiempo suficiente” para que puedan hacer aportaciones a lo que se presentó en 2021: “Y obviamente las haremos”. “Hay un borrador, que nunca llegó a consulta pública, pero claro, ya han pasado tres años, y en 2025 serán cuatro, que podrían ser seis cuando termine el trámite… hay que actualizarlo”, señala.
“Los servicios en los que se forman los residentes ya incluyen muchas de estas cosas, y ahora solicitaremos que queden registradas en el programa oficial de la especialidad"
En 2022, de hecho, Sanidad publicó el Real Decreto 589/2022, de 19 de julio, por el que se regulan, entre otras cosas, la formación transversal de las especialidades en Ciencias de la Salud, así como el procedimiento y criterios para la propuesta de un nuevo título de especialista y la revisión de los ya establecidos. Así, todos los programas formativos de las especialidades médico interno residente (MIR) que se actualicen a partir de este momento tienen que incorporar dicha formación transversal en varias competencias.
“Los servicios en los que se forman los residentes ya incluyen muchas de estas cosas, y ahora solicitaremos que queden registradas en el programa oficial de la especialidad. De hecho, en el próximo simposio de la SEIAC hay una sesión dedicada exclusivamente a los tutores para consensuar un itinerario formativo común a todas las unidades docentes en cuanto que se apruebe definitivamente el programa”, explica la doctora. En resumen, comenta, el nuevo programa es una “revisión mejorada del anterior”, con todas las innovaciones que se han producido en los últimos años y que han demostrado ser “efectivas y necesarias”.
DAR A CONOCER LA ESPECIALIDAD DESDE LA BASE
Y es que la Alergología, como el resto de especialidades médicas, ha evolucionado muchísimo de un tiempo a esta parte, “a la par que han aumentado las enfermedades alérgicas y su complejidad” y la medicina personalizada: “Ahora sabemos que, dependiendo del perfil inmunológico del paciente, este responde mejor o peor a un tratamiento, y que puede ser candidato a un procedimiento o a otro”. Cambios en los procesos diagnósticos, en los tratamientos, nuevos sistemas para inducir la tolerancia a fármacos o a alimentos… “cosas que no se hacían en 2006 y que ya están absolutamente protocolizadas”. “Se hacen de oficio en todos los servicios de Alergología, y tienen que aparecer reflejados en el programa formativo, aunque la formación, una vez acabada la residencia, no se detenga nunca”, reivindica la también profesora de Medicina en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).
Desde la SEIAC esperan que la actualización del programa formativo de la especialidad sirva también para dar más visibilidad a la Alergología, que, según un informe del Sindicato Médico de Granada, en los últimos 20 años nunca ha sido elegida por los 1.000 mejores números de orden de cada convocatoria del MIR. Y parte de esa visibilidad pasa por darla a conocer en mayor medida durante la carrera. “Privadas sí, porque son más recientes, pero hay muy pocas universidades públicas que tengan una asignatura dedicada a la Alergología”, lamenta Carrillo Díaz.