La sanidad murciana ha estado muy cerca de vivir un momento crítico en una de las épocas más complicadas del año, puesto que se juntan la llegada masiva de turistas y el desabastecimiento de los centros de salud debido a las vacaciones de verano de sus profesionales. Dichos puestos “desabastecidos” se cubren muchas veces con el trabajo y con las famosas y polémicas guardias de los médicos internos residentes (MIR), pero en 2023 estos han estado a punto de plantarse y de convocar una huelga que, de producirse, habría dejado en pañales la asistencia sanitaria de la región.
Todo comenzó a finales del año pasado, cuando el Sindicato Médico CESM de la Región de Murcia llegó a un acuerdo con la Consejería de Sanidad, que, entre otras muchas, incluía varias medidas de cara a favorecer la situación de los MIR, cuyas retribuciones se encontraban por debajo de la media nacional. “El sueldo llevaba muchos años sin subirse y era muy precario”, comenta a ConSalud.es Javier, residente murciano y miembro de la Asociación MIR.
El aumento, de 3 euros/hora para los residentes de primer, segundo y tercer año y de 2 euros/hora para los residentes de cuarto y quinto año y para los residentes de enfermería (EIR) de primer y segundo año, se comenzó a aplicar en febrero. Sin embargo, este miércoles pasado, a primera hora de la mañana, CESM, a través de un comunicado, denunciaba que las nuevas condiciones “habían sido impuestas sin negociación previa” y que los residentes estaban recibiendo “un aumento de tareas, bajo amenaza de tener que devolver el incremento firmado en caso de no cumplirlas”.
"Las condiciones fueron impuestas sin condición previa y bajo amenaza de tener que devolver el dinero"
Y es que, si se acude al Boletín Oficial de la Región de Murcia del 10 de febrero, en el que está plasmado este nuevo acuerdo llevado a cabo con CESM para la mejora de las condiciones de los MIR, aparecen reflejadas una serie de nuevas acciones: “Registros de incidentes críticos, participación en el programa de la detección precoz de sepsis u otros similares y presentar una sesión clínica en la Unidad Docente, con carácter mensual, de casos de pacientes atendidos en las guardias realizadas durante ese periodo”. ¿El objetivo de todo ello?: “Garantizar la capacitación de las competencias de su especialidad en ese ámbito asistencial, acreditando su actual y progresiva integración en la planificación y realización de guardias médicas en los centros sanitarios del Servicio Murciano de Salud”.
“A nosotros nos hablaron de algo testimonial para poder justificar esa subida de sueldo y que no nos supusiese más carga de trabajo, como una presentación de un caso clínico con diapositivas, cosas que ya estamos haciendo para nuestro servicio. También, en el caso de que pasase, algún incidente crítico o sepsis”, explica Javier.
“De repente, la semana pasada, desde las unidades docentes de los hospitales empezaron a decirnos que tenía que ser cada mes un caso clínico y un incidente. Y claro, eso no puede ser, porque en la Región de Murcia somos unos 1.200 residentes, y si cada mes hay 1.200 casos críticos, estaríamos todos en la cárcel, porque eso significa que alguien ha hecho algo mal o que hay que mejorar algo”, añade el médico.
"Si tuviésemos que presentar un caso crítico cada mes, estaríamos todos en la cárcel"
“Luego encima nos dijeron que lo teníamos que hacer retroactivamente: ‘Si no me mandáis las cosas desde febrero, me tenéis que devolver el dinero’”, denuncia.
Ese mismo miércoles por la tarde, la presidenta de CESM en Murcia, María José Campillo, se reunió con el consejero de Sanidad de la comunidad autónoma, Juan José Pedreño, y le transmitió que eso era “inviable” y que “no era lo que se había pactado”. “Ellos dijeron que no habían dicho eso, y que todo era una malinterpretación, pasando a ser ahora solo el caso clínico y alguno de los otros en el caso de que suceda. En definitiva, volver a lo pactado en noviembre”, señala Javier.
“Es una situación en la que todos tiran balones fuera, porque la Consejería dice que son las unidades docentes las que han dicho eso. Y yo recuerdo que al principio, en febrero y marzo, incluso nos llegaron a decir que no iba a ser necesario hacer nada, porque éramos un montón y solo querían algo testimonial para justificar la subida”, continúa.
"Da la casualidad de que esto ha sido justo al acabar las elecciones"
“Luego cambiaron y dijeron que había que hacer cosas, parece que alguien les dio un tirón de orejas. Además, da la casualidad de que fue justo después de acabar las elecciones, y si quieres implementar algo así lo habrías hecho desde el primer momento”, critica el residente de Traumatología.
“Los MIR perciben, actualmente, menos de 10 euros netos por la hora de guardia, trabajando en horario nocturno y en jornadas festivas, lo cual supone, de por sí, una retribución no acorde a la labor y responsabilidad del trabajo del MIR”, señalaba el comunicado de CESM, que, además de amenazar con iniciar una huelga el 1 de julio, pedía la dimisión del responsable del Área de Formación e Investigación de la Consejería de Sanidad, Francesc Molina Durán, “dada la conflictividad creada entre los residentes”.
Pero el acuerdo finalmente se ha producido, y parece que las aguas, al menos por el momento, “están en calma”. “La sensación no es de que nos hayan dado nada, es que es lo que se habló. Ha sido cuando le han visto las orejas al lobo con 1.200 trabajadores en huelga en verano que nos han dado lo que prometieron en noviembre, es una falta de respeto a lo pactado. Cuando nos reunamos con ellos ya de forma ordenada, se pedirán más cosas”, sentencia Javier.