Aunque la inmensa mayoría de las plazas de Formación Sanitaria Especializadas están ofertadas por el Ministerio de Sanidad, cada año existe un cupo reservado para la Administración General del Estado. Estas corresponden al Ministerio de Defensa, al de Justicia, al Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) y al Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), que para la próxima convocatoria de 2024 han dispuesto de 50 vacantes para ofrecer entre 25 especialidades.
Al mencionado Instituto de Salud Carlos III, en concreto, le corresponden tres plazas MIR de Medicina Preventiva y Salud Pública -hay 122 de la especialidad en total en España-, cuyos residentes se forman siguiendo las pautas de cualquier otra unidad docente pero con un enfoque más centrado en la investigación. “En el sentido de las rotaciones, no hay mayor diferencia. Tenemos acuerdos con centros de Atención Primaria, de salud pública, de vigilancia epidemiológica, de vacunación internacional,…”, explica a ConSalud.es Miguel Ángel Royo Bordonada, Jefe de Estudios de la Escuela Nacional de Sanidad (ENS-ISCIII) y Director del Máster de Salud Pública del mismo centro.
Y es que esa es, precisamente, una de las peculiaridades de especializarse en Medicina Preventiva y Salud Pública: La obligatoriedad de cursar, durante el primer año de formación, un Máster de Salud Pública como el del Instituto Carlos III, que habitualmente requiere de traslado a otra ciudad por parte de los residentes. “Hay más másteres funcionando en comunidades como Cataluña o Andalucía, pero cada año recibimos residentes de Castilla y León, Asturias, Baleares, Canarias, Navarra, Cantabria, País Vasco…”, comenta Royo Bordonada.
"Una de las particularidades de Medicina Preventiva y Salud Pública es la obligatoriedad de cursar un máster durante el primer año de residencia"
Así, los tres médicos que decidan comenzar su Formación Sanitaria Especializada en dicho centro en 2024 compartirán un primer año de Máster con residentes de toda España, a la vez que realizan su rotación habitual de 9 meses de la especialidad en algún centro sanitario: “Buscamos que sea compatible con el horario del Máster y con las guardias, que en Medicina Preventiva y Salud Pública no son guardias de puerta, sino módulos de atención continuada”.
“Una ventaja de hacer aquí el Máster es que, al ser casi todos los tutores profesionales del Instituto, la mayor parte de las tesinas forman parte de proyectos de investigación y acaban siendo publicadas en revistas científicas”, detalla el experto.
"La mayor parte de las tesinas de nuestro Máster forman parte de proyectos de investigación y acaban siendo publicadas en revistas científicas”
Al acabar el Máster de Salud Pública del Instituto Carlos III -sito en Madrid-, la inmensa mayoría de los médicos continúan con su residencia en la unidad docente que escogieron en la convocatoria, mientras que unos pocos -tres en 2024- se quedan en el centro. Durante los años siguientes, además de sus rotaciones en los centros anteriormente citados (“Medicina Preventiva es, junto con Medicina Familiar y Comunitaria, una de las especialidades más extrahospitalarias”), también trabajan durante un determinado tiempo en el propio Instituto Carlos III.
“Aquí tenemos el Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica, el Centro de Evaluación de Tecnologías Sanitarias, el Centro Nacional de Salud Ambiental, el Centro Nacional de Alimentación… son lugares de referencia donde lo tienen todo mucho más fácil para hacer temas de vigilancia”, indica el Jefe de Estudios de la Escuela Nacional de Sanidad.
"Las del Instituto Carlos III son de las primeras plazas de Medicina Preventiva y Salud Pública que se agotan"
“Pero lo que yo destacaría sobre todo es que, además de ser un instituto de salud pública, también es un organismo público de investigación. Más allá de todo lo que hacen en otros centros del instituto, en cuanto a temas de vigilancia, hacer informes técnicos o evaluaciones ambientales, la investigación tiene muchísimo peso y es más profunda que en otros sitios”, añade, destacando el hecho de que pueden incluso participar con gente del Instituto que está realizando proyectos en el día a día.
Después, los residentes también cuentan con la ventaja de que, al terminar su formación, tienen posibilidades de quedarse en el Instituto asociados a algún proyecto de investigación. Mediante el proceso habitual que debe seguir cualquier otro aspirante, claro está, ya sea esperar a que quede algún contrato de investigación vacante o presentarse a oposiciones, pero Royo Bordonada reconoce que cuentan con antiguos residentes actualmente en el servicio.
Todo ello, sumado al hecho de que se ofertan muy pocas plazas cada año, supone que la unidad docente del Instituto Carlos III es una de las más solicitadas de todas las que oferta la Formación Sanitaria Especializada. “Son de las primeras plazas de Medicina Preventiva y Salud Pública que se agotan. No digo las tres primeras, pero hace unos años, por ejemplo, tuvimos al número cuatro”, sentencia el médico.