El miedo a lo desconocido y la responsabilidad que conlleva la labor asistencial provocan la inseguridad de los residentes al incorporarse a sus centros de formación. Estos sentimientos se intensifican en momentos de más carga laboral como pueden ser las guardias. Y, ¿cómo deben afrontar los MIR esa primera guardia?
Claudio M. Rivadulla Varela, tutor de la Academia CTO destacan que “lo importante es tener ganas de trabajar y prestar atención a los detalles, porque muchas veces queremos buscar la excelencia y nos olvidamos de las pequeñas cosas que pueden llevar a errores con graves consecuencias”. En este punto, Iria Miguens Blanco, responsable de la Secretaria de Semes-MIR, considera que “el miedo y la inseguridad son normales aún cuando pasan los años. Lo que asustaría sería el hecho de no dudar…tenemos que saber trabajar con la incertidumbre”.
Los MIR de primer año están supervisados por todo momento por los médicos adjuntos.
Para tranquilizar a los nuevos residentes, Miguens recuerda que “durante el primer año estarán supervisados en todo momento, con una adquisición progresiva de las responsabilidades que les permitirán ser conscientes de que su primera guardia constituye la primera de muchas”.
La supervisión de los R1 corresponde a los adjuntos a quienes deben consultarle cualquier duda sin miedo a lo que puedan pensar porque ellos también han sido en el pasado residentes de primer año. “Por mucho conocimiento teórico que creamos tener, somos inexpertos y debemos ser humildes ante ello”, apunta Rivadulla. Además, Miguens insisten en que “el paciente está por encima de todo: de los miedos, las llamadas y las inseguridades”.
CÓMO ATENDER A LOS PACIENTES
Otra cuestión que preocupa a los residentes que afrontan su primera guardia es cómo tratar a los pacientes. Para la responsable de la Secretaria de Semes-MIR es tan importante la empatía como tener una capacidad de respuesta basada en la tolerancia y la compresión. “Presentarse al paciente e intentar cada día hacer las cosas mejor, son de los dos mejores consejos que podría dejarles”, añade.
Rivadulla coincide con que la empatía es fundamental para iniciar el proceso terapéutico y que el usuario se sienta cómodo. “No importa si no manejamos todo el conocimiento necesario para diagnosticarle correctamente y curarlo, puesto que la medicina es un campo inabarcable y su puesta en práctica un trabajo en equipo”, especifica.
DESCANSOS Y COMIDAS
Durante las guaridas en Urgencias los MIR tienen que hacer frente a largas jornadas de trabajo con turnos de hasta 16 horas, por tanto, es importante establecer pequeños espacios de descanso así como dormir bien la noche anterior.
Por otra parte, los momentos de descanso dentro de la guardia dependen del propio centro y del volumen de trabajo. “El día posterior a la guardia, el MIR no puede realizar actividad laboral. Recuperación y a prepararse para la siguiente”, recomienda Miguens.
Los MIR no pueden realizar ninguna actividad laboral después de una guardia porque necesitan descansar.
En cuanto a qué alimentos conviene tener a mano, Rivadulla propone llevar algo de fruta o chocolate para reponer la glucosa que requiere el cerebro debido al desgaste mental que sufre. Sin embargo, aconseja no tomar comidas copiosas porque pueden provocar fatiga y cansancio. Además, los residentes no deben olvidar tener una botella de agua cerca para estar hidratados.
Por su parte, Miguens añade a la lista “tener los bolsillos cargados de vocación, chuletas que al final se sabrán de memoria y hasta algún amuleto de la suerte”.