La Atención Primaria, en general, y la Medicina de Familia, en particular, no pasan por su mejor momento. La especialidad está devaluada, tanto por los profesionales como por los pacientes y la sobrecarga de trabajo, junto con la falta de recursos, está a la orden del día en los centros de salud.
Medicina de Familia es la especialidad que más plazas oferta en las convocatorias MIR, con 2.455 en total este año. El año pasado fueron 2.336, de las cuales 93 quedaron vacías, incluso tras una segunda vuelta. La especialidad acostumbra a ser de las últimas en agotarse y esto se debe a que no es una de las más atractivas para los médicos.
Para la Dra. Elsa Humanes, R4 de MFyC y portavoz de Semergen, una de las razones que explican esto es que “el médico de Atención Primaria últimamente asume muchas labores de administrativo”. En conversación con ConSalud.es, esta médico residente del Área de Talavera de la Reina cuenta que, aunque los médicos de familia hacen Medicina, cada vez más se dedican a burocracia que podría realizar el administrativo del centro de salud.
"Hay labores como la financiación de una silla de ruedas o un informe de dependencia, que si ya ha sido valorado por el médico, podría hacerlo un administrativo. Todo eso sobrecarga la consulta y te lleva a estar quemado"
“La solicitud de ayudas para silla de ruedas, partes de bajas o altas, renovación de tratamientos crónicos… Todo eso son cosas que podría hacer un administrativo del centro de salud, pero lo asume el médico de Primaria y por eso muchos estudiantes de Medicina no eligen Familia”, lamenta la Dra. Humanes. Y es que al acabar la carrera, los estudiantes “quieren curar a la gente”, no dedicarse al papeleo. Esta es una de las razones que han “hecho fea” a la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria.
Todo el tiempo invertido en papeleo por parte de los médicos es tiempo que no se dedica al paciente. “La mitad de la consulta es hacer trámites como renovar el tratamiento de pacientes crónicos con diabetes o hipertensión. Para que la consulta sea útil, cito al paciente y le realizo un seguimiento, pero hay otras labores como la financiación de una silla de ruedas o un informe de dependencia, que si ya ha sido valorado por el médico, podría hacerlo un administrativo. Todo eso sobrecarga la consulta y te lleva a estar quemado”, denuncia la médico residente en el último año de la especialidad de MFyC.
Asimismo, en la mayoría de universidades españolas no hay una asignatura de Atención Primaria, “ni tampoco una asignatura de pacientes crónicos”. “Nadie te explica cómo pasar una consulta de Primaria ni te cuentan cómo funciona” y al ser desconocida por muchos médicos, acaba siendo una de las rezagadas en los actos de adjudicación de plaza.
“Con consultas de 50 a 70 pacientes, los médicos no quieren trabajar en Primaria. Nadie quiere pasar una mañana con ansiedad y haciendo su trabajo a medias”
De liberar al médico de familia de esta burocracia, estos profesionales podrían dejar de sacrificar su tiempo personal fuera de la jornada laboral para ver pacientes. También evitaría que muchos profesionales abandonen el país en busca de mejores condiciones laborales y salariales o que se cambien de especialidad a otras con mayor calidad de vida. “Y hay otros compañeros que hacen un máster para dedicarse a Urgencias, a UVI móvil o a Paliativos, para no estar en consulta”, apunta la Dra. Humanes.
La solución, en opinión de los profesionales, pasa por devolver a la especialidad de Medicina de Familia y a la Atención Primaria el puesto que merecen, como puerta de entrada al sistema sanitario del paciente que son. “Si formamos profesionales, tenemos que procurar que no abandonen el país”, insiste Humanes, que recuerda que, con contratos precarios y temporales, no se puede atraer ni retener talento.
“Con consultas de 50 a 70 pacientes, los médicos no quieren trabajar en Primaria. Nadie quiere pasar una mañana con ansiedad y haciendo su trabajo a medias”, concluye la especialista.