El Sindicato Médico de la Comunidad Valenciana (CESM-CV) y la Asociación de MIR de España (AME) han convocado oficialmente una huelga indefinida de los MIR valencianos para a partir del próximo 21 de julio.
Ambas organizaciones habían dado un plazo de dos días a la Consejería de Sanidad Universal que dirige Ana Barceló para que respondiese a su petición de reunirse para tratar de mejorar las condiciones laborales del colectivo de médicos internos residentes.
"Nos parece lamentable que la consejera, escudándose una vez más, en vaguedades y remisiones al Ministerio, rehúya sus obligaciones, atendiendo las justas reclamaciones de los futuros especialistas de nuestra Sanidad, los cuales han demostrado con creces en la mayor crisis sanitaria que se recuerda, su implicación y entrega para con los ciudadanos, siendo por el contrario ninguneados y vilipendiados por las autoridades sanitarias", señala el sindicato médico de la Comunidad Valenciana.
"Nos parece lamentable que la consejera, escudándose una vez más, en vaguedades y remisiones al Ministerio, rehúya sus obligaciones"
CESM-CV asegura que la Consejería de Sanidad, es consciente de las "penosas condiciones laborales" en las que el colectivo MIR presta servicios. "Es conocedora de los salarios mileuristas que perciben, es conocedora de las jornadas interminables que realizan, (más de 230 horas al mes), es conocedora de que son el único colectivo de trabajadores que no percibe dietas durante las guardias, es conocedora del abandono que sufren en cuanto a su formación, es conocedora de todos y cada uno de los problemas que les afectan, y por el contrario, como siempre, mira hacia otro lado", expone en un comunicado la central sindical.
"Nos parece incomprensible que un gobierno que tanto dice proteger y velar por sus profesionales, explote como “mano de obra barata” a los futuros médicos especialistas, que sea incapaz de sentarse a negociar, (tanto que se les llena la boca), con la parte más débil de los empleados públicos, que no aplique medidas correctoras del abuso al que se les somete, que los utilice como relleno de las carencias que su gestión provoca y que en definitiva sufren y padecen todos los ciudadanos", sentencia la organización sindical de médicos valencianos.
Esta huelga de los MIR estalla al departamento sanitario que lidera Ana Barceló en plena pandemia. Habrá que esperar para conocer si en los próximos días la Consejería decide reunirse finalmente con CESM-CV y AME para intentar frenar estas protestas.
¿QUÉ PIDEN LOS MIR VALENCIANOS?
CESM-CV y AME enviaron un escrito al departamento sanitario y un memorándum de antecedentes y reivindicaciones del colectivo MIR, en el que señalan que los MIR valencianos "ha venido sufriendo un abandono y falta de rigor en su relación jurídico laboral con la Consejería y critican los "innumerables agravios" que ha sufrido, "más si cabe en este periodo de crisis sanitaria".
Ambas entidades exigen una mejora de las condiciones laborales de los residentes de Medicina. Estas son algunas de las medidas que proponen (consulta aquí el documento íntegro):
- Descanso obligatorio de 36 horas tras la realización de guardias de sábado, tal y como marca la normativa europea, y libranza de un día adicional tras las guardias de domingo y demás festivos contemplados en la normativa de aplicación para el personal estatutario.
- Establecer la jornada laboral ordinaria máxima de 37,5 horas semanales (8h a 15h, lunes a viernes y un sábado cada tres semanas como máximo), distribuidas en un máximo de 35 horas de prestación laboral y un mínimo de 2’5 horas formativas
- Descanso de 36h semanales tras la realización de las guardias de 24 horas de forma ininterrumpida en aplicación de la Normativa Europea.
- Cotización de las horas de guardia médicas. (En el caso de un MIR, la realización de guardias es obligatoria sin que tengan unas retribuciones básicas que impliquen el máximo de cotización a diferencia de un Adjunto, por lo que deben cotizar hasta el máximo legal de base reguladora).
- Toda prolongación de jornada ordinaria (horas extraordinarias) deberá cumplir los siguientes requisitos: será voluntaria; será de obligatorio descanso según las directivas comunitarias, sino pudiera ser así serán retribuidas por un valor cuanto menos igual al valor de la hora ordinaria; no podrá exceder las 80 horas anuales, conforme al límite que establece el E.T.
- Reconocimiento del derecho a la hora diaria de conciliación familiar, al igual que el personal estatutario.
- Exención o reducción del número de guardias durante 12 meses si se tiene un hijo menor de 1 año (tanto padres como madres), tal y como se reconoce para el personal estatutario.
- Derecho a 4 meses de rotación externa por año.
- Ratio máxima de 4 residentes por adjunto con un máximo de un R1.
- Obligatoriedad de la presencia de mínimo un tutor de residentes por guardia de Urgencias.
- Ampliar los días dedicados a formación a 20 días anuales, con la única autorización necesaria del tutor responsable.
Asimismo, solicitan la equiparación salarial con las demás comunidades autónomas, lo que implica un incremento del Complemento de Residencia; aumento del precio de la hora de jornada complementaria; el abono de las dietas correspondientes a las guardias realizadas en aquellas especialidades en las que "no exista posibilidad de ser proporcionada por la administración en su centro de trabajo", entre otras peticiones.
Piden también que la Consejería proponga "en el ámbito correspondiente, bien en el Consejo Interterritorial o bien ante el Gobierno nacional, que haya "cinco guardias obligatorias al mes, como máximo" y solo "un domingo y un sábado por cada siete guardias", con "festivos anuales repartidos de modo equitativo".
Además, abogan por que se constituya un órgano con la participación de los MIR y los sindicatos que "supervise, vigile y denuncie cualquier abuso o vulneración de los derechos de los MIR, de forma que se pueda intervenir de modo anónimo, evitando actuaciones que impliquen represalias, y que obligue al cumplimiento de la normativa".
Accede aquí a la carta íntegra enviada por ambos colectivos a la consejera de Sanidad, Ana Barceló.