Grado en Medicina militar: “Tienen prácticas serias desde primero para actuar en cualquier ejército”

El Director del Centro Universitario de la Defensa, Natalio García Honduvilla, nos explica cómo es el exigente grado en Medicina para todos aquellos que quieren dedicar su carrera profesional al ámbito militar

Médicos militares jurando bandera (FOTO: Centro Universitario de la Defensa)
Médicos militares jurando bandera (FOTO: Centro Universitario de la Defensa)
Manuel Gamarra
7 enero 2024 | 00:00 h
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La carrera de Medicina, más allá de que debe seguir unos criterios más o menos homogéneos -que se encarga de aprobar o no la ANECA- en todos los lugares de España, permite a cada universidad -dentro de un límite- introducir sus propios criterios a la hora de afrontar el plan de estudios. Hay una de ellas, no obstante, que es única en este sentido, tanto durante el estudio del grado como para el alumno ya graduado.

Se trata del grado en Medicina del Centro Universitario de la Defensa, perteneciente a la Universidad de Alcalá (UAH), la cual cuenta ya de por sí con el grado en Medicina “normal”. “Realmente, es como si fuese un grupo más dentro de la Facultad de Medicina. Comparten asignaturas, profesores y el plan de estudios es prácticamente el mismo”, afirma a ConSalud.es Natalio García Honduvilla, profesor de Histología de la citada Universidad de Alcalá y Director del Centro Universitario de la Defensa.

"Tienen 12 créditos más por curso, que van encaminados a su vida como médicos militares"

Sin embargo, sí que existen una serie de diferencias significativas que hacen que estudiar la exigente carrera de Medicina -ya de por sí una de las más largas que hay- en el Centro Universitario de la Defensa requiera de aún más tiempo que en cualquier otra universidad. Y es que, a los 60 créditos por curso habituales, sus alumnos deben sumar otros 12 más, quedando así un total de 72. “Van encaminados a su vida como médicos militares”, explica García Honduvilla.

Alumnos recién graduados

UN RECORRIDO POR ESPAÑA DURANTE LOS TRES PRIMEROS CURSOS

Para ello, al principio de cada uno de los primeros tres cursos de la carrera, son formados para actuar “en cualquiera de los ejércitos”; esto es tierra, aire y agua. Así, en agosto de su primer año como estudiantes de Medicina, sin haber pisado todavía las aulas de Madrid, se incorporan a la Academia General Militar del Ejército de Tierra, en Zaragoza. En segundo, hacen lo propio durante tres semanas en la Escuela Naval Militar de la Armada Española, en Marín (Pontevedra). “Algunos años, pasan una noche en el mar metidos en una balsa de esas de supervivencia, y lo pasan en grande”, comenta el profesor.

Por último, en tercero, pasan otras tres semanas del mes de septiembre en la Academia General del Aire, en San Javier (Murcia). Soporte vital avanzado, en combate, estructura del Ministerio de Defensa, estructura sanitaria de las Fuerzas Armadas… son otras de las materias que aprenden los alumnos, quienes reciben las clases teóricas de Medicina de primer, segundo y tercer curso en el propio Centro Universitario de la Defensa, ubicado dentro de la Academia Central de la Defensa, en Carabanchel.

“Lo normal es empezar las prácticas en tercero o en cuarto, pero aquí lo hacen desde primero, y son prácticas ya bastante serias”

Para las de cuarto y quinto se tienen que desplazar hasta la Universidad de Alcalá, mientras que en sexto, un curso que, como en todas las carreras de Medicina, está dedicado exclusivamente a la práctica clínica, acuden al Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, a escasos metros del mencionado Centro Universitario de la Defensa. Pero es que, además de esos 12 créditos adicionales y de los desplazamientos que suponen como una parte más de la carrera, los alumnos también reciben formación militar complementaria en la Academia Central de la Defensa.

“Los ensayos preparativos para los desfiles, como el del 12 de octubre o el del Día de las Fuerzas Armadas, otros actos militares que se ejecutan en la Academia… más toda la formación de prácticas de campo como si estuviesen ya en las misiones, maniobras militares… Es una carga lectiva bastante importante”, confirma García Honduvilla. “Lo normal es empezar las prácticas en tercero o en cuarto, pero aquí lo hacen desde primero, y son prácticas ya bastante serias”, añade.

Centro de simulación de Sanidad Militar

NO BASTA SOLO CON LA EXCELENCIA EN LOS ESTUDIOS

Para poder entrar en el grado en Medicina del Centro Universitario de la Defensa, además de unas notas  en la EBAU excelentes, se requiere de un examen de inglés y de unas pruebas físicas y psicotécnicas: “La primera semana en Zaragoza es de adecuación, y allí pueden renunciar e irse sin mayor problema. Se les sustituye por el siguiente en la lista, y ya se quedan los 34 que ingresan de forma directa”.

Al ser una oferta de empleo público, a las 34 plazas ofertadas vía EBAU se suma también un cupo de promoción interna. La inmensa mayoría son soldados o suboficiales de las Fuerzas Armadas, que deben aprobar primero una oposición de Química y de Biología para poder ingresar (“cambio de cuerpo”). También hay enfermeros del Cuerpo Militar de Sanidad, que quieren pasar a ser médicos (“cambio de escala”).

 “Las condiciones de vida de los militares son muy duras, pero no solemos tener muchas bajas durante la carrera"

“Solemos tener unos 450 candidatos para las 34  plazas. Antes llegaban a ser 800, pero se fueron dando cuenta de que el que no tenía una nota en selectividad de más de 13 era muy difícil que pudiese entrar”, indica García Honduvilla, quien presume también de que la inmensa mayoría de los que cursan la carrera acaban sacándose el título. “Las condiciones de vida de los militares son muy duras, pero no solemos tener muchas bajas. En los últimos doce años habrán abandonado solo seis o siete entre la primera semana en Zaragoza y el resto del grado”, sentencia.

Al terminar la carrera, y según tiene estipulado el plan del Ministerio de Defensa, salen como médicos y como tenientes de las Fuerzas Armadas, es decir, pueden ejercer tanto como médicos como militares. Se marchan entonces durante un mínimo de 32 meses a trabajar en distintas unidades, y a su vuelta se especializan para trabajar como médicos militares... claro que presentándose al examen MIR mucho más tarde que el resto de sus compañeros de profesión, que lo suelen hacer recién graduados.

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