Los jóvenes baleares con vocación farmacéutica ya no tendrían que emigrar a la península para ver cumplido su sueño. A partir del próximo curso 2024/2025, salvo sorpresa de última hora, la Universitat de les Illes Balears (UIB) incorporará a su oferta académica el nuevo grado en Farmacia, un objetivo que llevaban persiguiendo desde hace seis años y que completará de manera prácticamente definitiva la formación universitaria sanitaria en esta comunidad autónoma.
Y es que, según apunta a ConSalud.es la vicerrectora de Gestión y Política Académica de Grado, Yolanda González Cid, fue en 2018 cuando empezaron las negociaciones para incorporar Farmacia a la Universitat de les Illes Balears. “Claro que lo recuerdo. Perfectamente”, responde al ser preguntada por ello. “Primero fueron negociaciones a nivel interno de la propia universidad, y a partir de ahí comenzamos a hablar sobre el tema de la financiación con el Gobierno de la comunidad autónoma, que desde entonces ha ido cambiando”, añade.
Su caso, asegura, se ha demorado algo más de lo que suele ser habitual para un nuevo plan de estudios de grado en España: “Lo normal son tres, cuatro años. Y en nuestro caso han sido casi dos más”. De hecho, el informe favorable de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), imprescindible para poder poner en marcha el grado, llegó sobre la bocina. “Agotaron el plazo máximo de seis meses que tienen para emitir el informe, que suele ser primero intermedio y después definitivo. En nuestro caso ya nos han emitido un informe definitivo favorable, así que no tenemos que esperar un nuevo plazo”, explica González Cid.
"Lo normal son tres, cuatro años, y en nuestro caso han sido casi dos más”
Para su implementación a partir del próximo curso, ya solo falta el visto bueno definitivo del Ministerio deUniversidades, que debería ser un “mero trámite” una vez recibida la luz verde por parte de la ANECA. “El Consejo de Universidades se suele reunir aproximadamente una vez al mes, así que en el plazo máximo de un mes tendremos esa aprobación”, manifiesta con optimismo la vicerrectora de una universidad que, dos años antes, en 2016, había logrado uno de sus mayores hitos nada más y nada menos que 38 años después de su fundación: incorporar el grado en Medicina.
La creación de este nuevo grado -que el curso pasado sacó a sus primeros egresados y convocados MIR-, con su correspondiente Facultad de Medicina, supuso un importante avance para la universidad, también en inversión, del que se han beneficiado otras carreras. Sin ir más lejos, la Facultad de Ciencias de la Salud acaba de inaugurar un nuevo edificio del que se van a beneficiar los estudiantes de Enfermería, Psicología y Fisioterapia, y que está situado muy cerca de donde se va a impartir Farmacia, en el Edificio Mateu Orfila.
“Actualmente disponemos de aulas y laboratorios para asumir el primer y segundo curso, pero a medida que avance el grado y sumemos nuevos alumnos necesitaremos más infraestructura y maquinaria específica”, indica González Cid. Lo mismo ocurre con el personal docente, que para los primeros cursos será el de los grados de Biología, Bioquímica, Química y Física, aunque “quizá con alguna contratación adicional”. “Para los cursos superiores sí que necesitaremos contratar a personal más especializado”, reconoce.
UNA OBLIGACIÓN POR PARTE DE LAS UNIVERSIDADES
Tampoco va a variar mucho el plan de estudios del grado con respecto al que se oferta en otras universidades españolas, aunque, recuerda González Díez, es algo que ha requerido de “mucho esfuerzo” y de la implicación de muchos agentes de la universidad: “Diseñar un plan de estudios de esta envergadura lleva mucho tiempo y la necesidad de su aprobación por parte de la ANECA y de otros estamentos".
“Es un grado que da acceso a una profesión regulada, así que ha de seguir unas órdenes que están recogidas en el BOE. No te puedes salir mucho del camino, aunque sí que es cierto que hay un perfil de la titulación que se puede acercar más a unas ramas del conocimiento o a otros dependiendo de la experiencia y de la investigación de cada universidad”, reconoce la experta de la Universitat de les Illes Balears, cuyo grado en Farmacia ofertará, para el curso 2024/2025, 35 plazas.
"Esperamos que se cubran todas, y si con el tiempo contamos con el apoyo del Gobierno, podríamos estudiar la posibilidad de ofertar más plazas"
“Queremos hacer las cosas bien y garantizar la calidad del grado, así que ahora mismo esto es lo que queremos ofertar”, asegura González Díez. “También, para ver la respuesta que tenemos a esa oferta. Esperamos que se cubran todas, y si con el tiempo contamos con el apoyo del Gobierno, podríamos estudiar la posibilidad de ofertar más plazas. Pero siempre va a estar condicionado por los recursos económicos, humanos y de infraestructura, así como por la posibilidad de ofrecer prácticas curriculares en hospitales y oficinas de farmacia”, añade.
Desde luego, a juzgar por los datos que maneja la UIB, no debería haber muchos problemas para cubrir esas 35 plazas: Desde el año 2016, informa su vicerrectora de Gestión y Política Académica de Grado, 200 jóvenes baleares que hicieron allí la EBAU solicitaron el traslado de expediente para poder estudiar Farmacia en alguna universidad de España. “Era una demanda social de nuestra comunidad autónoma, y nosotros, como universidad pública, tenemos la obligación de atender esas demandas y formar a nuestra juventud en las disciplinas que solicitan, que además les abren un abanico profesional que va mucho más allá de las oficinas de farmacia”, sentencia.