En el MIR 2021, la última de las 95 plazas de Geriatría se agotó en el número de orden 9.402. Este año, la primera plaza de la especialidad se asignó el primer día de los actos de adjudicación, en el número de orden 204. Con todo, después de este estreno por todo lo alto, Geriatría no fue elegida por ningún opositor las cuatro jornadas siguientes y hasta el noveno día de elección de plaza, solo el 5% de las vacantes tienen nombre y apellido. Es decir, apenas cinco plazas de las 102 convocadas este año por el Ministerio de Sanidad han sido adjudicadas.
“No es una de las favoritas”, confiesa Francisco Tarazona, vocal de la sección clínica de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), aunque añade que “poco a poco lo va siendo”.
“La Geriatría es una especialidad en expansión” y así lo confirma la “apertura constante de nuevos servicios, un fenómeno asociado al crecimiento de los ya presentes”, además de la “transversalidad de la práctica clínica de la especialidad, que produce un efecto llamada por parte de otros servicios”. Todo esto se traduce, añade Tarazona, en que el atractivo para los recién licenciados "no deje de aumentar”. Además de este hecho, hay otro factor que hace que la Geriatría sea una especialidad que poco a poco gana popularidad: los contratos para los recién especializados, que superan el número de especialistas formados por año.
Para continuar esta tendencia y “ser una de las favoritas, deberíamos modernizar la formación durante el grado universitario e incluir una asignatura de Geriatría, lo cual permitiría conocer en detalle una especialidad cada vez más solicitada”, apunta el portavoz de la SEGG. En esta línea, la sociedad recuerda que cuenta con un grupo de trabajo sobre docencia en el grado con el objetivo de “favorecer una mayor predisposición de los alumnos que conocen la especialidad antes de licenciarse a su elección tras el examen MIR”.
"El paro es prácticamente inexistente en la especialidad de Geriatría y los residentes que acaban, se encuentran ante sí un buen número de ofertas de trabajo"
La Geriatría, explica Tarazona, es “una especialidad heterogénea en la atención al adulto mayor, siempre con una clara finalidad de preservar o mejorar, cuando es posible, la funcionalidad, la capacidad cognitiva y la calidad de vida del paciente”. Estos profesionales pueden trabajar en diferentes áreas: unidades geriátricas de agudos, en unidades de ortogeriatría y apoyo quirúrgico, en unidades de oncogeriatría, unidades de recuperación funcional, hospitales de crónicos, hospitales de día, unidades de hospitalización domiciliaria, consultas monográficas como las de caídas, deterioro cognitivo, fragilidad…
En todas estas áreas, “la finalidad del geriatra va a ser muy parecida: la máxima recuperación funcional, el correcto abordaje de las enfermedades crónicas y agudas, la retirada de prescripciones inadecuadas, la prevención y manejo de síndromes geriátricos (delirium, malnutrición, sarcopenia, alteración de la marcha y caídas, incontinencia, etc)”. El día a día es variado, comenta Tarazona, y varía entre la planta, las consultas, la formación a residentes y “los días más afortunados, algo de tiempo para leer artículos, avanzar en los proyectos de investigación en marcha o en la preparación de alguna sesión clínica pendiente”, comenta el geriatra.
Respecto a la calidad de vida, el portavoz de la SEGG argumenta que las condiciones laborales y salariales de nuestros facultativos hacen que no se pueda decir que "lacalidad de vida el médico español sea especialmente boyante”. Pese a ello, “a diferencia de unas décadas atrás, el paro es prácticamente inexistente en la especialidad de Geriatría y los residentes que acaban, se encuentran ante sí un buen número de ofertas de trabajo, si bien es cierto que no todas ellas cerca de sus domicilios”.
La atención a las personas mayores aporta “grandes gratificaciones desde la perspectiva profesional y, sobre todo, humana”
Por otro lado, el número y la intensidad de las guardias varía entre servicios y hospitales, aunque “independientemente de estas circunstancias”, el hecho de que las guardias sean jornadas de trabajo ininterrumpido durante 24 horas, “difícilmente no son intensas y agotadoras”.
Así, la tónica general de los MIR al acabar la residencia es la satisfacción. Una satisfacción que se prolonga posteriormente a lo largo de sus carreras profesionales. Y es que la atención a las personas mayores aporta “grandes gratificaciones desde la perspectiva profesional y, sobre todo, humana”. “Esa satisfacción compensa la mayor parte de problemas asociados a la práctica clínica”, defiende Tarazona.
La investigación también es un pilar fundamental de la Geriatría. Tanto es así que los grupos investigadores españoles en Gerontología y Geriatría "son referentes en muchos ámbitos dentro del panorama científico internacional”, en áreas como la sarcopenia, fragilidad, prehabilitación en el mayor que va a ser sometido a cirugía electiva o tratamientos con quimio o radioterapia, entre otros. Estas investigaciones se traducen en “un incremento importante de la supervivencia de los mayores con estos procesos y por tanto, en una mejor funcionalidad y calidad de vida”.
Preguntado por las recomendaciones para los médicos que aún están pendientes de elegir una de las 8.188 plazas MIR convocadas este año por el Ministerio de Sanidad, Tarazona lo tiene claro: “Le recomendaría que acudiera a alguna unidad docente acreditada, que se informe, que pregunte y aclare sus posibles dudas y, si le gusta la especialidad, que elija la formación en Geriatría”. “Estoy seguro de que no se va a arrepentir”, concluye el portavoz de la SEGG.