Formarse como médico durante la pandemia de Covid-19 puede ser para muchos, una oportunidad de “aprender más que nunca”. Es la sensación que tuvo Álvaro Rodríguez Torres, R2 de Psiquiatría en el Hospital 12 de Octubre de Madrid y representante de la Asociación MIR España en la Comunidad de Madrid.
“Al principio pensaba así… Llegas con toda la adrenalina de R1 y piensas que por ver el doble de pacientes aprenderás más, pero no es así”, cuenta el MIR a ConSalud.es. La formación de los residentes, que en un futuro serán los médicos adjuntos en los hospitales, se ha visto “claramente trastocada y mermada” a raíz de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus.
Álvaro empezó la residencia durante la pandemia, aunque en la primera ola estuvo como voluntario en Medicina Interna y Urgencias Covid, entre otros. La sobrecarga ha sido la principal razón de que la formación de estos médicos se haya visto tan comprometida. Los MIR de Medicina Familiar y Comunitaria, por ejemplo, han sido unos de los principales afectados. Y es que si alrededor del 80% de las guardias de estos especialistas tienen que ver con las Urgencias, la Covid-19 ha supuesto que esta cifra aumente. Esto se traduce en que las ya de por sí pocas guardias de especialidades como Traumatología o Pediatría, se han reducido o incluso anulado por completo.
Tampoco aquellos médicos que querían dedicarse a las Urgencias han aprendido más, solo "han aprendido sobre asistencia en Covid y sobre cómo sobrevivir a una sobrecarga así". “Ver a 27 pacientes no te enseña más que ver a 10, si esos 27 los tienes que ver en el mismo tiempo que a los otros 10. Los ves de forma muy superficial, buscando resultados ya... Con tanta presión no puedes aprender, solo buscas una salida para el paciente y para ti”, asegura Rodríguez Torres.
"Somos los médicos del futuro y lo que no veamos como residentes, lo veremos como responsables, aún teniendo muy poca experiencia"
“Si de normal la asistencia es lo prioritario y la formación secundaria, con esta situación de crisis la formación quedaba totalmente al margen”, apunta el representante de AME en Madrid. Un hecho completamente comprensible durante los momentos más duros de la emergencia sanitaria, pero que no se explica en la sexta ola. “En esta última ola, de personal hemos estado prácticamente igual, a lo mejor con algunos profesionales más, pero en general ha habido una sobrecarga que ya estaba presente y no se ha hecho nada para frenarla. Nos ha vuelto a pillar y han vuelto a utilizar al residente como si fuésemos profesionales que han acabado su formación”.
En otras palabras, los médicos internos residentes (MIR) han estado ejerciendo como médicos adjuntos, muchas veces sin ningún tipo de supervisión. Todo ello, por supuesto, cobrando el sueldo mínimo de los residentes, que está poco por encima del salario mínimo interprofesional.
El representante de AME en Madrid insiste en que todo esto repercute en que la formación que habían tenido que tener los residentes en algunos ámbitos, no ha sido la que debería. “Somos los médicos del futuro y lo que no veamos como residentes, lo veremos como responsables, aún teniendo muy poca experiencia”, asegura el R2 de Psiquiatría. “Si hay rotaciones que ya son cortas, si te ha pillado en la pandemia, la rotación no ha existido”, es decir, no tienen experiencia en ese campo.
No solo la formación de los futuros profesionales se ha visto comprometida, también la asistencia al paciente. Para empezar, porque el paciente no ha estado “tan bien atendido como debería” por la situación de “caos” y “locura”. Durante los momentos más demandantes de la pandemia no ha habido continuidad, lo que significaba una situación de esperas, de incertidumbre y de dolor que el paciente ha sentido.
Y por el momento no hay planes para compensar esta falta de formación. “Es muy, muy complicado que se pueda recuperar la formación que no hemos tenido, porque tenemos otras. Si recuperamos de una, significará perder de otra especialidad”. Desde la Asociación MIR España, Rodríguez Torres defiende que seguirán trabajando para buscar una solución y compensar lo ocurrido y, sobre todo, para evitar que esto vuelva a pasar. "El punto clave es que la formación es tan importante como la asistencia". Esto significa que mientras no se contrate personal estructural para cubrir la asistencia al paciente, seguirán usando a los residentes para cubrir estos puestos, aún sin tener todos las competencias y conocimientos necesarios, concluye el MIR.