Andalucía lleva ya tiempo preparando el aterrizaje de la nueva figurante del ayudante doctor en sus universidades públicas. De hecho, informa la Junta en una nota, su Consejería de Universidad, Investigación e Innovación está elaborando la orden que establecerá las condiciones y requisitos de contratación de estos profesionales docentes, que tienen por objetivo “solucionar la carencia de profesorado médico en los grados de Medicina de la comunidad y adelantar el inicio de su carrera académica e investigadora”.
En concreto, la categoría de ayudante doctor vinculado al sistema sanitario público está orientada a los jóvenes médicos que acaban de terminar el MIR y que están en posesión del título de doctor. Así, informa la Junta, estos se incorporarían a la universidad a una edad aproximada de 30 años, y podrían alcanzar la siguiente etapa, la de contratado doctor con vinculación clínica o profesor titular vinculado, a los 36. En la actualidad, esto se suele producir a una edad superior a los 40 años, lo que supone un adelanto de seis años en su carrera académica.
"Estaba claro que el sistema necesitaba modificaciones para poder acreditarse más joven"
Y es que la carencia actual de la plantilla docente de carácter clínico es de casi 4.000 profesores, que podrían llegar a ser 5.000 en 2030. Además, su edad media es de más de 50 años, por encima del resto de personal docente e investigador que ejerce en otras áreas de enseñanza. Todo ello supone una cada vez más difícil renovación y relevo generacional de las plantillas docentes en el ámbito sanitario, máxime cuando un médico tarde en formarse, con su MIR correspondiente, más de once años.
Andalucía, con esta pionera figura, aplaudida recientemente por el vicepresidente de la Conferencia Nacional de Decanos de Medicina en una entrevista concedida a ConSalud.es, trata de tomar medidas. “Lógicamente, si te acreditas a esa edad, no vas a poder tener una vida académica muy larga. Estaba claro que el sistema necesitaba modificaciones para poder acreditarse más joven”, destacó entonces Antonio Compañ Rosique, decano de Medicina de la Universidad Miguel Hernández de Elche.
A falta de que se publique la citada orden, ya en octubre del año pasado se incorporó esta nueva figura en la actual normativa de Andalucía en materia de universidades a través de una modificación parcial que se realizó con el fin de adaptar la legislación andaluza a los cambios de personal docente e investigador de carácter laboral recogidos en la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU). Ahora, el borrador de la orden propone que este perfil tenga consideración de personal de la universidad y plantea que la dedicación al desempeño asistencial y a las labores de docencia y de investigación sea equilibrada “para facilitar su acreditación y estabilización”.
“Esta medida atraerá más talento al Servicio Andaluz de Salud (SAS) y a las universidades"
Y es que, recuerda la comunidad autónoma, este perfil no existe actualmente ni en el marco estatal ni en otras normas autonómicas, por lo que su desarrollo “atraerá más talento al Servicio Andaluz de Salud (SAS) y a las universidades. El borrador de la orden también plantea que la remuneración del profesorado ayudante doctor con vinculación clínica sea la misma que la estipulada para la categoría de ayudante doctor de universidad, y que esa retribución será asumida al 50% por la institución académica en la que desarrolle su labor y por el Servicio Andaluz de Salud (SAS). Además, el SAS se hará cargo de la parte que corresponde a guardias, complementos y continuidades.
De igual manera, y al margen de esta futura orden que verá la luz próximamente, la Junta de Andalucía recuerda que el marco normativo de referencia establece que la contratación del ayudante doctor será a tiempo completo, y que la duración del contrato no podrá ser inferior a un año ni superior a cinco, aunque podría prorrogarse si se hubiera concertado por una duración inferior a la máxima. Sea cual sea el caso, el tiempo máximo no podrá ser superior a los ocho años. “Esta medida contribuirá, además, a renovar la plantilla docente, al favorecer la incorporación de profesionales sanitarios a las facultades de Medicina en etapas muy tempranas”, insiste la Junta.