Estudiar Medicina con más de 40 años: “En la fiesta de ecuador me nombraron doctora jefa suprema”

Conocemos la historia de Gloria, una auxiliar de enfermería que decidió empezar a estudiar Medicina con casi 40 años y que será especialista rozando los 50

Gloria posa durante una de sus prácticas de Medicina (FOTOMONTAJE: ConSalud.es)
16 septiembre 2024 | 07:00 h
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El curso pasado, 8.013 de las 9.063 personas que se matricularon en la carrera de Medicina tenían entre 18 y 21 años, es decir, estaban recién salidos del instituto. El resto estaban entre los 22 y los 25 (507 personas) y entre los 26 y los 30 (269), mientras que solo 274 nuevos estudiantes tenían más de 30 años. Gloria es una de ellas, que, tras muchos vaivenes y tiempo dedicado a otras profesiones -auxiliar de enfermería es la última de ellas, que aún a día de hoy compagina con el grado de Medicina-, va camino de cumplir uno de sus sueños y convertirse, con casi 50 años, en médico de familia.

Antes había llegado a ejercer incluso de programadora de datos. “Mi madre también es auxiliar de enfermería, mi exsuegro era cirujano… realmente siempre había vivido entre hospitales, pero nunca me había planteado estudiar Medicina hasta que llegó la pandemia y me di cuenta de que hacían falta muchísimos médicos. Así que pensé que podía ayudar más de lo que lo estaba haciendo, y fue cuando me decidí”, explica a ConSalud.es Gloria, que tiene actualmente 42 años y afronta su cuarto año de carrera.

"Nunca me había planteado estudiar Medicina hasta que llegó la pandemia y me di cuenta de que hacían falta muchísimos médicos"

Su decisión era valiente. Divorciada y con dos hijos, suponía dar un vuelco total a su vida e irse a vivir a 200 kilómetros de distancia. Concretamente a Pamplona, en cuya universidad pública, la UPN -que acaba de sacar su primera promoción de graduados en Medicina-, realizó el examen de acceso para mayores de 25 años, puesto que, al contrario que en la EBAU, los que entran por este cupo no realizan un examen general y luego deciden en qué universidad quieren estudiar. Aquí eliges primero la universidad, y, si no entras, te quedas fuera hasta la siguiente convocatoria.

Por eso, la futura médica se preparó a conciencia, estudiando por las noches mientras por el día trabajaba con pacientes con covid. Y finalmente consiguió su objetivo, hacerse con una de las dos plazas reservadas para su cupo. “La otra la sacó un señor, pero nunca se llegó a presentar”, recuerda. Así, Gloria llegó a su primer día de universidaddoblando en edad a la mayoría de sus compañeros, algo que le hizo estar “entre dos mundos: entre los profesores, que son de tu edad, y entre el resto de los alumnos, que no lo son”. Y, aunque a veces se sentía algo extraña, reconoce que la experiencia también le ha dado “mucha vida”.

"Las compañeras me tratan como a una mami, les ayudo con cualquier cosa"

“Al final, estoy compartiendo piso aquí en Pamplona con chicas de la carrera que tienen veinte o veintiún años, y las experiencias no son las mismas. Pero los chavales fueron muy majos al acogerme, lo ven ya como algo muy normal. Me tratan como a una mami, les ayudo con cualquier cosa, y en la fiesta de ecuador, que hicimos a mitad de tercero, me pusieron una cinta y me nombraron doctora jefa suprema”, apunta entre risas.

Eso sí, mientras sus compañeras pueden disfrutar de su tiempo de ocio haciendo planes o saliendo de fiesta por la capital navarra, Gloria dedica los fines de semana a trabajar como auxiliar de enfermería y a estar con su familia: “Además, ahora también tengo que ir a echar horas dos días a la semana, así que me es incompatible”. “Yo no recibo becas, no puedo tener un préstamo estudiantil, todo es de mi bolsillo”, subraya la estudiante.

“Medicina, si bien es muy difícil, también es compatible con otras cosas de la vida, por mucho que la gente piense que no”

A pesar de ello, le está yendo bien en la carrera. De hecho, afirma, es una de las cosas que más le han sorprendido, pues en más de una ocasión llegó a pensar que ya en el primer curso se sentiría sobrepasada y tendría que tirar la toalla. “Medicina, si bien es muy difícil, también es compatible con otras cosas de la vida, por mucho que la gente piense que no”, asegura. Tampoco está teniendo problemas a la hora de compatibilizar su trabajo con las prácticas clínicas, una de las partes más importantes del grado.

Y es que, en la Universidad Pública de Navarra, señala Gloria, siguen un modelo distinto al que suelen tener la mayoría de las universidades españolas: en lugar de tener los tres o cuatro primeros cursos teóricos y dedicar el resto casi enteramente a las prácticas, allí comienzan a hacer prácticas en segundo y las compaginan en todos los cursos con asignaturas teóricas. “Me adapté muy bien, y, además, viniendo de un medio sanitario, todo se hizo mucho más fácil. Estoy curtida, y acostumbrada a echar muchas horas”, ríe.

EL MIR, EN EL SUR

A Gloria ya “solo” le quedan tres años de carrera. Después, uno de prepararse el MIR, y cuatro de especialización para poder convertirse en médico de familia. Su hoja de ruta está muy bien marcada, y, de nuevo, piensa ir a la contra que la mayoría de los aspirantes al MIR. “Lo voy a hacer a la manera francesa, donde a partir de cuarto de Medicina ya son residentes y dedican las tardes a estudiar para el examen de acceso, sin pegarse la matada que hacemos en España durante siete meses. Ya este año voy a apuntarme a una academia para tener el material y acceso a todos los exámenes. Necesito ser previsora, no puedo permitirme el lujo de pillarme los dedos porque tendré que seguir estudiando y trabajando al mismo tiempo”, comenta.

También tiene claro dónde quiere hacer la residencia, y, sorprendentemente, no va a ser en el norte, a pesar de tener su residencia entre la citada Pamplona y la región francesa de Landas. Gloria será médico de familia en Alicante, puesto que sus padres se han jubilado allí y quiere estar lo más cerca posible de ellos. “Todos mis familiares que han trabajado en sanidad se han jubilado tarde, así que todavía me quedan años por delante”, afirma entre risas. ¿Y Erasmus de aquí a que termine la carrera?: “Quita, quita, ya tengo suficiente movilidad con los viajes que me hago cada fin de semana a Francia”.

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