A finales del pasado mes de febrero, el presidente del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), Gonzalo Baquero, dimitió de su cargo por cuestiones personales. Lo hizo sin haber alcanzado siquiera la mitad de su legislatura de un año, que había comenzado en octubre, y poco después de reunirse con Mónica García, ministra de Sanidad. Ahora, tras un par de semanas sin nadie al mando, las recientemente celebradas Jornadas Estatales de Estudiantes de Medicina han resuelto que su sucesora sea Laura Cortés Fraile.
“Llevaba ya unos años en el Consejo, pasando por dos cargos diferentes: coordinadora de la Comisión de Educación Médica y vocal de Asociaciones Científicas”, informa la propia Laura Cortés Fraile a ConSalud.es, quien ocupará el cargo de representante de los cerca de 43.500alumnos de Medicina que, según el Ministerio de Universidades, había matriculados en las distintas facultades de Medicina de España el curso pasado. Lo hará, en principio, hasta el próximo mes de octubre, cuando estaba previsto que su predecesor dejase el cargo.
Alumna de cuarto de Medicina en la Universitat de les Illes Balears, la joven estudiante estará acompañada en su junta directiva por Andrés Real Fernández como vicepresidente de Asuntos Externos y por otras tres mujeres, Lucía Lara Gómez, Vega María Sánchez Rodríguez y María Prieto Sevilla como vicepresidenta de Organización Territorial, vicepresidenta de Asuntos Formativos y Tesorera General, respectivamente. Solo queda vacante la Secretaría General, cuyo nombre se conocerá después de la Asamblea General Extraordinaria que tendrá lugar el próximo 18 de marzo.
"Si la base de la profesión médica hoy en día está constituida por mujeres, choca mucho que exista ese techo de cristal”
Y es que la lucha feminista, como ya señaló hace unos meses a este medio Baquero, es una de las bases del CEEM, más importante si cabe en un ámbito que ya desde hace muchos años está dominada por mujeres. ‘Predicar con el ejemplo’, parece decir el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina con esta nueva composición de su junta directiva. No en vano, a pesar de ser mayoría, los puestos de dirección en el ámbito sanitario -tanto asistencial como formativo e investigador- siguen estando liderados por hombres.
“Somos un 70% de mujeres estudiando Medicina, y a nivel profesional representamos a más del 50%. Sin embargo, esto no se traduce de manera equitativa en los puestos directivos, que solo están copados por mujeres en un 20%. Si la base de la profesión médica hoy en día está constituida por mujeres, choca mucho que exista ese techo de cristal”, se lamenta Laura Cortés Fraile, quien durante los próximos seis meses tratará de, en líneas generales, continuar con los objetivos marcados por la anterior junta directiva del CEEM
OTROS RETOS POR DELANTE
Así, una de sus principales líneas de trabajo es la oposición a la apertura de nuevas facultades de Medicina, lo que parece ser una tónica habitual de los últimos años. También al aumento de plazas de primer curso promovido por el Ministerio de Sanidad, a pesar de las largas listas de espera que se forman cada año para estudiar la carrera de Medicina, que es la que exige una nota de corte más alta en casi todas las universidades de España. “Desde hace varios años, España se ha convertido en el país del mundo que tiene un mayor número de facultades de Medicina por habitante, superando con creces las cifras recomendadas por la UE”, apunta la joven.
"Si te llega una médica con cinco o seis estudiantes más los dos o tres residentes, la atención que recibe ese paciente es mucho menos personalizada e íntima”
“Eso se traduce en un mayor número de estudiantes en los hospitales para hacer prácticas clínicas, lo que no va solo en contra de nuestra formación, porque, obviamente, la atención que vamos a recibir por parte de los profesionales es mucho menor. También va en detrimento de la salud de los propios pacientes. Si te llega una médica con cinco o seis estudiantes más los dos o tres residentes, la atención que recibe ese paciente es mucho menos personalizada e íntima”, denuncia Cortés Fraile. “Hospitales son los que son, y no van a aumentar por el incremento de plazas en las facultades”, insiste.
La citada reivindicación del papel de la mujer en Medicina, cuidar la salud mental de los propios alumnos, posicionamientos sobre racismo y becas -“votados por la Asamblea en estas últimas Jornadas”-, el fomento de la multidisciplinariedad en la carrera a través de prácticas conjuntas con otros estudiantes de grados sanitarios -“en general no es algo que esté muy establecido”-… son otros de los retos que deberá asumir la joven balear. También, subraya, lucharán por cambiar el sistema de elección de plazas MIR, que a raíz de la pandemia se realiza de manera enteramente telemática.
"Nos gustaría intentar llegar a un acuerdo con las autoridades competentes y quizá encontrar un punto intermedio que nos beneficie a todos y que sea factible a nivel administrativo”
“Reivindicamos la vuelta a esa elección presencial. Es cierto que se trata de un sistema complicado, y que, como cualquier otro, nunca va a llegar a ser perfecto. Pero nos gustaría intentar llegar a un acuerdo con las autoridades competentes y quizá encontrar un punto intermedio que nos beneficie a todos y que sea factible a nivel administrativo”, asegura. Además, critica, los grados de Medicina actuales se centran demasiado en que el objetivo final de la carrera es presentarse al MIR: “Existen otras muchas opciones, y así se debe plantear en las facultades”, recuerda la nueva presidenta del CEEM, quien deberá compaginar este nuevo e importante cargo con sus estudios de Medicina en la joven Facultad de la Universitat de les Illes Balears.
“La clave es organizarse lo mejor posible, aunque es muy fácil decirlo y muy difícil hacerlo”, afirma Cortés Fraile entre risas. “Pero yo creo que es eso, dedicar el tiempo justo y necesario a cada uno de los apartados de tu vida. Y, por supuesto, hoy en día tenemos la gran ventaja de las nuevas tecnologías. A mí, que soy de las Islas Baleares, es algo que me va a facilitar muchísimo el trabajo”, añade. “Nuestra intención es que nos escuchen, y poder ser ese altavoz que impulse la opinión del estudiantado para que nos tengan en cuenta a la hora de participar en decisiones que nos competen directamente”, sentencia.