Ya es oficial: la prueba de acceso a la universidad sufrirá nuevos cambios de cara al curso 2024/2025, los cuales han sido recientemente aprobados por el Consejo de Ministros a través de un proyecto de real decreto. El examen, hasta ahora conocido como EvAU o EBAU -dependiendo de la región de España-, y que vivió una serie de modificaciones a raíz de la pandemia, recupera tanto su nombre anterior -PAU- como el formato previo, lo que hará “más difícil” sacar notas altas y, por tanto, entrar en Medicina.
Y es que no lo olvidemos: Medicina ha sido históricamente, y lo sigue siendo a día de hoy, la carrera que exige una nota de corte más alta para entrar, a pesar de la continua apertura de nuevas facultades (de hecho, España ya es el país con mayor número de facultades de Medicina por habitante). Pero es que otros grados sanitarios, como Enfermería, Veterinaria o Psicología, también aparecen entre los más alto del ranking.
“Van a intentar que los alumnos sepan entender la materia y no tanto aprenderla de memoria"
“Van a intentar que los alumnos sepan entender la materia y no tanto aprenderla de memoria. Más práctico, por así decirlo. Y eso, traducido, quiere decir que es más difícil”, explica a ConSalud.es Carlos Soto Moreno, profesor de la Academia Nuevo Futuro. “Además, cuando uno se prepara para la selectividad, entre otras cosas intenta resolver muchos modelos de exámenes anteriores. Pero claro, como los que hay hasta ahora resueltos no son como los de este formato nuevo, hasta que no pasen varios años no existirá un modelo claro en el que fijarse”, añade.
No obstante, como se mencionaba al comienzo del artículo, la base de la prueba va a ser la misma que la que había antes de la pandemia, y que estuvo instaurada durante muchísimos años. El Boletín Oficial del Estado (BOE), donde aparece reflejado el citado proyecto de real decreto, explica así que el examen constará de cuatro, “o en el caso de comunidades autónomas con lengua cooficial cinco”, ejercicios que versarán sobre las siguientes materias:
a) Lengua Castellana y Literatura II y, si la hubiere, Lengua Cooficial y Literatura II.
b) Historia de España o Historia de la Filosofía, a elección del alumnado.
c) Lengua Extranjera II. A efectos de organización de la prueba, el alumnado indicará en su solicitud de inscripción la lengua extranjera de la que se examinará, pudiendo elegir entre alemán, francés, inglés, italiano y portugués.
d) La materia específica obligatoria de segundo curso de Bachillerato de la modalidad cursada. Esta es, en la vía de Artes Plásticas, Imagen y Diseño, Dibujo Artístico II; en la de Música y Artes Escénicas, Análisis Musical II o Artes Escénicas II, a elección del alumnado; en la de Ciencias y Tecnología, Matemáticas II o Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales II, a elección del alumnado; en la de Humanidades y Ciencias Sociales: Latín II o Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales II, a elección del alumnado; y en la modalidad General, Ciencias Generales.
“Antes de la pandemia, como pasará a partir de ahora, los alumnos tenían que escoger entre la opción A o la opción B de cada materia, y cada una de ellas tenía cuatro o cinco ejercicios con varios apartados dentro a elegir”, recuerda Soto Moreno. “El modelo COVID amplió los ejercicios a ocho, y había que hacer cuatro a gusto del alumno. ¿Qué ocurría? Que mucha gente optaba por estudiarse la mitad del temario y centrarse en esa parte. Esto no te servía si querías hacer Medicina, porque tenías que saberte todo el temario para poder elegir los ejercicios más sencillos y no tener el problema de que te supieses solo la parte difícil”, apunta.
"La única forma de homogeneizar realmente el examen es estableciendo un modelo único, y eso no va a ocurrir"
De esta manera, insiste el profesor de la Academia Nuevo Futuro, lo que se busca con la nueva PAU también es que los alumnos se tengan que mirar todo el temario, y no solo una parte. Por otro lado, la idea también es establecer unos criterios más homogéneos para todo el territorio nacional, ya que siempre ha sido motivo de polémica el si el examen es más fácil o más difícil en una comunidad o en otra. “Como las competencias en Educación pertenecen a las comunidades autónomas, actualmente los exámenes son totalmente diferentes”, señala el experto, quien no obstante tiene serias dudas de que esto realmente se llegue a ver reflejado.
“Yo creo que esto es más un tema político, y que va a ser difícil llevarlo a cabo. Sí que han puesto unos criterios generales, pero es que antes ya los había. La única forma de homogeneizar realmente el examen es estableciendo un modelo único, y eso no va a ocurrir. Mientras tanto, será una homogeneización relativa”, señala Soto Moreno. “Yo he tenido alumnos que se han llegado a empadronar en otra comunidad autónoma, y que, bajo mi punto de vista, en Madrid no lo hubieran conseguido”, ejemplifica sobre esa palpable diferencia.
CONSEJOS PARA LOS ASPIRANTES
Otro de los aspectos polémicos, y a los que cada año parece que se está dando más importancia, es el de la ortografía. En proyecto de real decreto todavía no se especifica nada sobre ello, más allá de que los criterios de corrección incluirán “la adecuación a lo solicitado en el enunciado” y la “coherencia, cohesión, corrección gramatical, léxica u ortográfica de los textos producidos, así como su presentación”. “Ahora quieren que la ortografía baje más”, confirma el profesor consultado por este medio: “Parece que fuese algo sin importancia, y que la gente puede ir a la universidad teniendo faltas horribles de ortografía. Eso no puede ser así”.
"Nosotros les recomendamos que no aprueben cada evaluación de Bachillerato y se olviden, sino que las vayan repasando continuamente"
Al ser un examen común para todas las personas que quieren entrar en la universidad, independientemente de la carrera que quieran después cursar, esta mayor o menor dificultad al final es algo que va a afectar a todos los aspirantes por igual. Así que, ¿qué consejos se le pueden dar a los que aspiran a estudiar Medicina, la carrera más exigente para entrar? Desde la Academia Nuevo Futuro responden, recordando, eso sí, que todo parte de la premisa de que deben tener “una nota media de Bachillerato muy buena”, que se sumará a la de la PAU.
“Luego, tienen que comenzar a preparar el examen con tiempo, así que nosotros les recomendamos que no aprueben cada evaluación de Bachillerato y se olviden, sino que las vayan repasando continuamente. Y, claro está, también es recomendable que se apunten a un centro especializado en preparar exámenes”, sentencia Soto Moreno sobre la PAU de 2025, la primera prueba diseñada bajo los criterios de la LOMLOE, la reformada ley de educación.