Los decanos de Enfermería rechazan el grado online: “Aprendes haciendo, no solo viendo y escuchando"

Inmaculada García García, presidenta de la Conferencia Nacional de Decanos de Enfermería, rechaza las propuestas que han recibido de impartir el grado de manera online

Inmaculada García, presidenta de la Conferencia Nacional de Decanos de Enfermería (FOTOMONTAJE: ConSalud.es)
Inmaculada García, presidenta de la Conferencia Nacional de Decanos de Enfermería (FOTOMONTAJE: ConSalud.es)
Manuel Gamarra
14 octubre 2024 | 11:10 h

Enfermería ha batido récord de plazas universitarias para este curso 2024/2025: 14.931, frente a las 14.764 del año pasado, según datos oficiales del Ministerio de Ciencia, Innovación  y Universidades. La titulación, como el resto de las del ámbito sanitario, especialmente Medicina y, sobre todo, Psicología, cada vez despierta mayor interés entre los jóvenes -y no tan jóvenes- de nuestro país, y la inmensa mayoría de las universidades públicas ya ofertan el grado. Por eso, ante las lógicas limitaciones de crecimiento que tiene una carrera con una parte práctica tan importante, surgen nuevas iniciativas y propuestas por parte de las privadas. Una de ellas es la posibilidad de estudiar la carrera de manera semipresencial, algo a lo que, no obstante, se oponen “rotundamente” desde la Conferencia Nacional de Decanos de Enfermería (CNDE).

Así lo reconoce a ConSalud.es Inmaculada García García, decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Granada (UGR) y presidenta de la Conferencia, quien reconoce haber rechazado una solicitud de aval por parte de la Universidad Camilo José Cela para impartir el grado de Enfermería en esta modalidad a distancia. “Hablamos sobre ello con el colegio profesional de Enfermería y les tuvimos que decir que su propuesta no era posible si se quería garantizar la calidad de la docencia que se le imparte al estudiante”, afirma García.

De hecho, la propia Inmaculada García firmó a principios del mes de julio, como representante de la Conferencia Nacional de Decanos, un documento que trasladó presencialmente al secretario general de Universidades, Francisco García Pascual, y en el que defendían la presencialidad como única forma de garantizar una “óptima competencia y desempeño profesional” de las futuras enfermeras. También lo firmaron, bajo el nombre de Unidad Enfermera, representantes del Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería (CGE), Sociedades Científicas Enfermeras, la Asociación Nacional de Directivos de Enfermería (ANDE), la Asociación Estatal de Estudiantes de Enfermería (AEEE) y el Sindicato de Enfermería (Satse).

“Hablamos sobre ello con el colegio profesional de Enfermería y les tuvimos que decir que su propuesta no era posible si se quería garantizar la calidad de la docencia que se le imparte al estudiante”

La parte práctica, evidentemente, no se puede hacer de manera telemática, y una parte muy importante de ella se realiza dentro de la propia universidad a través de los simuladores. Pero, recuerda García, todos los grados que se oferten han de ofrecer prácticas clínicas en hospitales o centros sanitarios, y la Conferencia Nacional de Decanos se encarga de velar porque esto sea así. “Siempre se lo recordamos: 2.300 horas de prácticas y, a ser posible, que lo imparta profesorado con formación en cuidados”, apunta la enfermera.

Pero desde la Conferencia tampoco contemplan la posibilidad de que la parte teórica se imparta telemáticamente. “No es lo mismo estar escuchando a una persona que está presencialmente, poder interactuar, hacer preguntas, generar un debate… que a través de una pantalla. No se entiende igual, y los conceptos son muy complejos: anatomía, fisiología, bioquímica, RCP… tú te puedes poner vídeos de cómo hacer una RCP tantas veces como quieras, pero antes de hacérsela a un paciente tienes que haber visto cómo se hace en persona”, afirma García.

Y no es algo nuevo para los profesores de universidad. Ya tuvieron que convivir con este modelo durante la pandemia, y, afirma la decana andaluza, cuando se abrieron las aulas, “venían todos los alumnos uno detrás de otro”: “Se dieron cuenta de que no habían aprendido igual que cuando iban presencialmente a clase”. “La Enfermería se aprende haciendo, no solo viendo y escuchando”, insiste.

HERRAMIENTAS PARA GARANTIZAR LA CALIDAD DE LA FORMACIÓN

Al igual que ocurre con Psicología y Medicina, todas las universidades, públicas o privadas, quieren impartir el grado de Enfermería, aunque son estas últimas las que más están inclinando la balanza. De hecho, las 282 nuevas plazas que se ofertan este curso pertenecen al ámbito privado (4.681 en total), mientras que el público ha perdido 115 (10.250 en total). En la Conferencia Nacional de Decanos también trabajan para garantizar, en la medida de lo posible, que la proliferación del grado no afecta a la calidad de la formación y de la posterior asistencia al paciente. “Tenemos el verifica de todos los títulos de Enfermería que se imparten en España, y si hay alguna duda les preguntamos directamente”, explica Inmaculada García.

“Tenemos el verifica de todos los títulos de Enfermería que se imparten en España, y si hay alguna duda les preguntamos directamente”

También colaboran con la ANECA (Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación), que es la encargada de dar el visto bueno a la llegada de nuevos grados y al mantenimiento de los ya existentes.  “Si no les garantizamos que el título tiene los materiales necesarios, tanto físicos como humanos, la ANECA no da su aprobación. Por eso, cada vez que una universidad nos pide ahora el ingreso en la Conferencia, me meto en su página web para comprobar que tienen esas herramientas que dicen. Y no vale que me la entreguen a mí, tienen que estar disponibles para que las vea toda la ciudadanía. Estamos muy comprometidos”, recuerda la decana.

Y no es trabajo ligero: según los datos del Ministerio de Universidades, España cuenta actualmente con 34 universidades privadas que ofertan el grado de Enfermería, sin contar los centros adscritos a esas universidades. De todas ellas, las que más plazas ofertan son la Católica de Valencia San Vicente Mártir, con 365 vacantes; la Católica San Antonio, con 359; la Universidad Pontificia de Comillas, con 345; y la Alfonso X el Sabio, con 308.

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