La elección de Marta Szymanski, con el número de orden 8.018, que se formará como Médico de Familia en el centro de salud de Sant Fruitós de Bages (Barcelona) ha puesto fin a los actos de asignación de las plazas MIR correspondientes a la convocatoria 2017-2018. Este año se han adjudicado las 6.513 vacantes disponibles, dejando fuera a 4.776 de los 11.289 candidatos que estaban llamados para este jueves según el calendario oficial del Ministerio de Sanidad.
La suma de estos médicos que tendrán que repetir el examen junto con los nuevos graduados en Medicina constituye un grave problema para la profesión. “Estamos en esa dinámica en la que cada vez es más difícil conseguir una plaza MIR, uno de los motivos por los que muchos prefieren optar por Familia, que es la que cuenta con mayor oferta (1.810), antes que arriesgarse a repetir el examen”, explica a Consalud Daniel Sánchez, vicepresidente de Asuntos Externos del Consejos Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM).
Para José Polo, vicepresidente primero de Semergen, "el hecho de que tantos opositores se queden sin plaza es una barbaridad teniendo en cuenta que la alta de especialistas es cada vez mayor, en todas las Comunidades Autónomas en torno al 40 por ciento de los médicos que ejercen actualmente se jubilarán en los próximos diez años. Y es cierto que esta cuestión se está estudiando en el Consejo Interreritorial pero necesitamos una respuesta urgente".
Las primeras plazas de Familia se adjudicaron en los números 137, 145, 159, 162, 288, 364, 454 y 669.
A su juicio, esta situación ha contribuido en parte a que se agoten todas las plazas y, en parte, al auge de Familia aunque Sánchez subraya el trabajo que se han para el fomento de esta especialidad. “Tanto los estudiantes como las asociaciones de Atención Primaria y la propia Organización Médica Colegial han hecho un esfuerzo para que Primaria recupere el valor que había perdido en los últimos años y sea más atractiva para los estudiantes. Y esto se debe a que hasta hace poco era difícil conseguir encontrar rotaciones y asignaturas obligatorias de Familia en las facultades”, comenta Sánchez.
Parte de estos esfuerzos se han visto reflejados en las adjudicaciones de este año. Según el Centro de Estudios del CESM de Granda, durante el primer día la especialidad obtuvo un total de ocho plazas, tres más que en 2017, correspondiente con los números de orden: 137, 145, 159, 162, 288, 364, 454 y 669. “Vemos como el trabajo de promoción en Primaria va dando sus frutos y en los próximos años esperamos ver algún estudiante que no se guie solo por el número del examen MIR y elija Familia antes”, añade Sánchez.
Por su parte, Polo considera que el problema de Famlia de que no guste tanto podría mejorarse "con una mayor dotación de recursos destinados a que los médicos de Primaria tengan una mayor capacidad de resolución con el acceso a un más pruebas diagnósticas, cuyo acceso ahora varían en las distintas Comunidades y repercute en los pacientes".
Otra cuestión relacionada con la diferencia entre el número de opositores y las oferta MIR son los médicos que optan por hacer una segunda especialidad. Sobre este fenómeno, el vicepresidente del CEEM subraya la “importancia de analizar las razones que producen este fenómeno como pueden ser la precariedad laboral, el futuro incierto de algunas especialidades y el paro médico”. En su opinión, la reespecialización conlleva a “una pérdida de capital humano que es necesario para el Sistema Nacional de Salud y que se debería corregir porque no se puede estar permanentemente como residente”.