Uno de los puntos más importantes del último Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) fue la aprobación del Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria 2025-2027, que continúa el anterior aprobado en 2021 y con objetivos marcados para los años 2022 y 2023. Así, además de perseguir la persecución de objetivos que no se lograron entonces, también incluye otros nuevos, como la actualización del programa formativo de la especialidad EIR (Enfermero Interno Residente) de Enfermería Familiar y Comunitaria en 2027.
Y es que el anterior programa, recuerda Esther Nieto García, presidenta de la Federación de Asociaciones de Enfermería Familiar y Comunitaria (FAECAP), no se ha actualizado desde la creación de la especialidad, es decir, desde hace más de quince años. Fueron ellos, de hecho, quienes solicitaron dicha actualización, como una de las partes -sociedades científicas- con representación en la Comisión Nacional de la especialidad: “Los programas formativos tienen que ser vivos, e ir evolucionando en función de cómo evoluciona también la sociedad”.
“Los programas formativos tienen que ser vivos, e ir evolucionando en función de cómo evoluciona también la sociedad”
Una de las evoluciones tiene que ver con las competencias que abarcan actualmente este tipo de enfermeras especialistas, y que van más allá de la atención clínica: educación para la salud, determinantes sociales… “actualmente, salimos mucho más de la clínica a la comunidad, al entorno comunitario, que antes, precisamente para favorecer ese cambio en la sociedad”. Incluso, destaca Nieto García, las enfermeras de familia participan en encuentros con asociaciones de vecinos: “Tiene que haber requisitos mínimos de aprendizaje sobre todo esto”.
Los representantes de las sociedades científicas y demás organismos que componen la Comisión Nacional de la especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria todavía no han comenzado a trabajar en el nuevo programa, pero lo harán en breve. Para ello, cuentan con el ejemplo reciente de la especialidad MIR de Medicina Familiar y Comunitaria, que presentó su nuevo programa hace apenas unos meses, si bien, matiza la presidenta de la FAECAP, su profesión tiene un componente mucho más amplio de prevención y promoción de la salud.
ASENTAR LA ESPECIALIDAD EN EL SISTEMA NACIONAL DE SALUD
La actualización del programa formativo de Enfermería Familiar y Comunitaria debe ir unido sí o sí a la convocatoria de más plazas EIR de la especialidad. Pero para ello, apunta Nieto García, primero han de tener la categoría profesional de especialistas las miles y miles de enfermeras de familia que, a pesar de haber pasado por el EIR -con todo lo que eso supone, el estudio de unas duras oposiciones y dos años de residencia en centros de salud y hospitales-, siguen trabajando en el Sistema Nacional de Salud como enfermeras generalistas. Sin ellas, afirma, no va a haber tutoras suficientes para todas las nuevas residentes que tienen que llegar.
Es, como dice el dicho, la pescadilla que se muerde la cola. “Hay muchas enfermeras que tienen la especialidad y que están en hospitalaria, cuando ese no es el medio para el que se han formado. La especialidad de Familiar y Comunitaria está para nutrir a la Atención Primaria”, denuncia Esther Nieto García. El Ministerio de Sanidad también se ha propuesto, como ya hiciese en el anterior Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria 2022-2023, fomentar esta figura profesional, y así lo definen en el nuevo Plan publicado este lunes.
“Hay muchas enfermeras que tienen la especialidad y que están en hospitalaria, cuando ese no es el medio para el que se han formado"
“Una vez acometidos los cambios normativos necesarios para definir la categoría profesional de enfermera/o especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria recogidos en el PAPyC 2022-2023, se monitorizará la incorporación de estas y estos especialistas a los equipos de Atención Primaria apoyando la atención comunitaria, la promoción y la prevención de la salud”, aparece definido en el documento. De esta manera, Sanidad se pone tres objetivos concretos: por un lado, que todas las comunidades autónomas actualicen su normativa para la contratación prioritaria de enfermeras especialistas en Enfermería Familiar y Comunitaria en Atención Primaria en 2025, y que, también para ese año, todas las plazas de Enfermería Familiar y Comunitaria creadas sean ocupadas por especialistas; por otro, un incremento de al menos un 20% anual en la dotación y cobertura de plazas de la especialidad para diciembre de 2027.
“Nosotros hemos estado trabajando para que eso estuviese claramente reflejado en este Plan, a través de conversaciones con el Ministerio y de trabajos que hemos hecho. Sí que es verdad que ahora mismo hay una falta de consenso por parte de las administraciones locales para poder implementar realmente a las enfermeras especialistas dentro de sus sistemas de salud, pero confiamos en el impulso que va a dar el Plan, ya que estas medidas están unidas a unos presupuestos finalistas. Para conseguir el presupuesto, tienen que cumplir los objetivos”, confía la presidenta de la Federación de Asociaciones de Enfermería Familiar y Comunitaria.
"Apostamos porque todas las comunidades van a tener creada la categoría y a producir contrataciones en sus bolsas de trabajo"
A día de hoy solo hay dos comunidades autónomas, Cataluña y la Comunidad de Madrid, que todavía no tienen creada la categoría profesional, si bien otras tantas no cuentan con bolsa de empleo de la especialidad. “A lo mejor no para el 2025, porque eso es ya el año que viene, pero sí que apostamos porque todas las comunidades van a tener creada la categoría y a producir contrataciones en sus bolsas de trabajo. Podemos conseguirlo, es la fórmula para que la Atención Primaria llegue a esa perspectiva que quieren darle”, sentencia Nieto García.