La nueva convocatoria EIR del Ministerio de Sanidad para acceder a un puesto de enfermera residente en el Sistema Nacional de Salud (SNS) se clausuró con el examen celebrado este pasado sábado. Una oferta de plazas en Enfermería que, como viene sucediendo en los últimos años, vuelve a incrementarse hasta los 2.108 puestos disponibles. Unas vacantes que se repartirán entre un total de 9.006 aspirantes que se han examinado durante la jornada sabatina, y de los que más del 88% han sido mujeres.
Para valorar el EIR 2024, desde ConSalud.es hemos contactado con la directora de la academia PlanEIR-metrodora y número 1 en el examen EIR 2010, Ana Rincón, quien nos traslada que el examen de este año ha resultado “especialmente largo y complicado, en el que el 40% de las preguntas se han centrado exclusivamente en cinco temas”. En esta línea, apunta que la temática más recurrente ha sido “Cardiología, seguida de Pediatría, Obstetricia-ginecología, Comunitaria y Salud mental como disciplinas estrella de 2024”.
El cuestionario “no se ha centrado tanto en los conceptos más generales y comunes” que se estudian durante la carrera para el ejercicio de su profesión, sino en las “estrategias y guías” que utiliza el Ministerio de Sanida
Como valoración general, la responsable del centro formativo cataloga la prueba como “difícil”, de la cual “probablemente los aspirantes han salido con sensaciones muy tristes”. Esto se debe a que el cuestionario “no se ha centrado tanto en los conceptos más generales y comunes” que se estudian durante la carrera para el ejercicio de su profesión, sino en las “estrategias y guías” que utiliza el Ministerio de Sanidad. Por ello, “no ha permitido brillar a los convocados y demostrar todo lo que saben”, remarca.
La enfermera constata también esta realidad en que el examen confeccionado desde el departamento de Sanidad “ha incluido asuntos -con el fin de visibilizarlos- como las donaciones, eutanasia, violencia de género, suicidio, gestación subrogada o terapia hormonal para el cambio de género, tal y como esperábamos”.
La experta afirma que el año pasado “ya fue muy difícil”, lo que llevó a pensar que la dificultad se mantendría, pero “finalmente ha aumentado su complejidad respecto a 2023"
En cuanto al grado de dificultad de la prueba, la experta afirma que el año pasado “ya fue muy difícil”, lo que llevó a pensar que la dificultad se mantendría, pero “finalmente ha aumentado su complejidad respecto a 2023”. Más aún, asegura, que “sospechan que la mayoría de los aspirantes no alcanzarán ni un 5 sobre 10 en la nota, y la calificación más alta difícilmente llegará al 6”. Una circunstancia que resultará en que tengamos muchos enfermeros con plaza que “no hayan alcanzado ni a aprobar el EIR, dada su altísima dificultad”.
De esta manera, Ana Rincón lamenta que cada año, cuando salen los factores de corrección, el examen de Enfermería es “el más difícil” de todas las pruebas de formación sanitaria especializada que se convocan. “El examen EIR cada vez está más alejado de lo que verdaderamente es la Enfermería, porque hacen preguntas muy absurdas en lugar de centrarse en los conocimientos más importantes que debería tener”, denuncia. Es el caso de cuestiones que “no tienen realmente sentido” como, por ejemplo, “quién fue la primera persona en el mundo en tomar la tensión arterial”.
“La dificultad hace que se convierta en una verdadera masacre que no es buena para la profesión enfermera y desmotiva cada año a los aspirantes”
La temática planteada en muchas de las preguntas, alejadas de los conocimientos que los examinados han de manejar de manera prioritaria para su profesión, hace que la prueba EIR “no sea justa con los candidatos que más saben” y no refleja un “buen cribado” de los convocados. “Hay alguna pregunta que parece más destinada a ganar un ‘quesito’ en el Trivial Pursuit que a discriminar quién merece ser enfermero especialista”, aclara de manera irónica.
SENTIMIENTO DE MALTRATO
La directora de PlanEIR-metrodora no concibe cómo se ha logrado normalizar que en un examen EIR pueda llegar a suspender “hasta el 80% de los presentados”. Una realidad que lleva a muchos de estos profesionales a “sentir que no saben nada”, al percibir que sus conocimientos no se encuentran fielmente recogidos en los cuestionarios que después han de responder. “La dificultad hace que se convierta en una verdadera masacre que no es buena para la profesión enfermera y desmotiva cada año a los aspirantes”, afirma Rincón.
En conclusión, la directora de la academia EIR se reafirma en que el examen “no ha permitido brillar a los convocados y demostrar todo lo que saben”, pero aun así, concluye, al final “el que más ha estudiado y más tranquilo ha ido será el que logre la plaza que quiere”.