“El Ministerio este año se ha portado bien”, confiesa Mar Esteve, directora de PlanEIR-metrodora, sobre la prueba de Enfermero Interno Residente (EIR) 2025. En una entrevista concedida a ConSalud.es después de toda la noche analizando los exámenes, Esteve apunta que la dificultad del examen se ha reducido en comparación con años anteriores: “No hemos tenido que enfrentarnos a preguntas imposibles sobre venenos, víboras o picaduras, como en otras ediciones”.
La accesibilidad del examen, señaló, estuvo sujeta a un enfoque en guías clínicas, especialmente en áreas como Obstetricia: “Han preguntado muchas guías que, si no te las habías estudiado, era complicado responder. Pero con una buena técnica de test las preguntas eran sencillas, siempre y cuando los nervios no jugaran una mala pasada”, confiesa. “Esto ha ocurrido este año con una pregunta sobre la vacuna de la gripe en embarazadas”, añade.
“No hemos tenido que enfrentarnos a preguntas imposibles sobre venenos, víboras o picaduras, como en otras ediciones”
La directora de PlanEIR-metrodora, institución académica especializada en formación EIR y oposiciones de enfermería, subraya que el contenido de la prueba tuvo muchas referencias a acontecimientos recientes que habían tenido protagonismo en los medios de comunicación durante los últimos meses: “El Ministerio vive pendiente de las noticias. Por ejemplo, este año incluyeron una pregunta sobre el frenillo sublingual de un bebé, un tema que estuvo en los medios después de que un caso llegara a un hospital madrileño. También preguntaron quién no puede limpiar tras una Dana”.
Este enfoque no es nuevo, según Esteve, pero sí resultó en un examen variado y actualizado. “Han preguntado sobre temas curiosos, como el tinte de los tatuajes o escalas relacionadas con la erección de los hombres. Nos reímos mucho con esa pregunta mientras analizabámos esa pregunta a las cuatro de la mañana”, comenta.
La seguridad en el trabajo y la investigación fueron dos áreas destacadas en el examen EIR de este año, revela Esteve. Otro aspecto interesante, añadió, fue la menor presencia de temas considerados “raros”: “Nada de animales exóticos este año. En cambio, se mantuvieron clásicos como los extintores, farmacia y sarcopenia”.
UNA ÚNICA PREGUNTA MAL REDACTADA
El equipo de PlanEIR-metrodora detectó solo una pregunta problemática: “Era de traumatología y estaba mal redactada. Fuera de eso, no hemos encontrado grandes dificultades para impugnar”, explicó Esteve, quien recordó que la academia apoya a los alumnos en el proceso de presentar bibliografía para impugnaciones, aunque son ellos quienes deben ejecutarlas.
“Una pregunta sobre traumatología estaba mal redactada. Fuera de eso, no hemos encontrado grandes dificultades para impugnar”
Si bien la prueba fue más asequible, Esteve subrayó que esto no la hacía fácil: “Es asequible para el que se curra el EIR, el que lo trabaja bien trabajado. En la academia tenemos algo que llamamos ‘chanelazos’, que son temas mencionados por nuestros profesores y que luego caen en el examen. Este año hemos tenido muchos chanelazos, lo que demuestra el buen trabajo del equipo docente”.
En cuanto al feedback de los estudiantes, Esteve señaló una mezcla de emociones: “Hablé con dos personas a la salida y estaban aturdidas, pero con buen ánimo. Comentaban que la prueba no fue tan complicada como en años anteriores. Nada como la pregunta imposible de quién tomó la primera tensión arterial, que cayó el año pasado”.
La convocatoria EIR 2025 marca un cambio de tendencia en comparación con los últimos años, ya que, aunque sigue aumentando el número de plazas, desde PlanEIR-metrodora advierten de la ralentización de la oferta. 2.171 es el número total de plazas ofertadas, tan solo 63 más que la convocatoria anterior, mientras que los tres años anteriores el crecimiento anual era de aproximadamente 140. Estas 2.171 se repartirán entre un total de 10.014 aspirantes, de los que más del 88,14% son mujeres. Estas cifras representarían una ratio de 4,6 aspirantes por plaza.