Enfermería Obstétrico-Ginecológica -es decir, Matrona- es, de lejos, la especialidad favorita de las personas que se presentan cada año a la convocatoria de Enfermero Interno Residente (EIR). Sus plazas, muy escasas para la demanda que hay -y que para colmo han disminuido en 2025-, son las que comienzan a elegirse antes y las que se agotan más rápido, lo que deja a cientos de enfermeras sin la posibilidad de formarse en una especialidad para la que se han preparado durante mucho tiempo. Por eso, cada vez son más las que, hartas de esta situación, deciden especializarse en otro país.
Ese es precisamente el caso de Alba, una joven enfermera mallorquina que, después de quedarse sin plaza por segundo año consecutivo, quiso buscar otras opciones que le permitiesen ver cumplido su sueño de convertirse en matrona. “Yo había escuchado de gente que se había marchado a países como Bulgaria, Hungría o Irlanda, pero fue una profesora de la universidad la que me habló de una compañera suya que se estaba especializando en Portugal. Escribí a esta chica y me respondió súper amable con todo lo que necesitaba saber, porque la verdad es que hay muy poca información”, recuerda a ConSalud.es Alba, una de las cinco enfermeras españolas que, junto a Marina, Paula, Andrea y Yaiza, gestionan la cuenta de Instagram y TikTok de @matronas_enportugal.
Su objetivo es precisamente ese: dar a conocer cómo es el día a día de su formación como R1 de la especialidad en la ciudad portuguesa de Coimbra. “Inicié los trámites que marca la universidad, pero con la idea de volver a presentarme al EIR en España si no conseguía entrar en Portugal, porque no lo tenía muy claro. Pero al final me admitieron y, antes de irme para allá, la universidad me puso en contacto con cuatro chicas españolas más de Barcelona, Málaga y Granada, con las que ahora comparto piso”, explica Alba.
"Las rotaciones son prácticamente iguales, e incluso nos permiten pasar por un periodo de prácticas en España"
Llegados a este punto, a mucha gente le estará extrañando que la especialidad de Matrona se haga en Portugal a través de las universidades, pero es así. No hay examen de acceso, y son ellas las que deciden a quien aceptan y a quien no. “En el proceso de selección valoran diferentes méritos, más allá del indispensable que es, lógicamente, tener el título de Enfermería. Tiempo trabajado, expediente académico, formación de posgrado, un certificado favorable de tu colegio de enfermería… de cara al curso que viene también hemos visto que algunas universidades piden como requisito el portugués, pero es algo que hasta ahora nunca había pasado”, detalla la residente de primer año.
Tampoco es igual la formación en Portugal, más allá de la duración total de la residencia, que también es de dos años. Así, mientras que en España las enfermeras ya están en un hospital o centro de salud desde el primer día, en el país vecino no comienzan hasta el segundo año. El primero, más allá de la parte de simulación que tienen todas las universidades de nuestro país, es entero teórico, y se imparte en las aulas de la propia universidad. “Las rotaciones, por ejemplo, sí que son prácticamente iguales. Incluso nos permiten pasar por un periodo de prácticas en España”, destaca Alba.
Las clases, lógicamente, son en portugués, un idioma que Alba no conocía. No obstante, subraya, les han puesto muchas facilidades a la hora de exponer y hablar en público. “Reconozco que es algo que al principio me tiraba para atrás, pero la chica con la que hablé me aseguró que a ella le había resultado muy fácil, y que te ayudan mucho. Nosotras empezamos un curso online antes de llegar a Portugal, y luego la misma universidad nos ofreció clases, que nos han venido genial”, asegura la enfermera.
HOMOLOGACIÓN ASEGURADA EN ESPAÑA
Y llega, como no, la pregunta del millón: ¿qué pasa después? ¿es fácil homologar el título después en España? A Alba, la chica con la que le pusieron en contacto también le comentó que conocía a tres matronas que se habían formado en Portugal y que estaban ejerciendo sin ningún problema en España. No obstante, para cerciorarse, preguntaron al Ministerio de Sanidad, que les aseguró que no había ningún problema gracias al Plan Bolonia: “Era nuestra máxima preocupación, pero ya estamos bastante tranquilas”. Quedarse a trabajar en Portugal, eso sí, no es tan sencillo, ya que piden un C1 de idioma.
“Yo pienso que el EIR es una vía muy válida para formarte como especialista, pero no la forma en la que está planteada. Es un temario abierto, y muchas preguntas no son objetivas, realistas ni útiles para la formación como futuros especialistas. No valoran lo que has estudiado”, critica Alba. “Yo creo que esto cada vez a ir creciendo más. Lo que hacen es incentivar que las matronas emigren a otros países”, sentencia la futura especialista.