Según datos del Ministerio de Sanidad, en 2022 pasaron por los servicios de Urgencias de los hospitales de nuestro país casi 23 millones de personas, es decir, el 48% de toda la población española. Por eso, se hacía difícil justificar la inexistencia de una especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias en el Sistema Nacional de Salud, que por fin, tras años y años de lucha, ha llegado en 2024. Ahora les toca el turno a las enfermeras de estos servicios, quienes buscan con ahínco su ansiada especialidad que también incluya un periodo formativo vía EIR.
Para ello, las dos principales sociedades científicas interesadas, la Sociedad Española de Enfermería de Urgencias y Emergencias (SEEUE) y la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), han aunado fuerzas y creado un grupo de trabajo mixto que tiene como objetivo sacar adelante la especialidad. Y si algo tienen claro, asegura a ConSalud.es Javier Morillo, representante de SEMES en dicha comisión y vicepresidente tercero de la Sociedad, es que no quieren tirarse a la piscina sin antes tenerlo todo bien atado.
“Es mejor hacerlo bien que hacerlo pronto”, señala Morillo, quien recuerda que, en caso de no contar con los apoyos necesarios a la hora de presentar su propuesta, tendrían que esperar cinco años más hasta poder volver a presentarla otra vez. Así lo marca el Real Decreto 589/2022, que establece los criterios más recientes para la propuesta de un nuevo título de especialista en Ciencias de la Salud y que exige, si la propuesta no parte del propio Ministerio de Sanidad, contar con el apoyo de al menos siete comunidades autónomas y de sociedades científicas que representen a más del 70% de los profesionales de dicha especialidad.
"El resto de sociedades científicas de Enfermería están de acuerdo con la creación de nuestra especialidad"
Es, reconoce Morillo, un proceso complejo hasta poder llegar a solicitar “con garantías” la especialidad a la dirección de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad. “Nosotros lo estamos moviendo desde el punto de vista de las sociedades científicas, y también estamos trabajando con las comunidades autónomas para que estén de acuerdo y con otras sociedades científicas de Enfermería, que también tienen que dar su aprobación”, informa el experto.
En este último caso, destaca Javier Morillo, no tienen ningún impedimento al no invadir competencias de ninguna otra especialidad enfermera, como sí le pasó a Medicina de Urgencias y Emergencias y las continuas luchas que mantuvieron con sociedades de Medicina Familiar y Comunitaria, como SEMERGEN. “Al contrario, el resto de sociedades están de acuerdo con la creación de nuestra especialidad”, subraya.
“Estamos recabando la opinión de todos los actores implicados en el proceso para no presentar una solicitud a la ligera. Los equipos de Urgencias y Emergencias son multidisciplinares, y está claro que médicos y enfermeros tenemos que estar especializados”, asegura Morillo. “Si cada uno de cada dos españoles pasa por nuestros servicios, tenemos que estar preparados tanto en material como en personal, y uno de los problemas que tenemos en Enfermería es que las plantillas de los servicios de Urgencias hospitalarios son muy inestables. Generar especialistas para esas plantillas supondría estabilidad laboral para los enfermeros y seguridad asistencial para los pacientes”, insiste el enfermero en SAMUR-Protección Civil.
“Estamos recabando la opinión de todos los actores implicados en el proceso para no presentar una solicitud a la ligera"
Y es que, actualmente, indica Morillo, solo la Comunidad de Madrid tiene una legislación acerca de los criterios de formación que han de poseer sus enfermeros de los servicios de Urgencias y Emergencias, que se adquiere mediante máster o algún tipo de curso: “Tú no puedes tener a una enfermera haciendo triaje de Manchester si no está formada en ese procedimiento”. El resto lo valoran, pero no lo exigen, algo que para el representante de SEMES es una formación de “libre albedrío” y que no está regulada de ninguna manera. “Con la especialidad, garantizamos que todo el mundo adquiere las mismas competencias”, apunta.
CONVENCER DE QUE NO ES TAN ARDUO, ELEMENTO CLAVE
El mayor impedimento que existe ahora mismo para crear la especialidad es, como suele ocurrir siempre con estos temas, el apartado económico. Uno de los criterios que marca el Real Decreto que hay que cumplir para rellenar la solicitud de su creación, además de determinar que es un área competencial nueva, justificar la necesidad de la especialidad, sus competencias y que no tiene más de un 50% de competencias comunes con otra especialidad, es la disponibilidad de recursos. A grandes rasgos: la viabilidad económica de la especialidad.
"Las que más problemas pueden poner son las comunidades autónomas"
“Las comunidades autónomas son las que más problemas pueden poner ahí, aunque realmente casi todos los servicios de Urgencias de los hospitales ya tienen unidades docentes. Lo que habría que hacer es dotar esas unidades docentes de tutores para enfermeros”, recuerda Morillo sobre unos servicios por los que, efectivamente, prácticamente la totalidad de los residentes tanto de Medicina (MIR) como de Enfermería (EIR) de las distintas especialidades rotan y hacen guardias, sobre todo al principio de su periodo formativo.
Ahora bien, una nueva especialidad supondría, claro está, elaborar un programa formativo exclusivo para sus residentes, proceso en el que está ahora inmersa la recientemente creada Comisión Nacional de Medicina de Urgencias y Emergencias: “Obviamente, no es lo mismo rotar dos semanas o dos meses, como hacen los EIR de Familiar y Comunitaria o de Geriatría, que dos años, que es lo que dura la especialidad”. “Sí que es cierto que se genera una nueva especialidad, pero bajo nuestro punto de vista no es una situación especialmente penosa a nivel económico, sino más bien al contrario: si nos ponemos a valorarlo, la disminución de los efectos adversos y de los problemas de seguridad de los pacientes serían bastante más caros que una unidad docente en el hospital”, incide el vicepresidente tercero de SEMES.