No va más: ya ha terminado el plazo del que disponían los opositores que se presentaron al examen EIR (Enfermero Interno Residente) de 2025 para enviar sus propuestas de impugnación de preguntas. La comisión calificadora, que “solo” anulóuna pregunta -la 181 de la versión 0, perteneciente a la asignatura de traumatología- tras revisar la prueba el mismo día de su celebración, tendrá que volver a reunirse ahora, ya con las quejas de los aspirantes en la mano, para publicar la plantilla final. Y puede que acaben anulando alguna que otra más…
Desde PlanEIR-metrodora, una de las academias de preparación para la prueba, lo tienen claro: las preguntas 118 y 196 deberían ser impugnadas. La primera de ellas pregunta qué anestésico inhalado presenta un inicio de acción (inducción) más rápido en base al coeficiente de participación sangre/gas, y de cuatro opciones: halotano; cloruro de etilo; desflurano; y enflurano, siendo esta última la correcta según el Ministerio de Sanidad. Sin embargo, asegura a ConSalud.es Mar Esteve, directora académica de PlanEIR-metrodora, su equipo de expertos ha encontrado “bibliografía suficiente” como para demostrar que la opción buena es la primera, halotano.
En este caso, indica, más que anulación de la pregunta y sustitución por alguna de las diez de reserva, lo que habría que hacer es simplemente cambiar la opción correcta. No pasa lo mismo con la 196, que plantea lo siguiente: “Según el DSM 5-TR, ¿cuál de los siguientes síntomas se considera un criterio diagnóstico de la anorexia nerviosa?”. Y, de nuevo, cuatro opciones: ponderofobia; elevada culpa postingestas; amenorrea de más de tres meses; o ansiedad elevada en situaciones sociales relacionadas con la ingesta. Según Sanidad, la opción correcta es, una vez más, la cuarta, algo que no comparten desde la citada academia de preparación.
"Han acuñado un término que no se utiliza en el manual"
“Han acuñado un término que se llama ponderofobia, que corresponde con el miedo a coger peso. Es cierto que esa fobia está descrita en el DSM 5-TR, que es el manual donde se consultan las enfermedades mentales en todo el mundo, pero no utilizan ese término. Esa pregunta se podría impugnar y anular, directamente”, asegura la experta. En caso de ser aceptadas estas propuestas por parte de la comisión calificadora del examen EIR, ambas preguntas se unirían a la 181, única anulada en primera instancia por estar “mal redactada”.
El Ministerio de Sanidad todavía no ha anunciado cuándo estará lista la plantilla definitiva de respuestas correctas. El año pasado, como ya repasamos recientemente en este periódico, la publicó el 7 de febrero, pasando de dos preguntas anuladas en un primer momento a cinco, y con ella también hizo públicas, un día después, las notas provisionales de los aspirantes. De esta manera, si nos atenemos a estos mismos plazos, y teniendo en cuenta que el examen de 2025 ha tenido lugar cinco días más tarde, podría estar lista el próximo miércoles 12 de febrero.
Será entonces cuando los aspirantes que se han presentado a la prueba EIR de este año, el 79,12% de los admitidos -10.014 personas-, conozcan el total de preguntas que han sido anuladas por la comisión calificadora, así como su nota provisional. Su número de orden definitivo -que junta la nota del examen con el baremo académico obtenido durante la carrera- lo sabrán un poco más tarde, a finales de les mes de febrero. Esto es lo que les permitirá acceder o no a una de las 2.171 plazas EIR convocadas por Sanidad en 2025.
UN EXAMEN MUCHO MÁS SENCILLO
En líneas generales, la prueba de 2025 ha sido bastante más asequible que la de 2024, cuando desde esta misma academia hablaban de “masacre” y del examen más difícil en los 30 años de historia del EIR. “Casi la mitad de las preguntas eran incontestables. Por ejemplo, planteaban quien fue la primera persona que midió la tensión arterial en el mundo”, denunciaban entonces desde PlanEIR-metrodora. “El examen ha tenido una dificultad muy alta, y algunas preguntas no aportan valor a los futuras enfermeras especialistas. Son sobre conocimientos que se adquieren con la especialidad”, añadían desde el Consejo General de Enfermería (CGE).
Pero este año, destaca Mar Esteve, el Ministerio de Sanidad “se ha portado”. “Ha habido preguntas sobre muchas guías que, si no te las habías estudiado, era complicado responder. Pero con una buena técnica de test las preguntas eran sencillas, siempre y cuando los nervios no jugaran una mala pasada”, apunta la experta sobre un examen que, además, ha resultado “variado y actualizado”. “Han preguntado sobre temas curiosos, como el tinte de los tatuajes o escalas relacionadas con la erección de los hombres. Nos reímos mucho con esa pregunta mientras analizabámos esa pregunta a las cuatro de la mañana”, destaca la directora de la academia.