El examen para especializarse en Enfermería vía residencia (EIR) ha vuelto a batir un nuevo récord este año. Han sido admitidas 10.014 personas de las 10.151 que presentaron su solicitud, y que aspiran a hacerse con una de las 2.171 plazas ofertadas este año por el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas. Son, además, un 11,9% más que los admitidos el año pasado. Todos ellos aspiran a que llegue el gran día, el próximo 25 de enero, con los nervios característicos de quien se enfrenta a una exigente prueba para la que se han estado preparando durante meses y meses y que puede marcar su futuro profesional.
Beatriz Díez fue una de las 8.919 enfermeras que hicieron el examen del año pasado -a su vez, un 12% más que las de 2023-, y, desde luego, no le fue nada mal: obtuvo la mejor puntuación -algo que, como admitió en una entrevista concedida entonces a ConSalud.es, no se esperaba-, y desde mayo de 2024 es residente de la especialidad de Enfermería Obstétrico-Ginecológica en la ciudad de Valencia, donde ya llevaba muchos años trabajando como enfermera después de abandonar su Zamora natal. Una de las claves de su éxito, revela ahora a este periódico, fue algo tan simple como difícil de llevar a cabo realmente: no estudiar el día de antes del examen.
“Es un consejo que a mí me dieron, y que me ayudó muchísimo: si el día 25 es el examen, el 23 tienen que cerrar los libros por última vez. Que el 24 se levanten tarde y se lo tomen para ellos mismos, para relajarse, estar con su gente, hacer un plan que les guste, intentar desconectar… y llegar al examen lo más fuerte posible. Yo el día de antes no estudié absolutamente nada”, recuerda la enfermera de 34 años. Lo que ella hizo, en cambio, fue ir a dar un paseo por la playa con su perro. “A solo un día del examen, poco más puedes hacer. Lo que no te sabes, no te lo vas a saber ya, así que es mejor aprovechar para disfrutar y desconectar”, insiste.
"Yo el día de antes no estudié absolutamente nada, me fui a dar un paseo por la playa con mi perro"
También en los días previos, a menos de dos semanas para la convocatoria de la prueba como estamos ahora, resulta clave mantener la calma. Así lo intento hacer ella, a pesar de que era la primera vez que se presentaba al EIR: “Sé que es imposible, pero tienes que tratar de agobiarte lo menos posible. Todo el trabajo importante ya está hecho, y la clave ahora está en repasar lo más importante y lo más preguntado y en seguir practicando la técnica de los test. Aunque parezca que no te acuerdas de nada, tienes que confiar en ti mismo: todos los conocimientos están dentro de tu cabeza, y el trabajo tan duro que has hecho sirve de algo”.
Huelga decirlo, pero, lógicamente, tampoco es conveniente estudiar la mañana del mismo día del examen (los llamamientos en cada una de las sedes comienzan a partir de las 15:15h.). “Haz algo que te guste. A mí, por ejemplo, me ayudó mucho meditar”, señala Beatriz. La prueba en sí, reconoce la zamorana, es muy dura -especialmente la del año pasado, que recibió muchísimas críticas-: 200 preguntas tipo test a responder en cuatro horas y media, y en las que puede entrar cualquier concepto relacionado con la Enfermería, sin temario específico.
“Hay que mantener la mente fría, para que la pregunta no pueda contigo, y tampoco pensarla demasiado: no le des vueltas, contesta lo que en ese momento creas que tienes que contestar. Aunque la pregunta pueda parecer imposible, con todos los conocimientos que has adquirido durante los últimos meses, puedes con ella”, aconseja la enfermera, a quien el examen EIR de 2024 le pareció muy difícil. Ana Rincón, directora de la Academia PlanEIR-Metrodora en la que se formó Beatriz, y que fue a su vez la número uno de la convocatoria de 2010, se mostró muy crítica, llegando a asegurar que había sido el examen más difícil de sus 30 años de historia.
"Aunque la pregunta pueda parecer imposible, con todos los conocimientos que has adquirido durante los últimos meses, puedes con ella”
“Casi la mitad de las preguntas eran incontestables. Por ejemplo, planteaban quien fue la primera persona que midió la tensión arterial en el mundo”, denunció entonces Rincón. “El cuestionario no se ha centrado en los conceptos más generales y comunes que se estudian durante la carrera para el ejercicio de la Enfermería, sino en las estrategias y guías que utiliza el Ministerio de Sanidad. No ha permitido brillar a los convocados para que demuestren todo lo que saben”, añadió la enfermera especializada también en Obstétrico-Ginecológica.
LA MEJOR DE UN EXAMEN ESPECIALMENTE COMPLICADO
Beatriz, en cambio, se supo sobreponer a todo ello, y, con 127,93 puntos (135,60 al sumar también los méritos académicos obtenidos durante la carrera), logró la nota más alta de la última edición del EIR: 135 aciertos, 62 errores y solo tres preguntas en blanco. “Muchas preguntas se salían de lo que habíamos estudiado. Creo que fue un examen de mucha dificultad y, sobre todo, muy raro, en el que cada pregunta era un reto diferente y complicado”, recordaba Beatriz cuando la entrevistamos con motivo de su buen hacer en la prueba.